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Gorka pierde ante Mendizábal la final manomanista de promoción

Rioja2

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Con un bonito duelo de cánticos entre las aficiones en la grada, el Labrit pamplonica acogió la final del mano a mano “de promoción”, la tercera a la que llegaba Gorka Esteban en los últimos meses. Pero el riojalteño no fue el pelotari dominante y resolutivo al que nos ha malacostumbrado en esta última etapa de su vida profesional, sino que se perdió en un mar de malas decisiones, imprecisiones, desaciertos y dudas.

Ni siquiera la calma que Goyo Hernando intentaba transmitirle desde la silla tuvo efectos en el sosiego de nuestro paisano, y eso, a pesar de que en tres ocasiones el de Ezcaray estuvo a punto de consumar la remontada (10-12, 12-16 y 14-16). Para evitarlo, Aitor Mendizabal hizo todo bien, corrió a por todas las pelotas, suplió su carencia de golpe con remates habilidosos y, sobre todo, evitó que Gorka golpeara cómodamente la pelota echándole continuamente la bola a los pies, sin que el riojano pudiera tampoco buscar el sotamano para pasar a dominar. Pero además, y como suele suceder cuando uno tiene una mala tarde, el guipuzcoano tuvo la suerte de cara: 3 escapadas cayeron encima de la chapa, e incluso el juez le echó una manita al no ver una clara chapa en el 16 a 12.

Por supuesto que la pájara que sufrió Gorka en la final no ensombrece el triunfo de Mendizabal III, ya que el menudo pero resolutivo jugador de Antzuola jugó un partido casi perfecto: Muy bien colocado, se dejó el alma en cada pelotazo (como hace en todos los partidos), movió bien con su gancho de zurda a Gorka, defendiéndose correctamente cuando se veía obligado a jugar con la derecha, y rematando con acierto a la menor oportunidad.

Por el contrario, ejemplos de la mala tarde de nuestro paisano fueron tantos como los siguientes: El 2 a 0 para Mendizabal, que llegó de pelotazo al alcanzar una dejada pésima de Gorka; El 5 a 1, tremendo error al enviar la pelota al techo desde el 1; El 6 a 1, otro pelotazo desbordante de Aitor tras otra horrible dejada del ezcarayense; El 9 a 3, cuando ni siquiera tocó la bola al intentar cortar el saque de aire; O la falta de saque que cometió en el 11 a 7…

Y mientras esto hacía Gorka, Aitor a lo suyo, sumando tantos como hormiguita, sin desviarse de su guión preestablecido: impedir que su rival pudiera soltar los brazos a gusto para dominar la contienda. Así, el guipuzcoano navegó cómodamente, con ventajas de 9 a 3, 10 a 4 o 12 a 7. En este momento llegó el primer descanso por exigencia de la ETB, saliendo Gorka y Goyo al vestuario. A su regreso aún duraba la filípica del botillero, consejos que algo debieron calmar a su pupilo, que tuvo entonces sus mejores momentos, logrando acercarse a 2 tantos en varias ocasiones.

La última de ellas fue en el 14 a 16, cuando la presión de Gorka obligó a Mendizabal a solicitar su primer descanso. La afición riojana tenía ahí mejores sensaciones, avivadas porque su paisano ni siquiera tocó la silla, mientras Mendizabal recuperaba trabajosamente la respiración sentado junto a su padre.

Pero el ezcarayense no logró solventar esa diferencia, volviendo a las andadas tras el 14-16: De ahí al final un único tanto remató Mendizabal, ya que los otros 5 fueron errores de Gorka. El primero, el que frenó su racha y dio respiro a Aitor, al enviar fuera el saque-gancho (17 a 14), y el último, al fallar el sotamano de diestra con el que intentó restar el saque.

Así pues, tras una hora de juego, merecida chapela para Aitor Mendizabal, por más que los riojanos nos fuéramos con la sensación de que pocas veces el ratonero de Antzuola lo tendrá tan fácil contra el formidable jugador que es Gorka Esteban. Confiamos en que ya en el próximo partido el de Ezcaray regrese a la exitosa senda de los últimos meses.

Datos:

Gorka Esteban: 8 tantos, 9 errores (dos al no restar el saque y uno de falta)

Aitor Mendizabal: 9 remates, 6 fallos (uno a resto de saque)

Pie de foto: Los hermanos Merino y Cecilio Valgañón no se perdieron la final.

El primer partido del festival fue el del segundo triunfo de Darío Gómez desde su reaparición, tras más de medio año recuperándose del temido mal de manos. Acompañado de Martija, dejaron en 10 a Tainta e Iturriaga, ofreciendo la promesa de Ezcaray muestra de que su látigo en la diestra está de nuevo activo, gustándose además con varios remates de aire a la pared con su zurda. Los 9 tantos ganados son promesa de próximos éxitos del riojalteño, si las herramientas le aguantan… Al tiempo.

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