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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Empate en el campo, victoria en la grada

Empate en el campo, victoria en la grada

Rioja2

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El fútbol tiene muchos aristas. Demasiados. Lo indiscutible es que la jornada fue buena para la Unión Deportiva Logroñés, segundo con 46 puntos. Empate ante el Racing de Santander (40), con el que se tiene ganado el golaveraje particular, tablas del Racing de Ferrol (47) en Merkatondoa y del Pontevedra (39) en casa ante el Lealtad, la Cultura (38l pierde frente al Guijuelo y el Tudelano (39) se aúpa a la quinta plaza a la misma distancia que la semana pasada (7 puntos). Otro dato fiable y esperanzador. Las Gaunas registró una gran entrada, la mejor de su corta historia: 7.204 espectadores (más de dos mil para apoyar a los cántabros).

Eso son los números, que ahí están. Llega el momento de analizar lo vivido en el campo municipal. Por de pronto, las expectativas creadas por este choque han demandado un ambientazo que ojalá se repitiera cada 15 días. La UDL, por si fuera poco, está respondiendo de manera positiva siempre que tiene un partido de enjundia entre manos. Es como si le pusieran los choques ante equipos de entidad. Lo demostró frente al Racing de Ferrol hace dos semanas y lo evidenció este domingo con la visita del Racing de Santander.

Más allá del resultado, el aficionado blanquirrojo ya sabe que va a vibrar con los suyos, que la intensidad de los futbolistas provoca que el equipo transmita buenas sensaciones. Da igual el marcador, aunque mejor si el equipo gana. Ritmo, velocidad, pelea, lucha, anticipación… no hay respiro o al menos la UDL intenta que el oponente no tenga tiempo de nada, y menos de poner en práctica lo que mejor sabe hacer. Sólo el terrible esfuerzo realizado por algunos futbolistas, caso de Miguel Santos, Titi -que requiere descanso para mimarlo de su frescura- o Adrián León -superlativo para cubrir las espaldas de Chevi y Muneta-, pasa factura ante un ritmo tan alto.

Ritmo vibrante y frenético

Esta Unión Deportiva Logroñés contagia a la grada y a su rival. Hay que ser muy fuerte mentalmente, además de físicamente -algo que demostró el Racing con el paso de los minutos-, para estar a la altura de un conjunto que actúa, ejecuta. Si te despistas, te cae un gol. Si incides en el error, te vas con derrota. Si a los 16 segundos un equipo te genera una ocasión de gol –con polémica por saber si la pelota tras el tiro de Paredes traspasa o la línea- toca rezar para que el temporal amaine.

El Racing de Santander, en este sentido, evidenció hechuras de equipo que quiere recuperar su sitio en el fútbol nacional, que no se dejó intimidar por la velocidad, por el ritmo frenético de una UDL insistente con balón, le gusta pisar área, merodear y centrar desde los costados, pero también sin balón, puesto que presiona para poder anticiparse, robar y jugar siempre en ventaja. De ahí que los conjuntos que se miden al cuadro blanquirrojo intentan pausar sus acciones, ralentizar el juego, darle pausa. Pero claro, cómo se hace eso si enfrente hay once futbolistas concentrados y unidos para un mismo fin. Difícil. Sólo el paso de los minutos y cierta madurez puede llevar al éxito.

Durante la primera mitad, la UDL impuso su criterio ante un Racing que, sólo por unos minutos, después de un par de acciones de Óscar, parecía frenar lo que se le venía encima. Como ocurre en muchas ocasiones, esto es fútbol, no boxeo. Aquí no valen de nada las tarjetas de los puntos, en el rectángulo lo que prima es lo que ocurre en las áreas. Son determinantes. Y a la UDL le faltaba concretar su dominio y empuje. No lo hizo hasta pasada la media después de una acción polémica para los visitantes. Pere Milla se lleva el esférico ante Fede, el cual queda en el suelo. El ilerdense avanza, llega al área y cede a Paredes que le dobla por la izquierda; el lateral se la devuelve y el ‘pichichi’ supera a Santiago. El equipo cántabro pide falta. Por pedir que no quede.

Tras el gol, el duelo se fue apagando hasta el descanso. Las interrupciones y de nuevo la polémica con Pere Milla, en el suelo, ya que el Racing no tiró fuera la pelota hasta que Caneda lo hizo. Aunque cabe preguntarse para qué está el árbitro, tendente siempre a lavarse las manos y esperar a que sean los futbolistas los que actúen, generaron que no pasara nada interesante sobre la hierba. La charla de Pedro Munitis para animar a los suyos fue corta, ya que los cántabros saltaban al campo 7 minutos antes que su oponente.

Dominio visitante en la segunda parte

La determinación visitante fue clara. El balón ahora era del Racing. La UDL, obligada, se echaba atrás ante un conjunto que apostaba por la paciencia, que no se volvió loco y quiso actuar con cautela pero con una marcha constante. Pouso daba entrada a Íker Alegre por Titi con la intención de continuar insistiendo por los costados. Además, ahora en una contra el choque podía quedar sentenciado. Miguel no intervenía, por lo que el cuadro anfitrión estaba cómodo sobre el tapete.

El problema es que el Racing, más allá del nombre, cuenta con hombres. Algunos determinantes. Caso de Dioni. Cazó una pelota, la controló y fue citando a los defensores que le iban saliendo al paso en busca de su destino, el área. Una vez alcanzada la meta sólo le quedaba batir, lo hizo con destreza cruzando su tiro, a Miguel. Una de una. El empate languideció los ánimos de una UDL a la que le costaba sacudirse de la posesión, muchas veces estéril, del Racing. Asimilado el tanto encajado y con Luis Morán sobre el campo, actuó con libertad por detrás de Carlos Fernández, el conjunto riojano buscó con ganas a Santiago, aunque sin tirar entre los tres palos.

Miguel Santos pedía el cambio justo cuando Birane Ba iba a dar consistencia en la medular al comprobar que la UDL se rompía, por momentos. Pouso tuvo que cambiar sobre la marcha, dando entrada a Barreda en el lateral. Y un minuto después, a Adrián León se le subía todo. Con casi 15 minutos por delante, el cántabro, valiente, se mantuvo en el campo para no dejar a los suyos en inferioridad, aunque claro se limitaba a no perder el sitio. El Racing, por su parte, no variaba su discurso. Confiaba en una acción a balón parado y tras un saque de banda, Dioni le ganaba la partida a Borja para citar a Miguel, el cual ahora sí le adivinó la intención.

Fue la penúltima oportunidad de un Racing que sin prisas pudo llevarse el choque. La UDL, justita de fuerzas, daba por bueno el punto dadas las circunstancias. Sin embargo, los visitantes gozaron de una última ocasión. Balón desde la izquierda y Granero peina con intención, pero Miguel, de gran estirada, evita la derrota. Final del partido. Sin duda, lo mejor que le podía pasar a una UDL que acusó el alto voltaje del comienzo, el ida y vuelta constante, la batalla por ganar cada balón, el empuje por presionar lo más arriba posible, el esfuerzo soldiario por tapar, robar y anticiparse en todo momento. Caracterísiticas que ante otros rivales son suficientes para ganar, pero que con el Racing valió para sumar un punto.

UD Logroñés: Miguel; Miguel Santos (Barreda, min. 73), Jacobo, Borja, Paredes; Adrián León; Titi (Íker Alegre, min. 46), Chevi, Muneta (Luis Morán, min. 65), Pere Milla; y Carlos Fernández.

Racing de Santander: Santiago; Fede, Santamaría, Caneda, Docal; Óscar (Migue García, min. 83), Peña, Granero, Dani Rodríguez (Artiles, min. 87); Coulibaly (Pumpido, min. 88) y Dioni.

Goles: 1-0, min. 32: Pere Milla. 1-1, min. 58: Dioni.

Árbitro: Josep Subirats Matamoros (Comité catalán), acompañado por Edgar Ramírez Hens y Josep Olle Lladó. Amonestó a los locales Adrián León (min. 7) y Pere Milla (min. 51); y a los visitantes Docal (min. 64) y Santamaría (min. 89).

Incidencias: 7.204 espectadores en Las Gaunas, según informó el club organizador. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del árbitro Juan Francisco Vior Iglesias, de la territorial riojana. Los jugadores del UD Logroñés portaron una camiseta con el lema ‘Altadis no se cierra’ y mostraron una pancarta: ‘No al cierre de la fábrica de tabacos. 600 familias a la calle’.

Jordan se despide

En otro orden de cosas, Jordan Gaspar aprovechó el domingo para despedirse en las redes sociales. En concreto, el delantero escribió en Twitter una carta de despedida del cuadro blanquirrojo. De esta manera, el exfutbolista del Agoncillo pone rumbo a la capital donde le espera el Real Madrid Castilla. En el escrito, el delantero agradece a la Unión Deportiva Logroñés por “haberme dado la oportunidad de desarrollarme como persona y deportista”.

Indica que “es hora de comenzar una nueva etapa, de afrontar nuevos restos y aunque nuestros caminos se separesn, estoy convencido de que algún día volverán a encontarse”. Asimismo, concluye diciendo que agradece “el trato recibido, además del apoyo y la confianza que se ha depositado en mí. Os llevo en el corazón, hasta siempre Logroño. Aúpa UDL”.

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