“En Logroño no hay grúas porque el Ayuntamiento no quiere”
Los constructores riojanos son tajantes: creen que el Ayuntamiento está paralizando la actividad económica y el empleo en Logroño y anuncian que estudiarán todas las vías legales para denunciar a los funcionarios públicos o a los responsables municipales por responsabilidad patrimonial debido al mal funcionamiento de la administración.
Según ha explicado la Asociación de Empresarios de la Construcción, Promoción y Afines de La Rioja (CPAR), la “situación de descontrol” existente en Logroño, con falta de personal en la Policía local, se está extendiendo a todos los trabajadores públicos del Ayuntamiento “sin que sus responsables políticos parezcan querer o poner remedio a la situación, a pesar de las reiteradas voces de alarma. Y el conflicto de la policía y los bomberos es muy llamativo, pero en la gestión diaria de las empresas riojanas hay dejación de funciones que tienen un enorme impacto en la actividad económica y el empleo en Logroño”.
Los constructores ya han puesto en conocimiento tanto de la alcaldesa como del concejal de Desarrollo Urbano Sostenible en diversas ocasiones la situación de “práctica parálisis” en que se encuentran, entre otros, los servicios de Urbanismo, Licencias de obras y actividad, Movilidad y Tesorería del Ayuntamiento de Logroño, “sin que la situación mejore un ápice”.
Citan varios ejemplos como que las empresas tardan 5 meses en obtener una licencia para poner un andamio, licencias para un proyecto de obra que se solicitan en el mes de octubre o noviembre y que todavía ni siquiera se ha mirado, obras de construcción paradas durante 6 u 8 meses porque no se autoriza el montaje de la grúa, la entrega de una obra de reforma de un establecimiento retrasada casi 2 meses porque el inspector de Medio Ambiente no se pasa a echar un vistazo o tardar 3 meses en obtener una autorización municipal para poner introducir una pantalladora en el casco antiguo.
Además, aseguran, “en la ventanilla de licencias municipales hay permanentemente 2 personas de baja, y en ocasiones te encuentras con un cartelito en el que se lee ”no podemos atenderle'. Lo mismo ocurre en la Unidad de Tesorería, en donde cuando vas a solicitar la devolución de una fianza que has presentado no hay nadie para atenderte, y menos para devolverte tu dinero“.
“El vuelva usted mañana con el que Mariano José de Larra denunció la perniciosa desidia funcionarial en 1833, pero en pleno siglo XXI y con más de 900 trabajadores en plantilla”
Recuerda que una de las primeras medidas estrella de alcaldía fue la puesta en marcha de las licencias exprés y tampoco quieren olvidar “la dejadez” de los funcionarios municipales en lo que respecta al urbanismo municipal: “se tardan más de 4 meses en conseguir tramitar una modificación puntual del Plan General, para que luego venga otra unidad administrativa y ponga mil y un reparos que devuelva el trabajo y el dinero invertido por las empresas al punto de inicio”.
A ello añaden que la última revisión del Plan General fue en 2002, con lo que no está adaptado a las últimas normativas y recuerdan una sentencia del Tribunal Supremo de 2015 que anuló la aprobación de los Sectores Valdegastea 2 (para la construcción de VPO), Camino de Fuenmayor (con el objetivo de enlazar la zona de Portillejo con el cuarto puente), Río Batán (para construir las piscinas de Varea e integrar el parque del Iregua), Pedregales (para completar las conexiones del San Pedro y su entorno), Zaballos (con el fin de conectar Fardachón con los enlaces de la autopista), alegando que no contaban con los planes económicos y de viabilidad que debían aportarse en el Plan General de Logroño.
Logroño sin grúas
Esta situación provoca que “en Logroño no haya grúas porque el Ayuntamiento no quiere”. En primer lugar, porque no hay suelo disponible en Logroño y en segundo lugar, porque “la promoción que se pretende llevar a cabo en el poco suelo que hay se ralentiza hasta el hastío”. Esto provoca, a su juicio, pérdida de empleos y una situación de indefensión para las empresas, que “tienen la obligación de solicitar las licencias y modificaciones urbanísticas legalmente previstas para llevar a cabo su actividad, haciéndolas incurrir en retrasos y por consiguiente en responsabilidades frente a clientes, trabajadores y proveedores”.
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