La fragilidad defensiva vuelve a condenar al Clavijo

La fragilidad defensiva vuelve a condenar al Clavijo

Rioja2

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El Clavijo no se recupera. Se empachó en su último partido en el Palacio, 103 puntos, y desde entonces se está encontrando con un gran problema, su debilidad defensiva, entre otros. Si el líder Breogán le metió 96 puntos en la pasada jornadas, en esta ocasión el Araberri le endosó 95. Difícil poder sumar si enfrente no se se está a la altura de las circunstancias en ataque y si se desperdician hasta 14 tiros libres. Fue hasta insignificante que los de Jenaro Díaz, pese a ir todo el encuentro por detrás en el marcador, apretaran las clavijas durante el tercer cuarto, que incluso creyeran en que era posible la victoria tras el 64-61 a falta de 10 minutos.

Entonces, vino la desazón de un bloque que no es constante, que se ahoga por momentos y en el que el carácter global propicia que los exteriores no tengan su día si no hay una buena racha individual. Además, si coincide con que enfrente hay un oponente con líderes sobre la pista, es más complicada poder competir. Un Araberri que dirige Antonio Pérez, exentrenador del Clavijo, y que se apoya en Wintering, Dee y Ucles, los tres por encima de los 34 minutos en pista. Un grupo en el que también aportan otros, como Araujo que se hizo dueño y señor debajo de los tableros en el último cuarto para echar por tierra las ilusiones de los riojanos -con presencia de aficionados de la Peña El Mate-. En este sentido, la fragilidad defensiva empieza a ser preocupante, 50 puntos al descanso y 31 en el último acto.

Dio igual un primer cuarto equilibrado, aunque Araberri casi siempre fuera por delante. Desde el comienzo quería imponer su ley. Le costó coger el tino al cuadro de Jenaro Díaz, pero se recompuso de un mal arranque, 8-0, para empatar a 8 e incluso estar por encima de los vitorianos, aunque con rentas mínimas (13-15). Pero los de Antonio Pérez cerraron el primer cuarto con ventaja, 22-18. Al menos, los logroñeses mantenían el tipo en ataque con su energía y velocidad habitual.

El triple de Gutenius para comprimir el electrónico, 22-21, fue un espejismo porque el bloque alavés cogió pronto una ventaja que iría aumentando de manera progresiva. Con el 31-25, el preparador asturiano tuvo que avisar a los suyos con un tiempo muerto. No dios sus frutos ya que mediado el cuarto, el 37-30 empezaba a evidenciar que al Clavijo le faltaban cosas, sobre todo, en el aspecto defensivo. Cierto que trató de aumentar el ritmo y que en ese ida y vuelta que tanto le gustan estuvo, más o menos, a lo que exigía el contrincante. El problema era que los locales estaban a gusto, se sentían cómodos, no fallaban y los riojanos no eran todo lo fuertes que debían, ya que en el ecuador del choque el marcador era favorable para los vitorianos 50-39, donde Wintering y Dee sobresalían.

Tras el paso por los vestuarios algo cambió. Al Clavijo le gusta salir fuerte y trató de aumentar su intensidad defensiva, siendo más agresivo. Aunque en un primer momento, no tuvo su recompensa en el electrónico, ya que las rentas continuaban alrededor de los 10 puntos, 59-49 pasados los cinco minutos del arranque de la segunda mitad, sí que se intuyó una mejoría general que propició que algunos jugadores en el bando riojano mostraron sus virtudes. Adala Moto y Yates estaban a la altura, mientras que Newby, Martínez y Coggins ayudaban para que, poco a poco, la renta fuera bajando. Es más, un triple de Coggins dejaba en suspense el duelo con el 64-61 con diez minutos por disputarse.

Había tajo por hacer, pero era obligado darle continuidad a lo hecho hasta ese momento. Pero Wintering empezó a desquiciar a los visitantes. Aunque el que remató la faena fue Araujo. Enfrente no había respuesta. Bueno, sí la del marcador, 81-66. Todo estaba decidido y ni siquiera hubo fuerzas para intentarlo a la desesperada. El Clavijo claudicó, asumió la derrota y terminó encajando demasiados puntos en esa recta final para casi alcanzar los tres dígitos, 95-79, algo parecido a lo que le sucedió en su anterior encuentro. Por ahí urge mejorar. Sobre todo porque el próximo viernes llega al Palacio, para despedir 2017, un rival directo, el Sammic Hostelería en el que se encuentra el riojano Alberto Ruiz de Galarreta. El cuadro guipuzcoano, como el Palma, suman un triunfo más que los riojanos que continúan anclados en la penúltima posición.

FICHA TÉCNICA

Sáenz Horeca Araberri: Wintering (25), Dee (16), Ucles (15), Mitrovic (10) y Araujo (10), cinco inicial, Edwards (12), Pechagek (5), Lorenzo y Cizmic (2).

Clavijo: Quintela (5), Coggins (9), Cabot (4), Adala Moto (10) y Yates (20), cinco inicial, Newby (11), Martínez (12), Balamou, Bieshaar y Gutenius (8).

Parciales: 22-18, 28-21 (50-39 al descanso), 14-22 (64-61) y 31-18 (95-79 al final).

Árbitros: Jesús Marcos Martínez Prada y Jorge Muñoz García. Eliminados por faltas personales el local Ucles y el visitante Quintela.

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