¿Tienes perro y buscas piso de alquiler en La Rioja? Ármate de paciencia

¿Tienes perro y buscas piso de alquiler en La Rioja? Ármate de paciencia

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Si tienes un perro o un gato y vives de alquiler, sabrás lo difícil, por no decir casi imposible, que es encontrar piso en La Rioja. A los propietarios no suele gustarles la idea de que haya un animal en su vivienda, ya que creen que puede causar daños, lo que supone un verdadero quebradero de cabeza para los que necesitan alquilar un piso y no quieren dejar de vivir con su mascota. Un impedimento que también frena a muchos amantes de los animales cuando deciden adoptar algún perro o gato abandonado.

Óscar Martínez, de Inmobiliaria Iregua, calcula que en un 80% de los pisos en alquiler que se ofertan en Logroño no se admiten animales. Como muestra un botón, sólo en 3 de los 80 pisos que se ofertan esta semana en Logroño en el portal idealista.com se permiten mascotas, tan sólo en un 3,75%,mientras que en el IRVI el 15,5% de los contratos de alquiler firmados el año pasado incluían mascotas -9 de 58-.

Lo cierto es que los propietarios suelen ser “muy reacios” a permitir animales en sus pisos. Así lo reconoce Martínez, quien explica que, en ocasiones, la única posibilidad de encontrar un piso con estas características se da “cuando el casero también tiene animales y entiende la situación”.

Y es que numerosos propietarios creen que “los animales pueden estropear los sofás o el parqué” o molestar a los vecinos con sus ladridos. De ahí que muchos contratos tipo incluyan una cláusula que prohibe las mascotas en el piso. Sin embargo, desde la Protectora de Animales de La Rioja su presidenta, Carmen Faulín, cree que “no tiene por qué haber destrozos importantes si no se trata de un caso extremo, como cuando una mascota sufre ansiedad por separación -cuando tienen problemas para estar solos-”.

Un problema para adoptar

Son tantas las dificultades que la Protectora pide siempre el contrato de alquiler a aquellos que adoptan una mascota. “Hemos tenido muchos casos de gente que se ha llevado un animal y luego lo ha tenido que devolver porque no les dejaban tenerlo”. También es frecuente que alguien se interese por algún perro o gato en adopción pero no pueda acogerlo por no contar con el permiso del casero o que “tengan muchos problemas cuando se cambian de piso para encontrar una vivienda en la que permiten animales”.

Sí que hay edificios, explica Faulín, donde se admiten animales, como Toyo Ito, lo que lleva a muchos propietarios de perros o gatos a buscar pisos allí para asegurarse poder seguir viviendo con su mascota.

En cualquier caso, es el propietario el que tiene siempre la última palabra, ya que tiene la ley de su lado para vetar a los inquilinos que tengan mascotas. Eso sí, debe quedar recogido en el contrato de arrendamiento. Si no es así, el inquilino podría tener animales en casa, por lo que es recomendable que todo quede claro antes de entrar a vivir para evitar conflictos.

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