Reflexiones Venteñas

Ahora que te ha terminado la feria Isidril y han pasado unos días haremos unas reflexiones sobre la feria Venteña, la más larga de la historia. Comenzaré con el azulejo que se colocó en la plaza en homenaje a Iván Fandiño. Pasa el tiempo, el 17-VI-2017 fue el día del fatal desenlace. En el azulejo se puede leer “Entregó la vida por la gloria del toreo, en el recuerdo de sus más de treinta paseíllos en esta plaza, de su salida a hombros en el 2014, y de la histórica corrida como único espada en el 2015, ejemplo de valor, estoicismo y heroicidad.”

Sobre lo que pasó en el albero de Madrid esta edición, empezamos con las Salidas por la puerta grande. Talavante, López Simón, Castella y el torero a caballo Diego Ventura que cortó un rabo, el primero que corta un rejoneador en Las Ventas y ya lleva dieciséis puertas grandes en Madrid. Ponce nos demostró su sabiduría, “El Juli” nos demostró su poderío, Roca Rey el valor de la templaza, Cayetano me gustó con su firmeza, Ferrera y Bolivar con su tauromaquia madura, Fortes y Ureña salen reforzados con su verdad. Octavio Chacón tras más de una década de alternativa le empezó a sonar el teléfono, Ángel Sánchez tomó la alternativa saliendo airoso de su tarde, y la confirmación de Colombo que estuvo muy pinturero.

Con los novilleros, como ha cambiado la historia, antes llegaban muy rodados a Madrid, e intentaban demostrar su talento, pero ahora es al revés parecen que arrancan en Las Ventas para que les den tardes, una pena. Toñete destacó bajo un diluvio y Francisco de Manuel cortó una oreja por su ambición.

En el tema ganadero salieron buenos toros, para elegir una tarde completa eso es cosa de los jurados, pero alguno de Alcurrucen, del Puerto de San Lorenzo, Juan Pedro, Saltillo o “Chaparrito” de Adolfo Martin que debería de rematarlos por detrás ya que la cara les tapa todo. A Victoriano del Río tras conocer las mieles de Las Ventas en esta ocasión se habrá ido como mínimo pensativo.

Comentar que con el palco se podrá estar de acuerdo o no, que algún astado se le debería haber dado la vuelta al ruedo, o han tenido premio excesivo, han concedido treinta seis orejas y un rabo, bien o mal seria para discrepar. Pero devolver un burel por manso no es de recibo ya que no hay reglamento taurino que lo detalle, así que haber cuando un señor de estos que pretende ser el centro del espectáculo es honrado y se marcha a casa, una pena que les dejen subirse, deberían hacer una comisión para que el que haga algo similar destituirlo de por vida.

Los premios han sido fallados de esta forma; Triunfador de la feria, Alejandro Talavante. La mejor faena “El Juli”. El mejor novillero, Francisco de Manuel. Mejor rejoneador, Diego Ventura. Torero revelación, Octavio Chacón. Mejor estocada, Luis Bolivar. Mejor picador, Agustín Navarro. Mejor brega, Ángel Otero. Mejor banderillero, Fernando Sánchez. El mejor toro “Chaparrito” de Adolfo Martín. Mejor ganadería, Núñez del Cuvillo.