Firmas para volver a las 35 horas semanales

Volver a las 35 horas semanales. Ese el objetivo de los funcionarios riojanos y, por esta razón, se han lanzado a recoger firmas para volver a las 35 horas semanales tras el aumento a 37,2 que se implementó en toda España en 2012. De esta forma, los funcionarios riojanos quieren que esta Comunidad siga el ejemplo de Andalucía y Extremadura, comunidades que ya han anunciado la pretensión de rebajar la jornada laboral.

Según explica El Confidencial Autonómico, los funcionarios van a hacer llegar esta exigencia al presidente del Ejecutivo riojano, José Ignacio Ceniceros. Y es que, tras años de recortes presupuestarios, las administraciones públicas empiezan a mostrarse más benévolas con los funcionarios y empleados públicos.

En noviembre, el sindicato CSIF solicitó en la mesa de negociación con la administración autonómica “que restituya a todos los empleados públicos de La Rioja la jornada laboral de 35 horas semanales que les fue arrebatada por medio de un decreto injusto y con la excusa de una coyuntura que no es la actual”.

Por el momento el gobierno riojano no ha dado ningún paso en esa dirección. Por ello, según ha sabido El Confidencial Autonómico, el Sindicato de Trabajadores de la Administración Riojana (STAR) va a tratar de aumentar la presión.

Para ello ha iniciado una recogida de firmas dentro de su campaña para recuperar la jornada de 35 horas en la administración regional. Está distribuyendo hojas para que sus afiliados y simpatizantes recaben apoyos antes de presentar las firmas ante el Gobierno de La Rioja.

Desde el Sindicato de Trabajadores de la Administración Riojana destacan que el aumento de la jornada laboral de 35 a 37,5 horas a la semana ha traído consigo numerosos perjuicios para los trabajadores públicos.

Hablan de que “se han destruido y amortizado puestos de trabajo y se ha prescindido de personal eventual”, lo que ha traído aparejado un “aumento de funciones y sobrecarga de trabajo causadas por tener plantillas insuficientes”.

A ello habría que añadir el “descontento por ver cómo se desprestigia nuestro trabajo”, así como consecuencias personales, concretamente más problemas para poder mantener la conciliación familiar.

En los últimos tiempos, varias comunidad autónomas han dado pasos para rebajar la jornada laboral de sus funcionarios a las horas que tenían antes de los recortes durante la crisis económica. La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha aplicó las 35 horas desde el 1 de enero de 2016 hasta mayo, cuando el Tribunal Constitucional tumbó esta medida de Emiliano García-Page por invadir competencias del Estado.

También el Gobierno Vasco y el ayuntamiento de Madrid lo intentaron pero también sufrieron reveses judiciales. Más recientemente, la Junta de Andalucía ha aprobado un decreto que entrará en vigor el 16 de enero para fijar la jornada laboral de sus funcionarios en 35 horas.

Y en Extremadura, la Asamblea regional aprobó a principios de diciembre una resolución con apoyo de PSOE y Podemos para que el ejecutivo de Guillermo Fernández Vara pida al Gobierno de Mariano Rajoy que le permita reducir la jornada laboral de sus funcionarios a lo largo del año 2017.