Feria matea, día 4: Llegó Olaizola II, el dominón

Feria matea, día 4: Llegó Olaizola II, el dominón

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Tres protagonistas tuvo el día de San Mateo la feria de pelota: Aimar Olaizola, que hizo y deshizo en el partido de campeonato; Darío Gómez, que (por fin) enseñó el gran pelotari que lleva dentro; Y Rubén Salaverri, que debutó en profesionales ante una afición entregada.

Si el run-run ambiental prometía emociones fuertes, el festival empezó fantasticularmente: Por fin el Darío que la afición riojana esperaba ha comparecido en profesionales. El de Ezcaray, muy bien respaldado por Irusta en la zaga, hay que decirlo todo, dio un recital de remates, sobre todo de gancho a la punta. Un gancho estéticamente precioso, de arriba a abajo con la palanca estirada, imposible de alcanzar por todo un experto defensor como es Arretxe II. Porque los de Aspe vencieron 18 a 10 a los veteranos Iker Arretxe y Alexis Apraiz, jugadores de Asegarce que han conocido mejores tiempos, pero que aún mantienen bien el tipo en el profesionalismo. ¡Y que buenos son estos pelotaris para que se vayan haciendo los novatos! El ezcarayense jugó a gusto, disfrutando, mandando con su portentosa diestra, y rematando ajustadamente con la zurda.

Empezó frío Irusta, por lo que los de Asegarce se adelantaron 3 a 1. Y ahí empezó el recital de Darío: El primer tanto que ganó, tirándose a por una pelota baja para conseguir un gancho a la punta perfecto; El empate a 3, de paradita a la pared desde lejos; El 4 a 3, carambola; El 5, voleón al choco; Y el 6 a 3, gancho al ancho. Una impresionante tacada del ezcarayense.

Se recompuso la pareja colorada, consiguiendo remontar y ponerse 7 a 6: Rompió la racha Apraiz de pelotazo cruzado, cambiaron la bola, y Arretxe ganó los 3 tantos siguientes. Pero Darío no se vino abajo, sino que continuó con la última pelota elegida por sus rivales, y enganchó una nueva tacada del 7 a 6 en contra al 11 a 7 a su favor.

Se volvieron a acercar los colorados, esta vez a dos tantos (9 a 11), pero 5 ganchos consecutivos de Darío Gómez finiquitaron la contienda, terminando finalmente en 18 a 10 el partido.

El de Ezcaray ganó 11 remates y solo cometió dos fallos, uno de falta en el último saque en su intento por sacar petróleo con la jugada inicial. Lo dicho, bienvenido sea este Darío, esperemos que siga así.

El riojano estuvo muy bien respaldado por Aitor Irusta. El fortachón zaguero vizcaíno mostró todas sus cualidades en la refriega: Buena colocación, potencia a medio frontis con la derecha, muy buena volea defensiva, y un pelotazo fresco y largo con la zurda.

El estelar fue un monólogo de Aimar Olaizola, que ganó 11 tantos, entró a toda pelota que pasó por sus dominios, impidiendo el juego alegre y violento de Víctor. En definitiva, ofreciendo un recital con todas las claves de este deporte.

David Merino, por su parte, jugó un gran partido, pero es que lo hizo todo el rato a favor de corriente, teniendo que esforzarse poquito en defensa, ya que el dominio de Olaizola II no permitía a Zabaleta castigar a placer atrás. Además, el zaguero de Aspe no estuvo a gusto en ningún momento, errando hasta en 6 ocasiones, bien escapadas cuerpo-a-tierra, bien al colchón superior.

El encuentro se resume rápido: 3-0, 1 a 3, 18 a 1, 5 a 18, 22 a 5. La tacada del 3 al 18 fue un compendio pelotazale de Aimar Olaizola, uno de los mejores pelotaris de la historia. Una lástima que no se grabara. Empezó la cosa con varios errores de los azules, pero a partir del 9 a 1 (tras un soberbio pelotazo de David), destapó el campeonísimo navarro el tarro de las esencias: Cortadón de zurda, carambola, ganchazo, paradiza de zurda, otro gancho, otra paradita... Y todo tras mover a los rivales a su antojo por toda la cancha.

Zabaleta se mostraba inseguro, mientras que Víctor, que bastante hacía con aguantar el chaparrón, estaba tan aconjogado, que ni fallaba acelerado, como le sucede en muchas ocasiones. Solo cuando logró el 2 a 18 de ganchito a la pared se desentumeció la grada, que de ahí al final no se cansó de animar al riojalteño. Enrabietado, el pequeño de los Esteban ganó otro par de tantos brillantemente. Más un error de Olaizola al restar el saque el partido se puso 5 a 18.

Engordar para morir, porque la suerte hacía rato que estaba echada: Defendieron muy bien los colorados el siguiente tanto, con Merino II recogiendo un gancho en el ancho y todo, matándolo Olaizola II de dejadita al choco. Falló Zabaleta con la derecha a continuación, ganó un tanto de pelotazo David Merino, y el partido terminó con una descolgada al ancho Aimar. 22 a 5, palizón en el Adarraga, y los favoritos que confirman el pronóstico.

DATOS

Olaizola II: 11 tantos, un único error (a resto de saque de aire).

Merino II: Partido perfecto: 2 tantos de pelotazo atrás, ningún fallo.

Víctor: 3 tantos y 3 fallos (uno al restar).

Zabaleta: 1 tanto, 7 errores (uno al no devolver un saque restable)

47 minutos duró el partido, que salió 100 a 30 en las apuestas por los finalmente ganadores. Acierto claro de la cátedra.

El Adarraga mejoró su entrada, bulliciosa y especialmente seguidora del debutante.

Rebote

El reloj del frontis se quedó clavado en las 10 menos cuarto.

El tercer partido fue el del debut de Rubén Salaverri. Tenía el riojano a priori un buen delantero, pero un muy mal contrincante en la zaga: Berasaluze II como compañero, y Gorka-Barriola enfrente.

El novato de Fuenmayor acusó los nervios en los primeros compases, mientras que Gorka atacaba la pelota desatado, como acostumbra en el inicio de los partidos. De esta manera, y a pesar de los esfuerzos de “Pablito” Berasaluze, los azules disfrutaban de cómodas ventajas de 4 a 0, 8 a 2, 10 a 3...

En su afán por destrozar la bola, ante los amagos de su compañero, Rubén o no empalmaba bien, o enviaba la pelota fuera del verde. Pero también ofreció destellos de su clase, como en el 8 a 13, dominando a Barriola hasta propiciar la entregada que aprovechó Berasaluze para matarlo de gancho.

El debut de Salaverri escondió el que pudo ser el último partido de Berasaluze en el Adarraga. Si es así, se habrá cometido una tremenda injusticia con el habilidoso delanterio de Berriz. El 18 a 11 para azules terminó con tímidos gritos de ¡Pablo, Pablo!, después de que el guipuzocano lo intentara de todas las maneras, pero marrara el gancho a la punta.

Muy aplaudido fue también el primer tanto que gana Salaverri en profesionales, el 14 a 19 (pelotazo cruzado que ni Abel Barriola pudo devolver).

Pero el partido, a pesar de los esfuerzos de Berasaluze, estaba muerto desde que se programó tan descompensado: Barriola no está en su mejor momento deportivo, pero aún es un durísimo hueso para los jóvenes neo profesionales. Terminó la cosa en 22 a 14, aunque ni ese resultado quitó la amplia sonrisa al jovial debutante. Ya es profesional, ahora, a sudar la camiseta...

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