Triunfo obligado pero anodino en Las Gaunas

Triunfo obligado pero anodino en Las Gaunas

Rioja2

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Victoria, sí. Pero sin muchas alegrías. Había que ganar. Se hizo. Deberes cumplidos. Sin embargo, hay peros. Probablemente muchos de ellos tengan que ver con el partido del miércoles de Copa del Rey ante el UCAM Murcia, pero en esta categoría uno no se puede relajar, no puede permitirse confianzas por mucha Peña Sport que haya enfrente. Los navarros, un bloque que asume su posible regreso a Tercera, es limitado. Lo sabe, es consciente de ello, pero trata de pelear ante rivales superiores, de ser solidario, de buscar el mejor ritmo posible para sus intereses, de incomodar a su oponente, si puede, con sus recursos.

Ahí queda la capacidad del UD Logroñés para cerrar este tipo de encuentros peligrosos si no se hacen las cosas en su debido tiempo. Si los blanquirrojos no dan continuidad a sus acciones, si se muestran irregulares en el rimto de juego, si no generan las ocasiones que deberían pues pasa lo que ocurrió en la noche del sábado, que el adversario, con poquito, sigue vivo y hasta te empata cuando nadie se lo espera -más allá del error de Fermín-, que cree en poder sumar ante un equipo superior y que incluso goza de una gran oportunidad para forzar las tablas a 5 minutos del final -Manjón lanzó al larguero-.

Puede, seguro, que los cambios introducidos (Fermín jugó por una gastroenteritis de Miguel, Miguel Santos, Reguilón, Santelices, Joel Valencia, Íker Alegre y Jordan fueron las novedades respecto al duelo del Celta B) pasaran factura, pero para lo bueno y lo malo. Se intuía más frescura, la hubo en fases, más ambición por los que tienen su oportunidad, muy pocos aprovecharon sus minutos. Por suerte, enfrente estana la Peña Sport y la relajación no tuvo efectos drásticos, y los pudo tener.

Gol de Jordan a los 36 segundos

Quizá que fuera una primera parte insulsa y anodina no ayudó. Seguramente estuvo condicionada, en exceso, por el tempranero gol de Jordan y por la abundante posesión, estéril, de los riojanos. Pese a ello, el UD Logroñés demostró pegada, remate. Si el ariete marcó a los 36 segundos, Pere Milla marró el 2-0 a los 5 minutos tras un buen pase de Jacobo, un buen control, pero un tiro que despejó, como pudo, Jorge. Dos acciones casi consecutivas, sin apenas elaboración en la que se buscaba la espalda de una defensa lenta y algo descoordinada por momentos.

Sin embargo, el duelo se narcotizó, entró en una fase de nebulosa en la que no ocurría nada. El cuadro blanquirrojo tenía la posesión, perfecto, pero no había profundidad, no había oportunidades, faltaba chispa, velocidad en ocasiones, pausa en otras. La Peña Sport se dejaba querer, hasta prefería. Ritmo parsimonioso. Aburrimiento. Sopor. El tiro de Jacobo al larguero a la media hora tras un saque de esquina en el que se dieron hasta dos semifallos animó un poco la contienda. Pero una pizca.

Cuando ambos conjuntos ansiaban la llegada del descanso hubo novedades. Ante la sorpresa de todos, el conjunto tafallés puso el empate. Falta que botaba Maeztu desde el centro del campo, Fermín salía arriba, valiente, para atrapar la pelota… pero se le cayó de las manos… la bola andaba suelta y Manjón acertó a meter la pierna. Empate. El festejo en las filas visitantes no era para menos. Sin haber hecho nada equilibraban un partido que no había sido cerrado previamente por relajación local.

Reacción inmediata

Tocaba bregar de nuevo. Volver a activarse ante un equipo que, se intuía, iba a volver a redoblar esfuerzos en las tareas defensivas. Curioso que en la siguiente jugada Reguilón -asistente en los dos primeros goles- sirviera de lujo a Pere Milla que, en el segundo palo, picaba para hacer imposible la parada de Jorge.

Era importante incrementar la intensidad. Cierto que hubo algo más en el inicio de la segunda parte. La presión era buena, había más ganas, se corría más. La actitud parecía corregida, ya no había tanta relajación. Pero la ausencia de oportunidades, pese al dominio, fue mermando esa alegría. Fue decayendo hasta el punto de que la Peña Sport, con poco, fue ganando metros. Repitió la jugada de su gol para comprobar si lo de Fermín fue un error puntual o era algo por donde poder rascar. Fue lo segundo porque a través de dos faltas lejanas, los navarros comprobaron que el meta riojano no tenía su día. En ambas, la cosa no pasó a mayores, pero en la segunda la anticipación de Barace y su peinada provocó que Jacobo evitara males mayores despejando con la meta vacía.

Pouso ya había movido el banquillo dnado entrada a Chevi, había que tener algo más de profundidad, y a Carlos Fernández, en sustitución de Jordan, y salvo el remate de Santelices tras un córner los cambios no habían surtido su efecto. Parecía el momento idóneo para que Álvar González debutara en liga, pero Santelices sufrió unas molestias que obligaron a Julio Rico a ingresar en el campo. Más allá de estas variaciones, el duelo siguió por los mismos derroteros. Faltaba ritmo.

Manjón tuvo el empate a 5 minutos del final

La Peña Sport, a lo suyo, estaba en el partido. No por ocasiones, pero podía ocurrir cualquier cosa, una jugada aislada, una contra, una acción de estrategia. La UDL, espesa, empezaba a pensar en el UCAM Murcia. Error. Manjón, por la derecha, se encontró con un buen pase, avanzó y hcutó sin miramiento. Al larguero. Con el miedo en el cuerpo, los futbolistas y los aficionados blanquirrojos se dieron cuenta de que el triunfo no estaba hecho. Quedaban 5 minutos que podían hacerse largos.

Carlos Fernández se encargó de evitar agonías y sufrimientos. Muneta sacaba de esquina y la ponía en el primer palo para que el delantero superara a Jorge por arriba. Un buen remate de un delantero que va cogiendo presencia en el equipo, que tiene buenos movimientos sin balón y que pudo marcar un doblete en el tiempo añaido cuando encganchó una volea dentro del área.

En definitiva, un triunfo necesario que ya se sabía antes de empezar el partido y que deja a las claras que Carlos Pouso estaba pensando en el duelo del miércoles de Copa del Rey ante el UCAM Murcia. Ahí debe verse a un UD Logroñés más concentrado, menos despitado, más aguerrido, más consistente y más inspirado en ataque, más vertical. Todo sea por pasar de ronda y que llegue a Las Gaunas un equipo que está jugando en Europa.

UD Logroñés: Fermín; Miguel Santos, Borja, Santelices (Julio Rico, min. 70), Reguilón; Jacobo, Muneta; Íker Alegre, Pere Milla (Chevi, min. 62), Joel Valencia; y Jordan (Carlos Fernández, min. 62).

Peña Sport: Jorge; Eder (Goñi, min. 64), Monreal, Iván, Ezkurra; Iturralde; Manjón, Beñat (Jorge Rodríguez, min. 77), Barace, Maeztu (Giles, min. 59); e Imanol.

Árbitro: Óscar Sauleda Torrent (Comité catalán), acompañado por Sergi López Freixa y Aleix Roig Antoja. Amonestó al local Julio Rico (min. 78); y a los visitantes Monreal (min. 7), Ezkurra (min. 17), Eder (min. 25), Barace (min. 47), Imanol (min. 79) y Giles (min. 81).

Goles: 1-0, min. 1: Jordan. 1-1, min. 40: Manjón. 2-1, min. 43: Pere Milla. 3-1, min. 89: Carlos Fernández.

Incidencias: 2.074 espectadores en Las Gaunas, según informó el club organizador.

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