La revolución llega al Clavijo

Giro brusco el que da el Clavijo que la próxima semana iniciará los entrenamientos. Del descenso deportivo y la posterior permanencia en los despachos el club presidido por Juan Bernabé apuesta esta campaña por una revolución en toda regla. Por de pronto, nuevo entrenador que además lleva varias temporadas como ayudante.

Se trata de Jenaro Díaz, el cual no se incorporará a la disciplina riojana hasta que concluya la participacion de España en el Eurobasket, ya que es la mano derecha de Sergio Scariolo. Sin duda un hándicap importante, ya que las sesiones iniciales arrancarán sin el preparador titular. El técnico asturiano ha estado las últimas temporadas como segundo bien con la selección nacional, con el Real Madrid y en el Khimki ruso. De hecho, su experiencia como máximo responsable se remonta al Santa Pola en LEB Plata y Gijón (2008/09) en la misma categoría.

El envite del Clavijo no se queda ahí, en dar las riendas a un preparador sin pasado en LEB Oro, también ha decidido dar una vuelta de tuerca, ya que de un ‘roster’ eminentemente nacional y con cierta veteranía pasa a una plantilla en la que, por el momento, hay cuatro jugadores nacidos en España: el único renovado Carles Bravo, el base Erik Quintela (Xuven Cambados) y los aleros Juan Cabot (TAU Castelló) y Carlos Martínez (Oviedo). Completan la nómina el escolta guineano Félix Balamou (procede de la universidad de St John’s), que fue el primer fichaje del conjunto riojano; el base estadounidense Kevin Olekaibe, procedente de la NBA D-League; el pívot sueco William Gutenius, tras jugar en el Nassjo Basket sueco; el escolta estadounidense Tre Coggins, que llega a Logroño después de tres campañas en los Fullerton Titans de la NCAA; el pívot estadounidense Evan Yates, con pasado en el Zamora de EBA y que viene del Maccabi Rehovot; y el pívot holandés Terrence Bieshaar, que aterriza en tierras riojanas como cedido del Joventut.

Por lo tanto, se trata de una plantilla inexperta en LEB Oro, ya que apenas cinco saben lo que es competir en la segunda división del baloncesto español (Bravo, Cabot, Quintela pero hace varias temporada, Martínez y Bieshaar). Excesivos ‘rookies’ para una categoría en la que es habitual que los nuevos necesiten un tiempo para poder rendir al máximo nivel e incluso ha habido casos en los que nunca han estado a la altura de lo esperado.

Hasta la fecha ya hay confirmados 10 hombres, aunque es esperable la llegada de otro jugador interior -se ha rumoreado sobre el fichaje del camerunés Adala Moto- para completar un grupo que debe ensamblarse lo antes posible, ya que el viernes 29 de septiembre, apenas un mes desde que arranque la pretemporada, debe estar preparado para debutar en liga ante Oviedo en el Palacio.

Sin duda, una vuelta de tuerca la que propone un Clavijo que se olvida de jugadores locales, los cuales han abandonado el club por la puerta de atrás sin el reconocimiento a su trabajo y compromiso. Si el verano pasado -con lío también con la marcha de varios entrenadores de cantera- fue Borja Arévalo el que se fue en busca de una nueva aventura profesional, hace unas semanas era Alberto Ruiz de Galarreta -ya enrolado en el Azpeitia de LEB Oro-, después de seis temporadas -cuatro como capitán-, el que programaba una rueda de prensa para despedirse sin que nadie de la entidad logroñesa acudiera a la cita.

Nuevos tiempos corren para un Club Baloncesto Clavijo que trata de reiventarse para sobrevivir. El hecho de no contar con jugadores con los que el aficionado -muy desencantado- pueda identificarse dificultan la labor de una recuperación deportiva necesaria para reactivar la ilusión en una grada que no se engancha con la propuesta. Misión compleja la de Jenaro Díaz y una plantilla a la que hay que darle tiempo para saber si las decisiones que ha tomado el Clavijo son las correctas.