Los tres puntos son el estímulo

Con descanso de cinco días incluido, la Unión Deportiva Logroñés retoma su vuelta a la competición este domingo en Las Gaunas. Siete duelos por delante para aclarar su posición, de primero a cuarto, en la liga y para enfilar la fase de ascenso a Segunda. El primero, el más importante, el que sucederá a partir de las 17.00 este 3 de abril. Al campo municipal acude un Valladolid B en racha positiva tras sus dos últimos triunfos (Arandina y Astorga) y que buscará reivindicarse en un terreno de juego que invita a disfrutar.

La UDL tuvo que modificar sobre la marcha la sesión del jueves. Había previsto un partido en Laguardia ante el Lucerna con un combinado entre jugadores de la primera plantilla y del Regional, recientemente ascendido a Tercera división a falta de cuatro jornada para el final liguero, pero las lluvias caídas ese mismo día propiciaron que Carlos Pouso programara entrenamiento vespertino para preservar el estado del campo de la localidad alavesa. Todo para estar en plenas facultades para el domingo, donde no estarán ni el sancionado Borja ni los lesionados Íker Alegre, Álvaro González y Adrián Cruz, “que el otro día en el calentamiento metió el pie en un agujero y se ha resentido del tobillo que tuvo lesionado”, expuso Carlos Pouso.

Respecto al once que ponga en liza, Miguel será de la partida, que en defensa Miguel Santos recupere el lateral, que Jacobo y Santelices sean los centrales, dejando a Paredes como lateral zurdo. Adrián León pondrá el equilibrio en la medular. Chevi y Muneta darán clase y calidad, mientras que Titi y Pere Milla en los costados deben ser los que muestren llegada. Como referente, Luis Morán recuperará el '9' en detrimento de Carlos Fernández. La convocatoria, además del delantero jienense, Barreda, Kike y Fermín, se completará con un jugador del filial. En la preconvocatoria, Pouso a optado por el central Pablo, los centrocampistas Guillermo y Míchel, además del portero Lavín. Los descartes, horas antes del duelo.

UN RIVAL COMPLICADO

Sobre el Valladolid B, que acude a la cita tras dos triunfos seguidos que le dan cierta tranquilidad en la clasificación al sumar 38 puntos, 5 de margen respecto al puesto de promoción por la permanencia, Pouso apuntó que “los filiales ya sabes como son: gente joven, con buena condición, un equipo con buenos futbolistas que están llamando a la puerta del primer equipo. Tienen un punto de irregularidad. Es un equipo al que su campo le perjudica porque está muy deteriorado. La propuesta en su campo es un jugar a no jugar. Eso a los jugadores técnicos les perjudica. Ahora juegan más un 4-3-3, antes era un 4-2-3-1”.

En lo deportivo, Borja Jiménez, entrenador del filial pucelano, no podrá contar con los defensas Manel Royo y Cristian Moreno, sancionados. Además, está en veremos si su máximo goleador Arnáez, autor de diez dianas, acude o no con el primer equipo. Sin duda su ausencia, de formalizarse, será un alivio para la zaga riojana, que debe seguir apostando por ser la mejor defensa del grupo si quiere aspirar a lo máximo en estas siete jornadas que restan.

Con 9 puntos de margen sobre el quinto puesto, “nos centramos en los tres puntos”, vaticina Pouso. “Cada paso que damos estamos más cerca de la meta” y, en este caso, “si ganamos al Valladolid B. aseguramos disputar la Copa del Rey”. Aunque todo hace indicar que habrá que celebrar también el acceso a la postemporada, vía fase de ascenso, el técnico vasco se sumerge en las cifras: “Las matemáticas me dicen que para el 'play off' de ascenso se necesitan 71 puntos, que es donde puede llegar el quinto. Luego se puede ir descontando”. En este sentido, “como entrenador te tienes que situar en el peor de los escenarios y ahí es donde tienes que moverte”. Hay que confiar en que esto no suceda.