La quinta victoria llega a ritmo de vértigo

La quinta victoria llega a ritmo de vértigo

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Intensidad. Solidaridad defensiva. Kappelin. Velocidad. Contragolpe. Impreciso Go Fit. Val. Ángel Fernández. Invicto en Asobal. Quinta victoria. Pleno de triunfos. Relajación. Tratan Presov. A modo de telegrama, el Naturhouse La Rioja despachó a un rival peligroso, que ya había sorprendido al Ademar León en su feudo, para sumar su quinto triunfo en la competición doméstica y seguir intratable haciendo el pleno, cinco de cinco. El 34-27 se gestó en una primera mitad espectacular, de esas en las que destaca el colectivo, en las que todos se sienten partícipes de las alegrías y en las que todos, sin excepción, aportaron su granito de arena.

Porque si por algo ha destacado el Naturhouse de Jota González ha sido por la velocidad. Ritmo endiablado. Y por ahí cimentó el triunfo ante el Go Fit. Una soberbia actitud defensiva que le sirvió para robar infinidad de balones y montar contragolpes en los que explotar la velocidad de sus extremos. Pero ese ritmo trepidante no sólo se dio en las transiciones. Encajar un gol, sobre todo al principio del choque, era un acicate para imprimir velocidad, para buscar en apenas unos segundos la manera de superar a Sánchez. Con esa dinámica el 4-0 inicial no pillaba por sorpres al millar de aficionados que había en El Palacio. Con Kappelin de dulce, 8 paradas en 15 minutos, el cuadro cántabro estaba desquiciado ante tanta pérdida.

Molina, Garabaya, Stenmalm, Ángel Fernández estaban intratables con una defensa 6-0 en la que el portero sueco se hacía imposible de superar. Rodrigo Quiñones trató de impedir que el recital de los locales fuera a más, para lo que depositó la cartulina verde en la mesa, a los 12 minutos con un 8-3 preocupante para los visitantes. Pero no frenó nada. La velocidad, los robos de los franjivinos unido a las pérdidas y fallos cántabros provocaban que el Naturhouse se escapara en el marcador: 12-6, 14-8, 16-9, 19-10. Stenmalm y Malmagro cumplían desde los 9 metros y hasta Garciandia, poco utilizado hasta la fecha, mostró ganas y ambición -le faltó acierto- saliendo desde el inicio. No hacía falta ni que Vigo mostrara su mejor versión porque el equipo estaba lúcido en la elaboración ni que Malmagro atinara con sus lanzamienttos lejanos -el catalán estuvo algo apagado e incluso falló desde los 7 metros otro día más-.

Dejarse ir

Tras el descanso era esperable el descanso del guerrero, pero se demoró un poco porque Ángel Fernández con 4 goles -pudieron ser 5 de no toparse con el larguero en una contra- en 5 minutos aumentó la diferencia hasta los 11 goles: 23-12. Ahora sí, había que dejarse ir. Tocaba pensar en el Tratan Presov, que viene este sábado al Palacio. Además, el Go Fit tiró de orgullo. Paredes -autor de 7 de sus 8 goles en la segunda mitad-, Álvarez -se dejó ver con el choque ya decidido- y Calderón adquirieron protagonismo en ataque para maquillar el marcador pese a que Aginagalde intervino con acierto.

A Jota González no le gustaba cómo se estaban sucediendo las cosas y con 27-20 (minuto 48) pidió un tiempo muerto para arengar a los suyos, para que la intensidad se mantuviera, para evitar relajaciones innecesarias, para constatar que el Naturhouse es un grande de Asobal y que no podía permitirse distracciones, que había que seguir trabjando. Charla que surtió efecto por unos minutos, 31-21 (minuto 52), gracias a la labor encomiable de Val, principal argumento ofensivo en la segunda mitad de los riojanos.

Sin embargo, la dosificación de minutos en las filas locales generó un final de encuentro sin conexión, intermitente, irregular. Vigo intentó pausar a los suyos, pero no acertó en el cómo. Además, las pérdidas eran continuas en pases sencillos. La falta de concentración era evidente y aunque se trataba de insistir en el aspecto defensivo el parcial de la segunda mitad, 15-17, deja a las claras que los franjivinos habían levantado, y mucho, el pie. Ni las dos exclusiones seguidas de Jorajuria y Muñiz ayudaron a encontrar la brillantez de un equipo que descaradamente tenía la mente en la visita de los eslovacos a Logroño. Ni la presencia del joven Cadarso, autor de dos tantos, para dar descanso en el extremo a Ángel Fernández, permitió acabar la contienda con buen sabor de boca después de una actuación, en los primeros 35 minutos, para disfrutar. Quizá haya que quedarse con eso, con la velocidad de un Naturhouse capaz de lo mejor. Y que siga.

Naturhouse La Rioja: Kappelin (p), Rocas (4, 2p), Val (6), Vigo (1), Stenmalm (5), Ángel Fernández (7) y Garciandia (1), siete inicial, Malmagro (1), Cacheda (1), Garabaya, Molina (5), Pedro Rodríguez (1), Cadarso (2, 1p) y Aginagalde (p).

Go Fit Sinfín Balonmano: Sánchez (p), Muñiz (2), Canedo (1), Blázquez, Postigo (2), Paredes (8) y Calderón (3), siete inicial, Herrero, Álvarez (5), Merino (2), Río (1), Jorajuria (2), Pla (1) y Savic (p).

Parciales: 4-0, 6-3, 10-4, 12-6, 14-8, 19-10 (descanso); 23-12, 25-14, 26-16, 29-10, 31-22 y 34-27 (final).

Árbitros: Gonzalo Miranda Bedate y Fernando San Pedro Colorado. Fueron excluidos el local Malmagro (min. 41) y los visitantes Merino (min. 20), Paredes (min. 28), Jorajuria (min. 56) y Muñiz (min. 57).

Incidencias: Algo más de un millar de espectadores en el Palacio de los Deportes.

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