Basura, pipas, chicles... el día a día del propietario de LavoPlus en Cascajos por culpa de un grupo de menores

Llegaron al barrio de Cascajos de Logroño con su negocio hace casi tres años y, al año y medio, empezaron los problemas. Y es que el negocio de Adrián Anés, la lavandería LavoPlus se ha convertido en el chamizo de los menores del barrio. “Desde que abrimos hemos tenido varios incidentes”, cuenta Anés a Rioja2.

Hace un año y medio incluso pusieron una denuncia ante la Policía Nacional. “Los menores aprovechan para meterse en el local y estar ahí, sobre todo los días de lluvia, y conectarse a la WIFI”. Algo que Anés no ve del todo mal porque, como dice, “todos hemos sido jóvenes”. Pero lo que no está dispuesto a admitir es que las conductas vandálicas de estos jóvenes sigan dañando su negocio.

“Hace algo más de un año interpusimos una denuncia ante la Policía Nacional porque estos jóvenes entraron en el local y ocasionaron daños de 900 euros porque, entre otros destrozos, descolgaron una secadora”. Una denuncia que con la que no han cesado los actos vandálicos de los jóvenes de este barrio.

La gota que ha colmado el vaso, relata Anés, “es la situación en la que esos menores dejan el local, lleno de basura, pipas, bolsas, chicles...”. Y es que además de las pésimas condiciones en las que se encuentra Anés su negocio cada mañana, “también hemos recibido quejas de los clientes de la lavandería”.

“Son cuadrillas grandes, de entre 15 y 20 personas que se piensan que la lavandería es su chamizo en el que pasar la tarde, chavales que no respetan a los clientes que van a lavar allí la ropa porque tienen la música alta, arman jaleo y no muestra respeto por los clientes”. Conductas que censura Anés junto a las posturas de muchos de los padres.

“Es inadmisible que muchos padres pasen por delante de la lavandería, vean que sus hijos están dentro y no les digan nada”. A lo largo de este tiempo, “sólo dos padres han venido a pedir perdón. Uno tras la denuncia interpuesta por la Policía Nacional y en otra ocasión una madre que vino con su hija para que viera el vídeo”.

Al parecer, no es el único negocio afectado por estos “actos vandálicos” hasta tal punto que uno de ellos ha optado por el traspaso harto de estas situaciones tan incómodas.

Por todo ello, Anés pide un poco de colaboración de padres e hijos. “Todos los días tenemos que echarlos del local. Esta es la educación y el respeto que algunos están enseñando a sus hijos en el barrio de Cascajos. A diario tenemos que recoger las pipas, las bolsas, las latas y LA MIERDA de los hijos de algunos que como padres han errado completamente. Cuánto mejor el día que decidieron tener hijos no se hubieran comprado un perro o un gato, que tienen bastante más civismo que la escoria que están criando”, han denunciado también en redes sociales.