Las plagas de chinches se multiplican con el alquiler de pisos

En un principio puede parecer una picadura de mosquito. Irritación, picor, ronchas rojas... Los chinches atacan de noche y anestesian la zona para que no notes la picadura. Son difíciles de detectar porque son diminutos pero sus efectos se hacen notar.

Estas plagas, que se consideraban ya casi extinguidas, han proliferado especialmente en los últimos años. Al parecer, según los expertos, a los chinches les gustan especialmente los bolsos de viaje y es así como se propagan. En los hoteles se controla este tipo de plagas fumigando periódicamente las instalaciones pero el problema se encuentra ahora en los pisos de alquiler turístico. Sólo en Madrid, las fumigaciones por estas plagas se han incrementado un 50% en el último año. En el resto del país también se han multiplicado.

El desconocimiento de la plaga es también uno de los factores que ayudan a su propagación ya que no se detecta hasta que lleva meses actuando. El alto precio de las fumigaciones, en torno a los 900 euros, también hace que los propietarios se lo piensen mucho y no lo hagan hasta que la presencia de la plaga sea evidente, pero no de modo preventivo.

Las plagas de chinches fueron una constante hasta la Segunda Guerra Mundial pero después fueron poco a poco desapareciendo. Sin embargo, en los últimos años se han ido haciendo más presentes.

En La Rioja, estas plagas volvieron a aparecer a partir del año 2008 en el Camino de Santiago. Los usuarios de los albergues ya advertían entonces de su presencia. En 2009 incluso hubo que cerrar durante varios días el albergue de peregrinos de Logroño por una plaga.

Ahora, su presencia se detecta en pisos, debido a la proliferación de los alquileres turísticos o incluso al alquiler de habitaciones para poder pagar la hipoteca.