La inconsistencia se paga

La inconsistencia se paga

Rioja2

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Era un partido para saber hacía dónde iba a ir el Clavijo. Después del 72-80 sólo queda un camino, el sufrimiento. El 3-8 le deja como penúltimo de una LEB Oro en la que los triunfos son la recompensa a cometer menos errores que el adversario. En este sentido, los riojanos están abonados a los fallos, sobre todo, en el lanzamiento. Pese a que fue mejorando su porcentaje con el paso de los minutos, es muy difícil ganar cuando no alcanza el 40%.

Pero es que más allá de eso, es que el cuadro logroñés nunca fue por delante en el marcador. Estuvo lastrado por un primer cuarto malo en el apartado defensivo. Después, el Barcelona B, que respira con la victoria, tiró de su calidad individual. Kook apareció en la primera parte y Font destapó el tarro de las esencias en un tercer cuarto suyo para enmarcar. 26 puntos metió el 'angelito' en 28 minutos. Igual que en el bando riojano, que no tuvo un líder nato y que fue enganchándose en el duelo con parciales positivos que rápidamente se desvanecían merced a su inconsistencia.

La velocidad que tanto le gusta al Calvijo, le jugó una mala pasada. Cuando quiso darse cuenta el filial del Barcelona ya había hecho los deberes escapándose en el marcador, mandando sobre la pista y dejando en evidencia las labores defensivas de los locales. El 6-15 mediado el primer cuarto demostraba que algo no carburaba. Para variar, los de Jenaro Díaz fallaban demasiado y concedían otro tanto. Así es complicado.

Un triple de Martínez, un dos más uno de Coggins y un mate de Adala Moto parecieron cambiarle la cara al Clavijo porque se acercó hasta un 14-17 más atractivo para la grada, que respondió en su cita en Lobete. Sin embargo, un parcial de 0-7 en tres minutos echó por tierra el esfuerzo de los anfitriones. El Barcelona B había encontrado la manera de anotar con relativa comodidad, movía el balón y siempre había alguien en buena posición para mirar el aro.

El 14-24 obligaba al Clavijo a cambiar su inercia. Para ello se aplicó en defensa. Tuvo buenos instantes en esa parcela durante el segundo cuarto. El principal obstáculo radicó en lo que sucedía en el otro lado de la pista. Era imposible sumar. Costaba un mundo. Yates fallaba debajo del aro, lo hizo hasta en cuatro ocasiones pese a haber capturado el rebote, con el trabajo que eso conlleva. El 16-28 no invitaba al optimismo, pero los locales insistieron en fajarse atrás. Balamou ayudaba, incomodaba tocando muchos balones y recuperando opciones para los suyos.

La acumulación de fallos provocó que el ritmo decreciera. Había dudas en ataque y eso concedía oportunidades a los de Alfred Julbe que mantenían las diferencias. Koon -sorprendentemente sólo jugó dos minutos en la segunda mitad- estaba haciendo un desaguisado, con 14 puntos al descanso, y eso que ni Gerun -remontó el vuelo tras el ecuador del encuentro- ni Diagne estaban cómodos sobre el parqué de Lobete. No le importó mucho al cuadro azulgrana porque continuaba con una renta interesante. Pese al 25-32, los visitantes no sufrían para rondar la decena de puntos a favor, concretada en el 28-37 después de veinte minutos. Metiendo uno de cada tres tiros y con un pírrico 44% en tiros libres era muy difícil voltear el marcador. Si encima en el rebote tampoco se estaba por delante, la empresa para la segunda mitad era ardua.

El Clavijo regresaba de los vestuarios enrabietado. Así lo mostró en sus primeras defensas y ataques. La agresividad era clave para comprender un parcial de 6-0, con canastas de Adala Moto y Coggins. Martínez y Quintela, gracias a su intensidad defensiva, permitían ataques a los suyos. Además, el juego interior impedía segundas opciones a un Barcelona que ya no lo tenía tan fácil. Incluso Newby, merced a dos triples consecutivos, enganchaba al aficionado, 42-44. Con lo que no contaba el equipo riojano era con Font. Sus 6 últimos minutos del tercer cuarto fueron realmente espectaculares. Triple va, triple viene. Asumió la responsabilidad y lideraba a los suyos con 14 puntos que dejaban a los suyos con la máxima, 46-59, maquillado por una bandeja de Martínez para dejar un preocupante 48-59.

Reaparecía el mejor Clavijo en el arranque del último cuarto con presión tras canasta que daba sus frutos. Así Coggins y Yates daban esperanzas, que unido a los dos triples de Martínez y Quintela dejaban un 61-63 a 7 minutos del desenlace. Entonces el Barcelona B tiró de saber estar y leer, ya que los riojanos habían alcanzado rápidamente las cinco personales. De esa manera, desde el tiro libre, con siete seguidos, fue recuperando la ventaja el conjunto catalán, 61-70.

Por si fuera poco, Djedovic con un triple, sumado el posterior de Font, el bloque de Jenaro Díaz fue diciendo adiós a la posibilidad de ganar. Claudicó cuando Newby desapareció de la pista a dos minutos del final, 69-76, y después de dos canastas suyas. No pasó apuros el Barcelona B para sumar su cuarto triunfo del curso, 72-80, y dejar al Clavijo como penúltimo con un balance negativo de 3-8. Y el sábado, toca viajar hasta Baleares para enfrentarse a un rival que está en la parte baja de la tabla. Otro duelo de máxima altura.

FICHA TÉCNICA

Clavijo: Quintela (10), Coggins (13), Martínez (), Adala Moto (8) y Yates (9), cinco inicial, Gutenius (5), Newby (10), Balamou (4), Bieshaar (1) y Cabot (2).

Barcelona Lassa B: Figueras, Font (26), Koon (14), Martínez (14) y Gerun (7), cinco inicial, Máxim (3), Diagne (4), Aza y Djedovic (10).

Parciales: 14-24, 14-13 (28-37 al descanso), 20-22 (48-59), 24-21 (72-80 al final).

Árbitros: Francisco José Zafra Guerra y Roberto Lucas Martínez. Eliminado por faltas personales el local Adala Moto (min. 34).

Incidencias: 800 espectadores en Lobete.

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