“Mamá, si papá te mata ¿con quién me quedo?”

"Mamá, si papá te mata ¿con quién me quedo?"

Rioja2

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Tiene 32 años y ya sabe qué es el maltrato. Su nombre da igual, puede ser Ana, Sara o cualquier otro. “Tuve una relación de 15 años con el padre mis hijos”. Como cuenta a Rioja2, esa relación comenzó cuando ambos eran muy jóvenes. “Él tenía su carácter pero, mi inocencia y mi amor por él, hacían que pasara todo por alto”. Fue con la convivencia cuando comenzaron los malos tratos. Al principio sólo era psicológico pero ella seguía sin verlo. “Yo no lo veía, incluso me echaba la culpa y buscaba mil excusas para justificar sus malos tratos. Y así pasó el tiempo. Así pasaron los años. Soportando el maltrato de su marido y haciéndose cargo, ella sola, de sus dos hijos hasta el año pasado que decidió poner punto y final a esta pesadilla y separarse.

“Ese día tuve miedo por mí y por mis hijos, ese día dije, hasta aquí”

Ya no vivíamos juntos pero él seguía viniendo a casa con la excusa de los hijos”. A pesar de la separación física, todo seguía igual hasta que un día entró en casa de madrugada y cometió una agresión sexual. “Ese día tuve miedo por mí y por mis hijos, ese día dije, hasta aquí”. Fue una experiencia “horrible, lloré mucho, mi hijo mayor de 10 años fue testigo de todo”. Sus palabras se clavaron a fuego en su mente porque con tan solo diez años le dijo “mamá, ¿si papá te mata, con quién me quedo?”. Ese día, esta mujer denunció a su marido y comenzó su nueva vida.

“Mis hijos ya no viven en esa violencia”

Ha sido un proceso doloroso porque he tenido que reconocer lo mal que estaba, aprender que no era yo la culpable y, mientras tanto, seguir adelante con mi vida y la de mis hijos”. Un camino hacia delante en que el que las empresas solidarias de La Rioja juegan un papel determinante. “A través de la Oficina de Atención a la Víctima comencé a trabajar en Limpiezas Sereco”. Ahora, esta mujer compatibiliza su trabajo con los estudios de auxiliar de enfermería. “Siempre digo que mi día tenía que tener 48 horas, reconozco que es muy cansado pero me siento bien porque no hay nada como vivir tranquila”. Pero sobre todo, lo que valora de esta nueva vida es que ni ella, ni sus hijos vivan ya en ese ambiente de violencia.

Aún así, hay días en los que todo se pone cuesta arriba. “Es estresante, es agobiante muchos días pero ese amor de madre que tengo por mis hijos me hace sacar fuerzas y seguir adelante”. Cuando todo se vuelve gris, esta mujer echa la vista atrás y lo tiene claro. “Tengo que salir adelante, sé que voy a poder”. Por esta razón, anima al resto de empresas a sumarse a esta iniciativa y convertirse en empresas solidarias porque “mujeres como yo necesitamos una independencia económica para poder lograr una independencia emocional porque somos un colectivo muy vulnerable”.

56 empresas solidarias en toda La Rioja

Jesús García es el gerente de Limpiezas Sereco. Una de las 56 empresas solidarias que han permitido la contratación de 63 mujeres víctimas de violencia de género. García recuerda que antes de ser formalmente una empresa solidaria “ya estuvo con nosotros una mujer maltratada, empezó a trabajar haciendo sustituciones, vacaciones y, en cuanto hubo hueco en la plantilla se quedó con nosotros”. Por nuestra experiencia, cuenta, “siempre nos hemos encontrado con trabajadoras extremadamente responsables, es una satisfacción poder ayudar a estas personas a continuar con su vida”.

Imagínate es otra de las empresas de este club. “Nos invitaron a formar parte de esta red de Empresas Solidarias y no lo dudamos porque también colaboramos con otras oenegés como Ardem, la Asociación Riojana de Esclerosis Múltiple, la Fundación Luike, Save de Children, Aspace, Intermón Oxfam o Unicef, entre otra”, cuenta el gerente Rafael Expósito.

Ahora mismo, entre los trabajadores de Imagíante hay tres mujeres víctimas de violencia machista. Tres trabajadoras que Expósito describe como “incondicionales y siempre dispuestas a trabajar”. En Imagínate el 90% de la plantilla son mujeres. “Somos una empresa de servicios que trabaja de cara al público, trabajamos con niños, ancianos... somos una empresa de animación socio cultural que también trabajamos en el ámbito del ocio educativo”.

Expósito es trabajador social y conoce de primera mano el mundo del maltrato, de la exclusión social. Y quizás por esta circunstancia para él ser solidario no es ningún esfuerzo. Es más, él entiende que no hace ningún favor especial a las mujeres que contrata, “ellas trabajan y ellas cobran su suelo”. Al contrario, apunta, “es una satisfacción ver cómo la gente crece a la vez que crece su autoestima”.

“Proceso de vuelta a la sociedad con una vida plena”

Hace una semana se realizó un sencillo homenaje a las 8 nuevas empresas que han decidido dar un paso adelante y sumarse a este club de Empresas Solidarias. De esta forma, ya son 56 las empresas adheridas a este programa que ha permitido que 83 mujeres hayan participado en los cursos de formación de la Oficina de Asistencia a la Víctima del Delito y que 63 mujeres hayan sido contratadas.

Hace una semana fue el propio presidente del Gobierno de La Rioja, José Ignacio Ceniceros, el que animó al resto de entidades riojanas a sumarse a este programa para facilitar la integración laboral de las víctimas de violencia de género. Un programa, decía, “imprescindible para que muchas mujeres recuperen la libertad y puedan culminar un proceso de vuelta a las sociedad con una vida plena”.

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