El abismo llama a las puertas

El abismo llama a las puertas

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Seis puntos en seis jornadas. Rafa Berges llegó a la UD Logroñés para reconducir la situación de un equipo en el que Carlos Pouso no encontraba la tecla para que los resultados afloraran. El técnico cordobés cambió el sistema, supo adaptarse a las constantes lesiones que se sucedían y los primeros números se veían con buenos ojos (empate en Irún, victoria ante Amorebieta y derrota ante Gernika) porque el juego invitaba al optimismo.

Sin embargo, la tardanza en las nuevas incorporaciones y los malos resultados en estas tres jornadas de 2017 (dos empates y una derrota) provocan que la UDL se acerque a lo que el actual director deportivo llamaba el abismo. De hecho, llama a las puertas. Queda por saber si se le abre o no para que pase y se quede. 26 puntos, igual que el Socuéllamos, que ocupa puesto de fase de permanencia, el denominado 'play out'. Ahí queda eso.

Si en el fútbol mandan los resultados, ahora más que nunca. De nada le sirvió al conjunto riojano merecería más, gozar de varias oportunidades de gol, volcarse durante la segunda mitad sobre un Basilio crecido. Este equipo está gafado cara a portería. Da igual el futbolista. Cuestión de confianza, de ansiedad. Ni Marcos André ni Espina ni Juanfran ni Reguilón. Ocasiones que en otras circunstancias hubieran sido goles, en el Cerro del Espino, no. El Majadahonda sacó provecho de un acercamiento, el primero, para resquebrajar los cimientos de un grupo que asiste día sí y día también a comprobar como los rivales con poco le hacen gol. Ese tanto de Ñoño confundió a los blanquirrojos -de azul este domingo- que no reaccionaron hasta una segunda mitad de un único sentido. Entonces faltó el remate entre los tres palos, un mal endémico. Al menos, hubo oportunidades, se puede pensar. De acuerdo, pero la clasificación demanda puntos.

OCASIONES RIOJANAS DE SALIDA

La UDL salió convencida de su éxito. Para ello buscó arriba la presión y rápidamente obtuvo su recompensa. Salvador recuperó una bola, la puso en el punto de penalti para que Marcos André -previamente ya había avisado con un tiro en cuanto tuvo oportunidad- controlara y retara a Basilio. El portero, prácticamente batido, aguantó y al brasileño se le hizo pequeña la portería. El meta madrileño dejó el rechace y llegó Espina para gozar de una segunda oportunidad para marcar, pero una vez más Basilio desquició a los atacantes blanquirrojos. Por si fuera poco, en el posterior saque de esquina fue Caneda el que dispuso de un remate que se marchó elevado.

Momento que aprovechó el Rayo Majadahonda para intentar bajar las pulsaciones y frenar el ímpetu de los riojanos. Lo logró pese a que la UDL insistía en sus buenas maneras. César Remón mandaba y junto a Adrián León en la medular eran los amos del partido. Restaba encontrar la profundidad necesaria para confirmar en el marcador lo que se estaba viendo sobre el césped del Cerro del Espino.

Entonces le sucedió lo que viene ocurriendo a esta UDL. Una decisión arbitral, falta sobre Paredes y Espina, el rival que sigue con la jugada, pilla a la zaga visitante despistada, Jorge Félix conduce por su carril, levanta la cabeza, asiste a Ñoño y el extremo supera a Miguel. Gol y remar contracorriente. Entonces, el conjunto local se encontró a gusto: marcador a favor y controlando los tiempos. Sobre todo porque a los madrileños les interesaba espera y buscar las contras para hacer daño a una UDL desajustada y algo noqueada.

En este sentido, el Majadahonda cuenta con dos extremos superiores a los laterales. Ñoño que aparecía por ambas bandas era un peligro constante porque todo lo que hacía era productivo para su equipo, mientras que Jacobo, al que le gustaba meterse hacia dentro, ayudaba en la superioridad en la medular. Ameilibia y Paredes no podían pararlos y encima la pareja de centrales, después del tanto recibido, no mostraba la contundencia que debía.

El caso es que Miguel se anticipaba a Ñoño para evitar un mal mayor y que Fidalgo chutaba, alto, para demostrar que el juego había variado sustancialmente. Rafa Berges estaba ansioso por alcanzar el descanso y tratar de rectificar a tiempo antes de que los anfitriones sentenciaran. El ataque riojano era escaso. Espina no entraba en juego, Salvador se ocupaba más de tapar que de conectar, Reguilón estaba desactivado, Marcos André lo intentaba pero sin fortuna y César Remón, que comenzó con ganas y jerarquía, se había hecho menor.

REACCIÓN TRAS EL DESCANSO

El técnico cordobés movió sus piezas. Muneta y Luca Ferrone salían para remediar el partido en detrimento de Salvador y Amelibia. Ahora el equipo se disponía como el otro día en Las Gaunas, claro 4-4-2 con Muneta escorado a la derecha. Sustituciones que tenían que dar una mayor verticalidad. El centrocampista vasco le dio otro aire a los suyos y liberó más a un Espina activo tras la reanudación. De esta manera, el Majadahonda dio un paso atrás ante la obligación de los riojanos.

Muneta, de volea, anticipaba la oleada de ataques de los blanquirrojos pasada la hora de partido. Espina fue el que más cerca la tuvo, pero Basilio, con una gran mano, daba aire a los locales. Era evidente que la UDL estaba volcada, con el riesgo que conllevaba, pero no había otra manera de sacar un resultado positivo. Otra vez, el asturiano chutó a las manos del meta madrileño. La banda izquierda riojana producía mucho porque Paredes doblaba una y otra vez a Reguilón.

Entraba en el campo Juanfran en aras de su reivindicación cuando más lo necesitaba su equipo. Y pudo romper la banca en su primera aparición, pero como falto de confianza más que un tiro fue una cesión a Basilio. Acto seguido, era Paredes el que cedía atrás y Reguilón el que tiraba fuera con mucho a favor. Lo estaba mereciendo una UDL ofensiva y que agobiaba a un Majadahonda que ya empezaba a jugar con el tiempo y que buscaba la sentencia aprovechando los espacios que dejara su oponente.

Pero el minuto 90 se acercaba y después de una concatenación de buenas acciones, la furia de los blanquirrojos había disminuido. 1-0, victoria de un Rayo Majadahonda que acertó cuando debió y que supo sufrir para aguantar un marcador que no se movió debido a la falta de remate de una UDL que no termina de despegar. Es más, se ha estancado pese a que, de vez en cuando, ofrece brotes verdes esperanzadores en cuanto a la predisposición y el fútbol. El próximo rival es el Toledo, Las Gaunas examinarán a un conjunto necesitado.

FICHA TÉCNICA

Rayo Majadahonda: Basilio; Rubén, Parla, Oliva, Aitor Núñez; Fabry, Fidalgo; Jacobo (Jeisson, min. 76), Quintana (Tiago, min. 58), Ñoño (Villalón min. 89); y Jorge Félix.

UD Logroñés: Miguel; Amelibia (Luca Ferrone, min. 46), Caneda, Pazó, Paredes; César Remón, Adrián León; Reguilón, Salvador (Muneta, min. 46), Espina; y Marcos André (Juanfran, min 72).

Gol: 1-0, min. 20: Ñoño.

Árbitro: Martínez Santos (Comité Gallego). Amonestó a los locales Ñoño (min. 23), Fidalgo (min. 38) y Fabry (min. 85).

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