Con Pouso en el otro lado

Con Pouso en el otro lado

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Carlos Pouso cambió Logroño por Santander. Le vino la oportunidad y la aprovechó. Sabía que sus días en la Unión Deportiva Logroñés estaban contados. Prefirió escoger destino volviendo al ruedo un año y tres meses después de esa incomprensible derrota ante el Mensajero y de ejercer como un director deportivo desconectado en lo personal y en lo deportivo con el actual entrenador blanquirrojo, Sergio Rodríguez. Ahora, este domingo el vasco y el club riojano se enfrentan en El Sardinero, 17.00. Podía haber sido un duelo de enjundia, de los que saltan chispas, sin embargo, el bloque riojano pelea por la Copa del Rey, mientras que los cántabros buscan alcanzar la fase de ascenso.

Por no haber, no habrá ni saludo entre los dos técnicos, a no ser que se produzca entre bambalinas. La sanción del preparador logroñés impedirá que los focos capten ese momento. ¿Casualidad? Será Javi Pineda -exjugador racinguista- el encargado de dirigir a los logroñeses desde el banquillo. Se quiera o no, este enfrentamiento tiene su morbo, su historia propia. Cierto que el aficionado riojano lo vivirá sin la tensión de ganar para seguir peleando por el ‘play off’. Eso es imposible. Pero seguro que hay quienes prefieren aguar el día al que fuera el entrenador que ha guiado a la UDL lo más lejos posible: dos fases de ascenso.

Huracán, de aquella manera, y Sevilla Atlético frenaron el camino del éxito, de una ruta en la que la Segunda estaba muy presente. Con ese reto vino Pouso a Las Gaunas. Ahora con la renovación de Salvador y con la más que posible incorporación de Carlos Lasheras como nuevo director deportivo para las dos próximas campañas, todo apunta que la UDL está casi más pendiente de empezar a pensar en la campaña 2018/19 que de cerrar en el actual ejercicio. Lo cual podría ser un error teniendo tan cerca la forma de sellar la presencia en la competición del ko.

Además las derrotas ante Mirandés y Sporting B en las que las decisiones arbitrales han resultado decisivas y contrarias a los intereses blanquirrojos han enfriado esta recta final de liga. SI ha eso se unen las bajas que acumula el equipo, el panorama no es muy halagüeño. Ramiro, Arnedo y Muneta están lesionados. Rubén Martínez y Miguel Santos, sancionados. Y menos mal que Marcos André podrá ser de la partida después de que el Juez Único de Competición le quitara la amarilla, acarreaba un partido de sanción, por simular y dejarse caer dentro del área en una acción en la que se estima que hay contacto con el oponente.

Aun con todo, varios chavales del filial (Juan Iglesias, Cabrera y Adrián Gómez) completan la lista. En el once apenas hay dudas. Salvo si Rayco regresa a los terrenos de juego tras caer lesionado en los minutos finales del varapalo vivido en Zubieta. De él puede depender que Titi o Espina integren la alineación. Con Miguel bajo palos, la retaguardia no ofrece variantes: Sotillos, Caneda, Zubiri y Paredes, de derecha a izquierda. César Remón y Salvador darán aplomo a la medular. Ñoño partirá desde la izquierda y Titi, desde la derecha. Espina y Marcos André serían los referentes. Chamorro podría ser otra posibilidad. ¿Más variantes? Serían complicadas y, sobre todo, sorprendentes. Pero todo es posible.

La idea pasa por recuperar el ánimo tras el gol que nunca debió subir al marcador de Cervero y la derrota de Las Gaunas ante un filial que se vio favorecido por una polémica expulsión y un tanto en fuera de juego. La motivación grupal es más difícil de encontrar, por mucho que la Copa del Rey sea un aliciente. Para eso está el orgullo profesional. El escenario, El Sardinero, debería ayudar. También que enfrente haya un equipo necesitado de puntos para dilatar su temporada más allá de la liga. Hasta el hecho de que Carlos Pouso dirija las operaciones del Racing.

Un entrenador que acumula cinco victorias seguidas en el feudo cántabro y que sólo ha mejorado el bagaje ofensivo que los santanderinos mostraban con Ángel Viadero en los once partidos que lleva. Ni la media de puntos obtenidos, ni el aspecto defensivo. El juego es irregular, pero el técnico vasco no ha ido a la entidad verdiblanca por la estética, ha asumido las riendas para sacar resultados, algo que se le suele dar bien. Para el domingo, no podrá contar con los lesionados Antonio Tomás, Regalón ni Pau Miguélez, además de mantener la duda de Borja Granero.

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