El Calahorra se hace el harakiri
Difícil, no. Imposible. Cuatro goles encajados en 45 minutos. Así es complicado estar a la altura de lo que requiere la Segunda división B. De poco sirve sorprender al Barakaldo en Lasesarre si siete días después el Calahorra se hace el harakiri en La Planilla ante un rival de su liga, un Langreo que supo aprovechar las licencias que le permitió el cuadro entrenado por Miguel Sola para avanzar en la tabla e igualar a los riojabajeños. El 1-4 al descanso era sonrojante. Casi más que la goleada sufrida en El Sardinero. Sobre todo porque se puso una alfombra roja para que el conjunto asturiano disfrutar de un partido en el que pronto se le puso todo de cara.
Dos errores casi seguidos en apenas 7 minutos empezaron a condenar a los rojillos, que previamente ya habían tenido la desgracia de perder a Morgado durante el calentamiento. Pérdida local en la parte izquierda, Allyson es más listo y cede a Omar para que remate de cabeza a placer. Por si había dudas, Goñi pierde una pelota en la medular, David González avanza y chuta con la fortuna de que la pelota toca en un defensor y se eleva sobre Gonzalo. La Planilla estaba helada. Dos jarros de agua fría sin casi apenas haberse sentado en la butaca.
Había que remar contra corriente. Lo intentó el bloque riojano con empuje y bravío gracias a un tiro de Goñi que impactó en el poste. El centrocampista volvería a estar cerca del gol, pero su tiro le repelió Imanol Elías y en el rechace Ubis anotaba, pero en fuera de juego. La sensación era que el duelo estaba vivo, que el Calahorra lo intentaba con ganas. Pero el Langreo intimidaba a la contra, como en la acción que protagonizó David González que tras zafarse de cuantos contrarios le salían al paso fue Gonzalo, con el pie, el que evitó la catástrofe.
Es más, Ubis puso a los suyos en buena línea cuando pasada la media hora Barcina robó el balón y se lo cedió al delantero logroñés para batir a Imanol Elías. Se quería y se podía. Con lo que no se contaba era con el doblete que haría antes del descanso el delantero David González. El ariete de los asturianos finalizó un tanto similar al que abrió el duelo, de cabeza, y con idéntico asistente, Allyson. Con el mazazo en el cuerpo, el Calahorra no supo aguantar la compostura y David González dejaría encarrilado el encuentro con su tercer particular y cuarto del Langreo en la juagada anterior al fin del primer tiempo.
Sola se la jugaba con un triple cambio. De perdidos al río. Álvaro González, Goñi y Barcina fuera por Binke, Auzmendi y Almagro. Presencia ofensiva, dejando tres centrales, y más potencia para los rojillos que pronto encontraron la recompensa aunque fuera con el tanto de Nacho Calvillo en propia puerta después de un saque de esquina al primer palo.
Creía el bloque rojillo en el imposible. Sólo había un equipo sobre el terreno de juego. El Calahorra se volcaba en aras de seguir recortando. Almagro veía una amarilla en una muestra de los nuevos bríos de los riojanos. Cierto que el Langreo esperaba su oportunidad para cerrar el choque y Allyson pudo hacer el quinto de cabeza, pero falló lo que parecía sencillo. Los locales, todo corazón, decidían mal en los metros finales. Las jugadas se embarullaban, por lo que al final las ocasiones eran menos debido a que se tomaban malas decisiones en los metros finales y eso que tanto Rodrigo, Ubis como Obeng vivían casi en el área rival.
El Langreo ralentizaba las acciones porque le interesaba enfriar un poco la contienda. Surtió efecto y el Calahorra bajó la energía. Costaba hilvanar buenas jugadas y volver a embotellar a los asturianos, aunque más por mérito de los visitantes que no por las ganas de los anfitriones. Se sucedieron las sustituciones en el conjunto de Hernán Pérez y el duelo fue muriendo pese a los tímidos posteriores intentos de los rojillos con varios centros laterales sin consecuencias.
En definitiva, de poco sirvieron las ganas y la intensidad del segundo tiempo si durante el primer período se cometen tantos errores defensivos que acaban condenando a un Calahorra que parecía haber recuperado el rumbo tras su victoria en Lasesarre, pero que después del tropiezo vivido en La Planilla vuelve a apuntar a las sombras. Aun con todo, el equipo riojabajeño suma 18 puntos y tiene margen amplio respecto a los puestos de descenso.
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