La huelga ha reducido la facturación de las autoescuelas en más de un 60%

Las autoescuelas no pueden más. Los paros que los examinadores están llevando a cabo desde julio las están dejando al borde de la ruina. En La Rioja, donde hay unas 50, han visto reducida su facturación en un 60 o 70%, en plena temporada alta, puesto que en verano es cuando más matrículas suelen registran.

“Estamos mal, muy mal. No podemos trabajar. Sólo podemos realizar las pruebas teóricas, porque la Jefatura de Tráfico nos da esa facilidad, pero con las prácticas y de destreza estamos parados”, explica Enrique Uruñuela, presidente de la Asociación de Autoescuelas de La Rioja.

Y es que los alumnos, al no saber cuándo van a poder examinarse de la parte práctica, deciden no dar clases hasta que llegue la prueba o incluso ni se matriculan. En las autoescuelas no pueden asegurarles nada, la lista de espera está bloqueada y los retrasos se acumulan. Uruñuela calcula que, en La Rioja, unos 2.000 o 2.500 alumnos no han podido examinarse desde que comenzaron los paros.

La huelga comenzó el pasado 2 de junio y desde el 19 de ese mes se han repetido paros todos los lunes, martes y miércoles, con un seguimiento muy alto. Los examinadores llegaron incluso a convocar una huelga indefinida para el mes de septiembre.

El colectivo examinador reclama que se cumplan los acuerdos alcanzados hace dos años con la DGT, sobre todo, la subida del complemento específico pactado en aquel momento, que retribuye las especiales condiciones del puesto de examinador: alta responsabilidad dentro del marco de seguridad vial, riesgo de accidentes, de agresiones, especial dificultad técnica y penosidad.