Nájera da las últimas 'Vueltas' del año

Desde el Paseo San Julián hasta la Plaza de España, los najerinos han recorrido por segunda vez en una semana las calles de su ciudad a ritmo de charanga para celebrar las fiestas en honor a San Pedro.

El ritual es el mismo que todos los años. Las cuadrillas de jóvenes y mayores se han reunido en torno al quiosco del Paseo San Julián, desde las 12.30 horas del mediodía, momento en el cual han sonado tres golpes de bombo que han dado comienzo a las tradicionales 'Vueltas'. Tras varios giros a toda velocidad en torno al quiosco, han cruzado el puente de San Fernando en dirección a la calle Mayor, donde la aglomeración de la gente es la protagonista. Mientras los más atrevidos saltaban y bailaban entre empujones, los vecinos de la calle les han ido arrojando agua desde sus balcones para ayudarles a combatir el sofocante calor. Finalmente, la procesión ha llegado a la Plaza de España, punto cúlmen del recorrido, donde se dan las últimas vueltas. Una vez terminado el rito, la tradición manda tomar un refrescante zurracapote en el local de la peña Malpica, para terminar, si aún quedan fuerzas, en los bares de la calle Villegas, conocida como “la Zona”.

Tampoco han faltado las hogueras en las que se han asado chuletillas y costillas al sarmiento, como no podía ser de otra forma, maridados con zurracapote, calimocho o vino en todas sus variedades. Todo ello, con el uniforme reglamentario: un peto de colores llamativos, con camisetas blancas, y aún húmedos de las Vueltas de San Juan.

Una antigua celebración

Muchos son los orígenes que se les quieren otorgar a las Vueltas, pero ninguno claro que resuelva el misterio de tan peculiar danza. Unos cuentan que se trata de un rito en honor al Astro Rey, dando gracias por las cosechas del año. Otros apuntan al señor Prado, que las trajo de Cuba y las adaptó a la cultura y tradición de Nájera. Mientras, otros cuentan que es una tradición que se remonta a los desfiles militares que se realizaban en honor a los soldados que “volvían” el día de San Juan de alguna victoria en las guerras carlistas.

De cualquier forma, los habitantes de Nájera saben honrar a todos sus predecesores y seguidores de una y otra versión de sus comienzos se unen en las más de cuatro horas que pasan danzando por el casco antiguo de la localidad.

A última hora de la tarde, las pilas se van agotando y volverán todos a sus casas donde las ropas inservibles terminarán en el cubo de la basura o esperarán en lo más oscuro del armario a que el próximo año San Juan reclame su servicio.