#YoUsoMiBolsa y la guerra de Greenpeace a las bolsas de plástico

Cada vez son más las personas que van al supermercado con su propia bolsa reutilizable. Unos por respeto al medio ambiente y otros quizás porque no quieren rascarse el bolsillo. Desde el pasado domingo, los consumidores deben pagar por cada bolsa de plástico que reciban incluidas las más pequeñas y ligeras, algo ya generalizado en España para las bolsas de plástico más grandes. Su precio, oscilará entre los 5 y los 15 céntimos, un paso intermedio para desincentivar su consumo. La prohibición total de las mismas entrará en vigor en 2021.

Y es que julio ha arrancado con la entrada en vigor de un Real Decreto que pone fin a las bolsas de plástico ligeras que todavía se entregaban de forma gratuita en muchos comercios. Un Real Decreto que, para Greenpeace, no es suficiente para frenar la contaminación por plásticos de forma significativa.

Juan San Martín es miembro de Greenpeace en La Rioja y explica que “las medidas adoptadas en nuestro país por este Real Decreto no serán suficientes para frenar la contaminación por plásticos de forma significativa”. Y es que, puntualiza que aunque desde el 1 de julio ya se cobran todas las bolsas ligeras (entre 50 y 15 micras) y su venta se prohibirá a partir del 2021 junto con las muy ligeras (entre 50 y 15 micras), esta medida únicamente incluye las bolsas compuestas 100% por plástico.

El Real Decreto fomenta principalmente la sustitución de esas bolsas por otras consideradas como compostables, según la normativa europea. Pero estas bolsas compostables pueden contener plástico y sólo se degradan bajo condiciones industriales o de laboratorio muy concretas. Por tanto, completa San Martín, “seguirán presentando problemas, ya que pueden tardar décadas en desaparecer por completo si acaban llegando a la naturaleza”. Y, una vez en nuestros mares, “pueden también fragmentarse en microplásticos que llegan a todo tipo de vida marina”.

Pero ademas, desde Greenpeace consideran que este Real Decreto no apoya la eliminación de cualquier tipo de bolsas de plástico de un solo uso, que es, en definitiva, la medida necesaria para frenar el problema que “ahoga a nuestros mares” y, por otro lado, “retrasa hasta el año 2020 la prohibición de las bolsas fragmentables, las cuales no son especialmente problemáticas al degradarse en pequeñas partículas de plástico que permanecen en el medio ambiente durante décadas”.

Greenpeace invita a ir más allá de lo establecido en el Decreto

Por eso, desde Greenpeace, invitan a los comerciantes y consumidores a ir más allá de lo establecido en el decreto para combatir realmente el problema. “Es más importante reducir que reciclar”, asevera San Martín. Una reducción de plástico y otros residuos que se puede conseguir cambiando nuestros hábitos diarios. Y es que “abusamos de los alimentos procesados”. Algo tan sencillo como utilizar un envase para llevar el almuerzo en vez de envolverlo cada día y sustituir la típica botella de plástico por una cantimplora reutilizable, dice San Martín, supondría una reducción de plástico considerable.

Pero además, la clave está en el comercio local. Y es que a muchos, dice San Martín, el medio ambiente les suena a algo ajeno pero el medio ambiente es tu barrio, tu parque... Por esta razón, invita comprar en el comercio local y optar por los productos a granel. “Si compras las patatas que vas a consumir, las manzanas que necesitas o la sandía para esta semana.. todo esto puede ir en una bolsa. Fíjate la cantidad de plástico que nos ahorramos”. De hecho San Martín nos plantea un reto. “Si vamos a un supermercado y queremos comprar alimentos sin plástico nos daremos cuenta de lo poco que podemos comprar porque todo viene envasado y envuelto en plástico”.

Desterrar los tetrabriks

En la actualidad, explica, hay una inmensa mayoría de productos que consumimos diariamente que vienen envasados en tetrabriks. Y, aunque a simple vista, detalla San Martín, parece que sólo están hechos de cartón, en realidad contienen partes de aluminio y plástico, dos materiales que contaminan mucho la naturaleza. De hecho, el aluminio tarda en degradarse entre 20-30 años.

Las cifras asustan. Cada año, hasta 12 millones de toneladas de plásticos llegan a nuestros mares y océanos, afectando a más de 550 especies de animales marinos. Razones más que suficientes para sumarse a la campaña de Greenpeace. Mañana martes 3 de julio se celebra el Día Internacional Sin Bolsas de Plástico y bajo el hastag #YoUsoMiBolsa, animan a la ciudadanía a sumarse a esta demanda, también en sus redes sociales.