“Mucha gente se queda sin vacaciones por ir al reparto del pez”

Los hay que prefieren quedarse en Logroño y que no cambian el reparto del pan, el pez y el vino por el sol de Salou. Y no son pocos, a juzgar por las largas colas que cada año se forman en el entorno del Revellín el día 11 de junio. Este lunes, los logroñeses volverán a cumplir con la tradición gracias al trabajo de la Cofradía del Pez.

Compuesta por 43 cofrades (9 eméritos, 25 de número y 9 de honor), la Cofradía cuenta ese día con la ayuda de familiares y amigos para hacer posible el reparto. Pero los preparativos comienzan mucho antes. Estos días los cofrades se emplean a fondo para que todo salga a la perfección. Las truchas procederán de la planta de Riverfresh en Bobadilla; el aceite de Alfaro; el pan será apto también para celiacos y el vino de Vivanco.

Los actos comenzarán el día anterior, el domingo, con el traslado de la imagen del Santo de Santiago a La Redonda y las Vísperas en honor a San Bernabé. El lunes, desde las 6:30 horas los cofrades ya están organizando todo. Tras asistir a misa y almorzar, comienzan el reparto, que se prolonga hasta las 14:30 horas... y después, queda recoger, “que es más duro que preparar”, explica el Cofrade Mayor, Lorenzo Cañas.

“Es un sentimiento único”

Cañas es cofrade de 1986. “Esto es un sentimiento único, pagamos por trabajar, pero es que es un ambiente muy bonito. Lo vivimos con mucha ilusión y orgullo, muy contentos de ofrecer el reparto con todo el cariño a los logroñeses y a las personas que vienen de fuera”, relata Cañas a Rioja2.

Y es que ser cofrade es un sentimiento muy arraigado, que muchos han vivido en familia. “Hay cofrades que llevan desde jovencitos ayudando y ya saben lo que es la Cofradía”. Pero ¿qué hay que hacer para ser cofrade?

Cañas detalla que sólo puede haber 26 Cofrades de Número, como resultado de la suma de 11+6+1+5+2+1 (11 de junio de 1521). La única condición para ser elegido miembro de la Cofradía es ser logroñés, y destacar por la defensa de las tradiciones de la capital riojana. Para acoger a aquellos que, sin haber nacido en Logroño, se distingan por su entrega a esos valores, existe la categoría de Cofrade de Honor, que es idéntica, en sus deberes y responsabilidades, a la de Cofrade de Número y sin el requisito de ser de Logroño.

Además, los Cofrades Eméritos son aquellos cofrades de número que, al cumplir cierta edad, dejan su puesto a nuevos cofrades. En total, ahora hay 43, de los que 4 son mujeres, tres de número y una de honor.

Todos ellos vivirán con gran emoción y responsabilidad el reparto, para conmemorar cómo los logroñeses resistieron tenazmente al asedio de los franceses recurriendo a los peces capturados furtivamente en el río Ebro, al vino almacenado en la cuidad y al más humilde de todos los alimentos: el pan, proveniente de los graneros logroñeses. Cuando lograron romper el asedio, Logroño hizo a San Bernabé su patrón y se arraigó la costumbre de repartir peces, pan y vino en su día. Todo está preparado para cumplir un año más esta tradición, con tan sólo una petición al Santo: “lo importante es que salga buen tiempo”, pide Cañas.