Sin puerta grande por decisión presidencial

Sin puerta grande por decisión presidencial

Rioja2

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Llegó el francés a conquistar La Ribera y se topó con un palco “exquisito” en el descuento, negándole injustamente la segunda oreja que le abría la puerta grande.

Se cerró la feria taurina de Logroño con una corrida de toros de la ganadería de El Parralejo, de justa presentación, de buen juego en líneas generales, buenos el segundo, cuarto y quinto lugar, aunque los demás tenían manitas de mantequilla. Jesús Manuel “El Cid” silencio y vuelta al ruedo, Juan Leal vuelta al ruedo, oreja con dos vueltas al ruedo, negación a lo que fue evidente la segunda oreja y el palco no quiso ser justo y cerró la puerta grande, el palco dando la nota negativa. Luis Adame oreja y silencio.

La Casa Bailleres-Chopera le hizo entrega de una figurita a su trayectoria al finalizar el paseíllo. Ya metidos en materia lanceó a la verónica a su primero, en el tercio de varas el toro fue cambiado con una entrada, mal por el palco, la faena no tuvo continuidad ya que le dio mucho aire al astado, tandas con algún buen natural lo despachó de un pinchazo y un entera pero lo tronó con el descabello. Silencio. En el cuarto, su último toro en Logroño, y para las estadísticas de nombre “Infortuni”, herrado con el Nº 75 negro listón del 10/14 y de 534 kg. Tras brindar el toro al respetable lo cuajó con mano baja y con trazo largo de buenos naturales, con adornos como faroles, pinchó en dos ocasiones y perdió trofeo, dio una merecida vuelta al ruedo.

Juan Leal debutaba en La Ribera, brindó el toro en los medios tras lanzar la montera clavo las rodillas en tierra y se lo trajo desde las tablas con unos cambiados por la espalda caldeando la andanada, ya de pie le recetó una tandas de derechazos con buen trazo, templadas, como el manejo de la siniestra con naturalidad y suavidad, de rodillas volvió a ligarlo como pocos lo hacen de pie, no acertó con los aceros y dio la vuelta al ruedo. El cuarto no lo hizo mal en varas, fue el único astado de la tarde y de la feria que metió los riñones en sus encuentros con el picador. Con la muleta se lo trajo largo desde lo medios con unos cambiados por la espalda, con la derecha enloqueció a la grada, qué bien bajó la mano, la corrió, templó y mandó con tranquilidad, terminó con unos naturales de bella ligazón y de una buena estocada certera pasaportó el burel, cortó una oreja y el palco se quedó la otra para dar la nota, dos vueltas al ruedo.

La Ribera gritó ¡Presidencia Dimisión! ya en el segundo toro, al unísono.

Luis David Adame en el tercero de la tarde le tocó un toro al que con la muleta lo toreó con buen son y suavidad ya que no podía bajarle mucho la mano y menos tirar de él porque se venía abajo, tras unas manoletinas ajustadas levantó la grada, con el acero le recetó una estocada recibiendo que le valió pasear una oreja. En el que cerró tarde y feria le hizo un quite por lopecinas, brindó al respetable lo intentó por ambos pitones pero no tuvo opción, tras una estocada entera, silencio.

Si de verdad serian aficionados taurinos el señor González, Marchena y Santamaría, nuca más se deberían subir a un palco. Pero por desgracia para la tauromaquia seguirán.

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