Una lucha que ha dado sus frutos

Este jueves entra en vigor el Acuerdo de Reconocimiento de la Categoría de Bombero Forestal en la Comunidad Autónoma de La Rioja, tras su publicación ayer en el BOR. Este Acuerdo “supone una victoria en la lucha que desde FeSP UGT hemos liderado con el colectivo, integrado por retenes y ayudantes de conductor de autobombas, por dignificar el trabajo en la prevención y extinción de incendios forestales y equipararlo al de otros cuerpos de bomberos”, han manifestado el sindicato.

La creación de este grupo profesional “no implica un cambio en las funciones de este colectivo, pero sí el reconocimiento de las tareas que venían realizando”, y “un cambio en su encuadramiento en el Régimen de la Seguridad Social”, incluyéndolo en el grupo que prestan servicio como bomberos en sus diferentes escales, categorías o especialidades.

La integración en el grupo de bomberos les proporciona “mayor protección y derechos laborales, entre ellos acogerse a los coeficientes reductores de la edad de jubilación como marca el Real Decreto 383/2008”. Esto significa que este mes de junio los trabajadores incluidos en la categoría de Bombero Forestal de la Comunidad Autónoma de La Rioja empiezan a cotizar los coeficientes reductores para adelantar la edad de jubilación a los 60 años, principal reclamación de FeSP UGT, y evitar así situaciones de extrema peligrosidad y penosidad a los trabajadores más mayores.

Han sido dos años de intensas movilizaciones, recuerdan desde el sindicato, “con manifestaciones casi semanales y una difícil negociación con la Administración Riojana que finalmente ha logrado sus frutos a través del consenso y el diálogo”.

El Acuerdo alcanzado reconoce a los colectivos integrados en grupo profesional de Bombero Forestal, además del desarrollo de las tareas de prevención y detección de incendios forestales, su actuación como grupo de primera intervención en siniestros, tal y como aparece en el Plan Técnico de Emergencias de la Comunidad Autónoma de La Rioja (PLATECAR) con una alta presencia en la extinción de incendios forestales, colaborando en otros siniestros como búsqueda y rescate en el entorno forestal, extinción de incendios agrícolas o colaboración con los municipios en alertas invernales.

“Un importante paso adelante que sienta las bases para avanzar en la profesionalización de estos trabajadores”, ha concluido.