La crisis de fe no afecta a las comuniones

La crisis de fe no afecta a las comuniones

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Es una realidad que la Iglesia ha ido perdiendo terreno en algunos ámbitos de la sociedad. Las cifras hablan por sí solas: en La Rioja, sólo el 19,6% de las bodas celebradas en el primer semestre de 2016 fueron católicas, 83 de 424. Sin embargo, este proceso de secularización no afecta por igual a todos los sacramentos y apenas se ha notado en las cifras de niños que toman la primera comunión. Es decir, cada vez hay más parejas que se casan por lo civil, pero luego deciden bautizar y también que sus hijos hagan la comunión.

Así lo ha relatado para Rioja2 el párroco de Santa María de la Redonda, Manuel Íñiguez, quien asegura que en las comuniones “no se ve el abandono de la Iglesia que se ve en otros ámbitos”. Así, 1.774 menores tomaron la primera comunión en La Rioja el año pasado, 2.014 en 2015 y 1.631 en 2014. Según Íñiguez, las variaciones de un año para otro tienen más que ver con los cambios en la natalidad que con una crisis de fe.

Eso sí, si bien las comuniones no descienden, sí que cambian los lugares más demandados para este sacramento. En Logroño, se ha producido un desplazamiento de la población joven hacia barrios periféricos como Cascajos, La Cava, Los Lirios y El Cubo, mientras que en el Casco Histórico son mayoría los jubilados. Esos cambios se trasladan también a las cifras de comuniones.

Esto ha provocado que en la parroquia de La Redonda se venga registrando un descenso en el número de niños que realizan la comunión, que este año son la mitad de los que la hicieron el año pasado. “El Casco Antiguo se ha envejecido y no hay familias jóvenes. Los que escogen mi parroquia es por tradición, porque algún familiar se bautizó o tomó la comunión aquí, y, si son niños de la zona, son en su mayoría latinoamericanos”.

La otra cara de la moneda son los barrios alejados del centro, con mayoría de gente joven. Aquí, lejos de notarse un descenso, están registrando altas cifras de comuniones. En la parroquia de Santa María de la Vid, en el barrio de Cascajos, tienen cada año más de 100 niños, frente a los escasos 15 registrados este año en La Redonda o los 3 en la Iglesia de Santa María de Palacio. Concretamente, como detalla el párroco de La Vid, Alfredo Álvarez, en 2017 115 niños van a tomar la comunión en su iglesia y hay ya 117 preinscritos para el año que viene.

Un fenómeno que se repite en otras parroquias como la del Espíritu Santo, en Siete Infantes de Lara, o la de San José Obrero, en Los Lirios. Las comuniones, por tanto, se mantienen, pero cambian de escenario.

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