Cambia pide al PP que solicite al Ministerio que no se reabra Garoña

'Cambia Logroño' pide al PP riojano que solicite al Ministerio la “no apertura de Garoña” según se aprobó en el Parlamento riojano y en el Ayuntamiento. Para la formación, la reapertura “supone un movimiento político que busca alargar la autorización al resto de centrales nucleares del Estado hasta los 60 años”.

Insta al Gobierno del Partido Popular a tomar todas las medidas necesarias para solicitar el cierre y desmantelamiento definitivo de la central nuclear de Santa María de Garoña, situada a apenas 70 kilómetros de Logroño, que representa la central más antigua de España y que opera desde 1970 hasta su parada parcial en 2012 con un viejo reactor fabricado por General Electric, similar a la de la tragedia en la central japonesa de Fukushima.

Tras el visto bueno por parte del Consejo de Seguridad Nuclear al informe técnico que avala su reapertura, a pesar de “no contar con las reformas exigidas que asegurarían que la central no podría sufrir ningún accidente, la decisión final para su reapertura está sobre la mesa del ministro Álvaro Nadal”. De ahí que “sea necesario recordar a los gobiernos local y autonómico del PP en Logroño y La Rioja que hagan valer las propuestas aprobadas en sus plenarios donde se solicitaba al Gobierno central el cierre definitivo de la central nuclear y su desmantelamiento inminente”.

Desde Cambia Logroño “vemos inaceptable la maniobra orquestada por las empresas propietarias de las centrales nucleares para alargar la vida productiva de sus instalaciones”, donde de la mano del Consejo de Seguridad Nuclear, organismo que tiene como fin primordial velar por la seguridad nuclear y la protección radiológica de las personas y del medio ambiente, se ha puesto del lado de los intereses mercantiles de las empresas y esté dispuesto a facilitar que centrales obsoletas, como la de Garoña, agoten los 40 años autorizados para producir energía eléctrica y aumentar así los beneficios de las grandes compañías del sector.

“No hay que olvidar que las centrales se construyeron pensando en una vida útil de 25 años, que ya fue prorrogada en su momento a 40 y ahora se pretende extender a los 60 años”. De esta forma “se ataría así la futura política energética, donde en caso de querer cerrarlas antes de cumplirse ese tiempo, se podría entrar en conflicto empresarial y que las empresas propietarias solicitaran una indemnización en función del lucro cesante”.

Por ello desde Cambia Logroño, “dada la peligrosidad de mantener una central obsoleta, de lo caro de sus reparaciones, sistemas de seguridad, gestión a miles de años de sus residuos o la compra del combustible, exigimos el cierre inmediato de la central nuclear, abriendo un nuevo horizonte hacia un nuevo modelo energético renovable y descentralizado”.