Tres banderazos con causa

La procesión de San Bernabé partió de la concatedral de La Redonda, como estaba previsto, al filo del mediodía. Se trata de unos de los actos con más tradición de la jornada patronal e incluye, enseña logroñesa en mano, los tres clásicos banderazos, siempre dedicados a alguien. La alcaldesa de logroño, Concepción Gamarra, ha sido la oficiante y sus banderazos han sido dedicados al comercio tradicional de Logroño , a los niños con enfermedades raras y a los logroñeses que viven fuera. Uno a uno.

Cabe decir que el Voto a San Bernabé, un año más, se ha seguido fielmente. La alcaldesa ha llamado a Concejo y, posteriormente, ha asistido a la misa que se ha celebrado en la Concatedral de La Redonda en honor a San Bernabé. Tras ella, ha arrancado la procesión con la imagen de San Bernabé y la Virgen de la Esperanza. Durante el recorrido, se han ido sucediendo los banderazos.

El primero, al inicio de la calle Portales, bajo el arco de San Bernabé, para los comerciantes, "que dan vida a la ciudad, ofrecen sus servicios y atienden con profesionalidad y cariño a todos". La alcaldesa ha recordado que se cumplen veinte años de la declaración de Logroño como Ciudad Comercial.

El segundo banderazo ha tenido lugar en la calle Mayor, en Cuatro Cantones y ha sido dedicado a los niños que padecen enfermedades raras. “Esta ciudad", ha explicado la alcaldesa, "tiene pequeños héroes que creen en el poder de la esperanza: son Telmo, Fran, Quique, Jorge o Meritxell, que nos dejó”. En esta línea, ha expresado su deseo de que "la investigación les dé esa esperanza por la que luchan todos los días . Son un ejemplo para todos y cada uno de los logroñeses”.

El tercero y último, en el Arco del Revellín, ha servido para recordar a los logroñeses que viven fuera: “Todos los 11 de junio vivimos con fervor el orgullo de ser logroñeses. Logroñeses somos los 150.000 que vivimos en la ciudad y todos aquellos que, por diversas razones, viven en otras ciudades del mundo de los cinco continentes”. Por eso, la regidora ha dedicado el tercer banderazo “a los logroñeses que lo sienten, que lo celebran, que no viven en la ciudad, pero que son tan logroñeses como cada uno de nosotros”.