“Cuando la gente quiere lucirse en una cena viene a comprar al Mercado de Abastos”

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El Mercado de Abastos de Logroño o Mercado de San Blas, un lugar mítico para lugareños y de obligada visita para los turistas que vienen a descubrir Logroño. Situado en pleno Casco Antiguo de la ciudad, este mercado tiene acceso por las cuatro calles que lo rodean. Se encuentra ubicado donde antiguamente se localizaba la Iglesia de San Blas que fue derruida en 1837 para dar paso a la Plaza de la Verdura que fue sustituida en 1929 por el edificio actual construido por el arquitecto Fermín del Álamo.

Ahora mismo son 50 los socios miembros de esta Asociación que tal y como cuenta Alfredo Iturriaga, de la junta directiva, “incluyen un poco de todo porque ahora también son miembros los comercios que están fuera de la plaza, además de productos frescos y de alimentación también hay ropa deportiva, un cerrajero, tiendas textiles...”.

Medio centenar de socios entre los que confiesa “hay muy buen rollo”. Y es que, más que compañeros de trabajo, se consideran una gran familia porque en numerosos puestos de este mercado ya son la cuarta generación la que está al frente del negocio. Es el caso de Iturriaga. “Mi bisabuela Salvadora era de Ventosa y acudía cada día al antiguo Mercado de la Verdura a vender huevos, en este mercado compraba aceite, mantequilla o cualquier otro producto que luego vendía en Ventosa”.

Así lleva 34 años “trabajando en el mercado”. Porque confiesa que este trabajo “engancha”. “Mi puesto en el mercado me permite estar en contacto con la vida diaria de tu ciudad, te permite tener un contacto especial con la gente y, de hecho, a veces la relaciones son de amistad y no cliente comprador”. Una clientela, mucha de ella, que ya es fija porque “ahora vienen a comprar personas que venían con sus padres de la mano. Ahora son ellos los que vienen con hijos”.

Y es que Iturriaga quiere echar por tierra el falso mito de que comprar en el Mercado de Abastos es más caro. No es cierto, sentencia. “Los productos de carnicería, por ejemplo, son más baratos que en cualquier otro sitio”. Sin hablar de la calidad, añade. “Seguimos elaborando productos tradicionales y los productos de la huerta vienen de Varea y de El Cortijo”. Es más, “cuando la gente quiere lucirse en alguna comida o cena vienen a comprar los productos al Mercado de Abastos”.

Sin olvidarnos, apunta, del beneficio que reporta el hecho de comprar en establecimientos de tu ciudad. “Está claro que el beneficio que obtengan los tenderos del Mercado de Abastos o de cualquier otro mercado revertirá en Logroño”.

Por todo ello, “es fundamental que no se pierdan los mercados tradicionales porque es aquí donde está la esencia de las ciudades”. De hecho cuando viajo fuera de Logroño y de España “me gusta visitar los mercados porque creo que es la mejor forma de conocerlas, de ver cuáles son sus productos típicos, cómo es su gente”. Es más, “los mercados son los motores de las ciudades”.

Y para ello, para que los mercados sigan estando vivos, desde esta asociación ponen en marcha un buen número de actividades dinamizadoras. La última, un rasca y gana. Los clientes del Mercado de San Blas, tras realizar su compra pueden pedir en el establecimiento asociado este rasca y gana. Hay 8.000 euros en premios, explican desde este mercado. Esta promoción está activa hasta el 16 de noviembre y los vales son de 40, 20 y 10 euros.

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