Enterrado de pie para velar eternamente a su amada

José murió con tan sólo 28 años de pura melancolía, tan sólo meses después de que su amada falleciera. Pidió ser enterrado de pie, porque era la única forma de mirar hacia donde yacía su novia. Esta tumba, de 1869, es la única vertical que existe en España. Y está en Alfaro.

José Mauleón y Giménez era un trabajador de la finca de la familia Primo de Rivera y Sáenz de Heredia y estaba enamorado del ama de llaves de la casa. La chica murió muy joven y “la tristeza se apoderó de su enamorado, que entró en depresión”, como indica el historiador Antonio García-Calvo. Mauleón murió meses después, pero antes comunicó su deseo de ser enterrado mirando hacia la tumba de ella para “velarla eternamente”, por lo que decidieron ponerlo de pie, ya que echado no podía cumplirse su última voluntad.

Pese a ser del servicio, la chica había sido enterrada en el panteón de la familia para la que trabajaba, así que la tumba de José mira hacia este mausoleo. Alfaro ha convertido esta leyenda en un atractivo turístico, con un panel informativo en el cementerio que relata esta historia de amor.

PRIMERA TUMBA CRISTIANA

No es éste el único hallazgo singular de Alfaro. En esta ciudad, como relata García-Calvo, se encontró también, junto al río Ebro, los restos de la tumba cristiana más antigua de La Rioja, que ahora forma parte de la exposición permanente Museo Arqueológico de Madrid.

Se trata del epitafio sepulcral en mosaico de una tumba paleo-cristiana de la segunda mitad del siglo IV, en la que está enterrado Ursicino, que murió a los 47 años, dejando una hija de 8 años.

Fue su mujer, Melete, la que mandó construir este sepulcro. En él aparecen detalles como una concha bautismal y una hoja de hiedra, que recuerdan modelos africanos, lo que concuerda con la hipótesis sobre el origen africano del cristianismo español.