“El sushi se lleva dentro, no se enseña, se hace con el alma”

"El sushi se lleva dentro, no se enseña, se hace con el alma"

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Lleva 15 años haciendo sushi pero todavía se considera un novato. Y es que entrar en este mundo significa toda una disciplina severa para no fallar nunca al cliente y lograr hacerlo cada día un poco mejor. “El sushi no es un trabajo, es una filosofía de vida”, asegura el alfareño Félix Jiménez, quien cumple a rajatabla con este principio. Su vida es el sushi, al que dedica, literalmente todo su tiempo. Esta excelencia ha sido reconocida con una Estrella Michelín para su restaurante Kiro Sushi, en pleno centro de Logroño.

Primera Estrella Michelín para Kiro Sushi

“Como mínimo hay que dedicar 16 horas al día para hacer el sushi correctamente”, explica Jiménez, quien trabaja entre 16 y 18 horas diarias todas los días de la semana. Al menos ahora duerme en su piso, porque durante el primer año de Kiro Sushi llegó a estar viviendo en el almacén. Eso sí, su apartamento está justo encima del restaurante, para no perder tiempo en el trayecto.

Un ritmo de trabajo que no le deja tiempo para su familia o amigos, o para tener aficiones, pero no lo lamenta. “No echo de menos otras cosas, mi felicidad la encuentro en el sushi”. ¿Y cuándo ve a su gente? “Ellos ya me conocen, saben que esto es mi vida y eso no significa que deje de quererlos, así que ellos vienen a verme de vez en cuando”.

La experiencia sensorial de comer en Kiro Sushi

Y tanto sacrificio, ¿para qué? Pues para trasladar la pureza de Japón a Logroño y para ofrecer a sus clientes no sólo un menú de sushi, sino toda una experiencia culinaria y sensorial. En Kiro Sushi se respira tranquilidad, armonía. Este no es un sitio para cantar o reírse con la cuadrilla, pero sí es un sitio para disfrutar y saborear la experiencia. Sólo 10 comensales en cada servicio degustan sus deliciosos ramen y nigiris. No sólo eso, sino que además pueden observar cómo el maestro los va elaborando paso por paso, con precisión milimétrica.

“El movimiento del abanico sobre el arroz, el suave deslizar del cuchillo en el pescado, el nigiri que surge de las manos del maestro como por arte de magia”...cada sonido, cada gesto en Kiro Sushi forma parte de una experiencia completa en la que el tiempo transcurre a otro ritmo.

El menú está elaborado con los mejores productos, los pescados son los más frescos y de mayor calidad, traídos sobre todo de Galicia y Huelva, y el resto de ingredientes, como el arroz o las algas, incluso los utensilios de cocina, están traídos desde Japón. Cada detalle está cuidado al máximo para respetar al cliente y darle lo mejor. “Esto no es una carrera continua, porque no nos gusta correr, pero no nos conformamos con hacer lo mismo cada día, sólo pensamos en hacerlo mejor”.

De Santo Domingo a Tokio pasando por Mallorca

Todo comenzó en Santo Domingo de la Calzada, donde Félix Jiménez estudió Hostelería. Su acercamiento a la cocina nipona llegó más tarde en Mallorca, trabajando en Tahini, uno de los mejores restaurantes japoneses de Europa. De ahí pasó a formarse en Tokio con el maestro Yoshikawa Takamasa, quien le trasmitió su sabiduría en el arte de preparar el sushi y le ayudó a impregnarse de su filosofía, basada en una concentración y disciplina severas que él practica a diario.

En 2015 decidió traer esa filosofía a Logroño, pese a que fueron muchas las voces que se lo desaconsejaron. Sin embargo, él lo tenía claro y ahora “la Estrella Michelín supone un reconocimiento a la apuesta de hacerlo aquí, en mi tierra”, afirma orgulloso. Y es que Félix estará “eternamente agradecido” al apoyo que ha recibido de sus paisanos desde que Kiro Sushi abrió sus puertas.

“El sushi se hace con el alma”

Y no sólo riojanos, por este restaurante han pasado comensales de toda España y también de Italia, Corea o incluso Japón. “Un cliente vino desde Tokio sólo a probar mi menú. Cogió un vuelo a Barcelona, vino a Logroño, comió y se fue”, explica.

De hecho estos días tiene visita también llegada de Japón. Hiroyuki Sato, uno de los mejores maestros del sushi, ha viajado hasta Logroño para cocinar en su restaurante. Durante tres días, harán el mismo menú para disfrute de los clientes que tengan la suerte de acudir estos días a Kiro Sushi.

Así, sin prisa, porque no le gusta correr, Jiménez va haciéndose un nombre propio en el olimpo de la gastronomía. Sin prisa, pero con mucha alma. No en vano, “el sushi se lleva dentro, no se enseña, el sushi se hace con el alma”.

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