La falta de contundencia defensiva lastra a la UDL

La falta de contundencia defensiva lastra a la UDL

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Toca remontar. Las Gaunas dictará sentencia en una eliminatoria encarrilada por el Hércules, 3-1. Todo porque la UDL parece que se ha olvidado de ser contundente en su línea defensiva. Seis goles encajados en los dos últimos partidos no hablan bien del balance de los riojanos. Justo en la fase decisiva. El problema es que lo que venía siendo una norma, no dejar escapar los partidos cuando el cuadro blanquirrojo se ponía por delante, está siendo ahora un suplicio. En la anterior ronda, tocó sufrir, mientras que en el José Rico Pérez el tanto de Olaetxea, nada más comenzar el segundo tiempo, sirvió para que el Hércules, con escaso fútbol, poco control, y máximo acierto marcara hasta tres tantos en una segunda parte en la que la UDL ya ha gastado ese mal partido que suele haber en este tipo de ‘play off’.

El Hércules no avasalló, ni mucho menos. Tampoco le hizo falta. Pero esta UDL recordó mucho a la de la campaña anterior, cuando merecía por el juego, aunque generaba pocas ocasiones, y no era contundente en las áreas. Esa versión ya olvidada, aparece cuando no debe. Es como si este tipo de encuentros se le quedaran grandes. Parece mentira que en el Nuevo Vivero no aprendiera lo que había que hacer. Sin embargo, toca levantarse. Sobre todo porque aún restan, cuando menos 90 minutos, para seguir con vida. En este sentido, hay que hacer autocrítica –ver qué se hizo mal y qué bien- para sacar adelante una eliminatoria en la que al Hércules le ayudó su historia y el peso en estos encuentros a cara de perro.

Sergio Rodríguez apostó, de partida, por la cautela. Iñaki estaba por delante de Paredes en la banda izquierda; Andy se anclaba, en labores defensivas, por delante de la zaga; mientras que Marcos André era la única referencia en ataque, además de un Rubén Martínez, trabajador como de costumbre, desde el costado diestro. Si la precaución y el respeto fue la nota predominante, la UDL intentó controlar el juego gracias a la pelota para marcar el ritmo y el mando.

Cierto que el Hércules fue el primero que avisó en una acción a balón parado cuando de un centro lateral Samuel se anticipó a todos en el remate, aunque no acertó con su peinada. Los blanquirrojos no se amilanaron, buscaron con calma y elaboración la meta de Falcón y gozaron de un par de aproximaciones. Como demostrando que no querían quedarse agazapados en su campo. Hubo más pausa y al conjunto ilicitano le costaba. Tampoco sufría, pero el cuero ya empezaba a tener un dueño.

Eso no quitó para que la mejor oportunidad, a los 20 minutos, llegara por parte local. Mal despeje de Juan Iglesias que recogió Alfaro para zafarse de Paredes y ponerla de lujo en el punto de penalti, por donde apareció Carlos Martínez para rematar de cabeza. Buigues, en su vuelta a la que ha sido su casa, respondió repeliendo el balón y dando seguridad a los suyos. La reacción no se hizo esperar y Salvador quiso sorprender a Falcón con un tiro escorado.

La UDL, superado el susto de Carlos Martínez, cogió el mando. No había profundidad, pero la idea era buena para templar los ánimos de los locales, donde Diego Benito –el cerebro del Hércules-, Juli y Alfaro –los extremos-, Benja y Carlos Martínez, los dos arietes, estaban pasando desapercibidos. En esa dinámica, Bobadilla no se esperó una imprecisión defensiva de los anfitriones en un córner porque de haber estado listo podía haber marcado. Pese a ello, otra vez Buigues tenía que aparecer en una acción aislada, Nieto encontró el camino por su perfil para buscar portería con un tiro raso que despejó el meta blanquirrojo.

Casualidad o no, en una contra vino la mejor ocasión de los riojanos. Fue ya en las postrimerías de la primera mitad cuando el envío largo sobre Marcos André, que peinó la pelota, la aprovechó Iñaki para buscar el gol con un disparo lejano, duro y cruzado que Falcón tocó con la manopla a córner.

La segunda mitad comenzó con la mejor noticia posible: gol de Olaetxea. Apenas 30 segundos después de reanudarse el juego, la fe de Iñaki por una pelota en el costado zurdo provocó que su posterior pase fuera rematado, en primera instancia por Rubén Martínez, cuyo rechace tras ser bloqueado por un defensor llegara para que Olaetxea pusiera el 0-1. Poco lo duró la alegría a logroñeses cuando en un saque de esquina, una de las debilidades en esta fase de ascenso, Carlos Martínez igualaba la contienda y generaba dudas en una UDL que estaba controlando el duelo.

El Hércules, pese al tanto marcado, renovaba uno de sus extremos con Chechu Flores por Juli. El cuadro local se había venido arriba, así que Sergio Rodríguez trató de enfriar el choque con la entrada al campo de Pedrito por Paredes (instantes antes se le habían subido los gemelos), retrasando así la posición de Iñaki al lateral. La contienda se volvió más áspera debido a varias faltas del cuadro de Lluis Planagumá, por lo que la UDL no debía caer en la trampa de los alicantinos.

El caso es que el Hércules estaba mejor y el premio vino con la remontada y el gol de Alfaro. Se revolvió en el área, dejó a Caneda a un lado y ajustó para batir a Buigues por el palo corto, su palo. Faltaban veinte minutos y los riojanos se habían visto con media eliminatoria en su bolsillo, tras el tanto de Olaetxea, y comprobaban como su oponente, con poco o nada de fútbol, le había dado la vuelta.

Ñoño era la opción del técnico logroñés para reconducir la situación. Y en una contra, Alfaro volvía a ser una pesadilla en el área blanquirroja cuando Olaetxea lo derribó. Se volvían a ver las caras Carlos Martínez y Buigues. Y el delantero remontaba, como su equipo, a la parada del primer tiempo con dos goles, el último desde los once metros. La situación se complicaba, bastante. Un equipo con el aplomo defensivo en liga regular estaba dilapidando sus opciones por su endeblez. El Badajoz le metió tres en Las Gaunas y ahora el Hércules le encajaba otros tres con poco fútbol.

Como cabía esperar, después del 3-1, no se jugó a nada. Por mucho que la UDL lo intentara con un incisivo Iñaki por su perfil y con ya Ander Vitoria en el terreno de juego. Ahora, hay que confiar en la remontada. Si el bloque alicantino lo hizo en apenas 45 minutos, como también lograra el Badajoz en el primer tiempo del segundo partido, ahora le toca a la UDL dar un paso adelante, tirar de sentimiento y buscar la última ronda. La remontada empieza desde ya y con Las Gaunas como una olla a presión.

Ficha técnica

Hércules: Falcón; Nieto, Samuel, Íñiguez, Adrián; Juli (Chechu Flores, min. 58), Fran Mérida, Diego Benito, Alfaro; Carlos Martínez (Pol Roigé, min. 84) y Benja (Jona, min. 91).

UD Logroñés: Miguel; Juan Iglesias, Caneda, Bobadilla, Paredes (Pedrito, min. 61); Andy; Rubén Martínez (Ñoño, min. 74), Olaetxea (Ander Vitoria, min. 85), Salvador, Iñaki; y Marcos André.

Goles: 0-1, min. 46: Olaetxea. 1-1, min. 56: Carlos Martínez. 2-1, min. 70: Alfaro. 3-1, min. 77: Carlos Martínez, de penalti.

Árbitro: Alberto González Hernández (Comité Castellano leonés). Amonestó a los locales Alfaro (min. 83) y Fran Miranda (min. 90) y al visitante Paredes (min. 27).

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