El oficio y la eficacia también dan victorias

El oficio y la eficacia también dan victorias

Rioja2

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Da igual cómo, esta UDL continúa sumando de tres en tres. Seis triunfos seguidos -cinco jornadas consecutivas sin encajar gol- que sirven para muchas cosas. Para igualar el récord de victorias del club, para consolidarse en el coliderato, para intimidar a los rivales dada la versatilidad exhibida este último mes y medio, para mostrar oficio y sacrificio, para comprobar que hay un portero fiable que da puntos. Porque Miño tuvo trabajo. Mucho. Más del deseado. Pero salió victorioso del envite, casi órdago, que puso en escena un Amorebieta que, por merecimientos, no debió perder. Pero en este deporte llamado fútbol, uno más uno, pocas veces son dos.

En esta ocasión, el meta catalán se lució. Evitó el empate y que su equipo fuera por debajo en el marcador desde casi la primera jugada del choque. Porque el bloque de Íñigo Vélez impuso un ritmo endiablado. Se sabía que la UDL iba a encontrarse un escenario complejo en el que no está muy acostumbrado a lucir. Este sábado no fue una excepción. Fueron prácticamente veinte minutos de asedio local frente a un conjunto que se sostenía gracias a la figura de Miño, una pesadilla para los zornotzarras. Mikel Álvaro ya tuvo la primera nada más arrancar el partido. Orozko le daría continuidad. Gabri, en una contra, se topaba con una mano y a renglón seguido, en un córner, era Arregui el que remataba de cabeza a bocajarro. Ahí emergía Miño de nuevo.

El ímpetu del Amorebieta tuvo su recompensa cuando Aimar, por fin, tras una falta superaba al guardameta blanquirrojo. Sin embargo, ante el asombro de prácticamente todos los presentes señaló falta. Gol anulado. Una acción discutida que sirvió de punto de inflexión para que los de Sergio Rodríguez recuperaran el aire. No es que se estiraran, pero al menos los anfitriones bajaban el pistón. Hubo que esperar hasta la media hora para que Olaetxea rematara de cabeza y para que Rubén Martínez, con todo a favor, es decir, a puerta vacía, no acertara ante un Saizar, ya batido, que midió mal su salida.

El equilibrio era más factible, ya no había tanto agobio. Incluso se esperaba el descanso con paciencia, pero esta UDL es impredecible. Robo, contra, diagonal, vuelta a empezar y tranquilidad para que Andy encuentra a Olaetxea que controla el cuero con el pecho y fusila a Saizar. Gol y a continuar con la practicidad. Porque en la segunda mitad, los riojanos apostaron por la solidez. No era una tarde para lucirse, para elaborar, para gustarse sacando el balón. Era un día para fajarse, para ganar los duelos individuales, para saber retroceder y confiar en el trabajo solidario de todos.

Quizá por eso las modificaciones que utilizó el preparador logroñés, las dos primeras antes de lo que suele ser habitual, apenas variaron lo que sucedía en el terreno de juego. El Amorebieta quería, lo intentaba, pero sin la velocidad, ritmo y precisión que en los primeros minutos del partido. Por ese motivo, Gabri remataba arriba. Mikel Álvaro se topaba con Miño. A los anfitriones les costaba más. Rayco y Roni, que habían entrado por Ousama -primera vez titular- y Rubén Martínez, respectivamente, tenían que trabajar, por lo que no podían lucir lo que les gustara.

Se llegaba al tramo final del encuentro con la incertidumbre del marcador, con una UDL sólida y fiable frente a una Amorebieta aguerrida que buscaría las tablas con voluntad. Ortega remataba alto desde el centro del área. La zaga visitante tenía que redoblar esfuerzos. Ekain remataba un centro lateral y se iba rozando el larguero. Miño -que había tenido una mala salida anterior que por fortuna nadie acertó a rematar- puso los puños en una falta de Seguín. Tocaba sufrir. Jaime Sierra aparecía para perder un poco de tiempo. Se estaba en el añadido. El Amorebieta se agarraba a una última. La tuvo. Ekain pudo cambiar el signo de la contienda, pero Errasti, siempre en su sitio y dispuesto a ayudar a la vez que a desquiciar a los oponentes, se interpuso para que la pelota no rebasara la línea.

Portería a cero, seis triunfos seguidos (cinco jornadas consecutivas sin recibir gol), 20 puntos. Ni un cuarto de temporada y esta UDL pone el piloto automático para ganar semana tras semana.

Ficha técnica

Amorebieta: Saizar; Arregi, Seguín, Zarra (Aldalur, min. 79), Molina, Markel, Mikel Álvaro, Gabri (Ekain, min. 63), Remen (Ortega, min. 69), Orozko y Aimar.

UD Logroñés: Miño; Iago López, Caneda, Zabaco, Iñaki; Errasti; Rubén Martínez (Roni, min. 63), Andy, Olaetxea, Ousama (Rayco, min. 54); y Ander Vitoria (Sierra, min. 89).

Gol: 0-1, min. 43: Olaetxea.

Árbitro: David Jesús Pinto Herrera (Comité Tinerfeño). Amonestó al local Molina (min. 40) y a los visitantes Ousama (min. 27) y Olaetxea (min. 86).

Foto: SD Amorebieta

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