La Planilla vive su partido más loco

20 de octubre de 2019 04:47h

El Calahorra se abona a las emociones fuertes y a dejarse puntos en los minutos finales, ya que Salmantino, Leioa y Barakaldo, este domingo, puntuaron merced a goles en el tramo final del encuentro. En este caso, la visita de los fabriles llegaba en medio de la derrota injusta en Copa Federación el pasado miércoles y con la duda de saber qué Calahorra se iba a poder ver en el campo municipal. Un poco de todo, lo bueno y lo malo de un bloque rojillo que en apenas diez días ha perdido esa solidez defensiva de la que hacía gala para embarcarse en partidos más abiertos -los últimos veinte minutos del choque fueron a tumba abierta con dos conjuntos que buscaron el ataque sin guardarse nada- en los que el espectador disfruta, pero seguro que el cuerpo técnico, no.

El caso es que otro 3-3 en esta ocasión con un marcador cambiante que oscilaba del 1-0 al 2-1 y después al 3-2. De locos. Sobre todo porque hubo dos partes muy diferenciadas; la primera, menos vistosa en la que todas las oportunidades vinieron a balón parado; y una segunda, con alternativas, con oportunidades en ambos bandos y con errores. De partida, Sola volvía, como hiciera el miércoles en Copa, a apostar por Sito en el lateral zurdo, mientras que Márquez recuperaba su lugar en detrimento de Sito, mientras que Nacho Díaz aparecía por el sancionado Chaco.

De partida, el control era de los rojillos, mejor dispuestos ante la lluvia que no dejó el duelo en ningún momento, lo que provocó imprecisiones en muchos despejes. Ambos equipos sabían que no había que cometer errores, así que pocas facilidades para los rivales. Con esa dinámica, todo se apostaba a las acciones a balón parado. Por ahí, demostró tener el Calahorra un filón con Cristian como rematador. Un peligro constante en este tipo de lances en las que el capitán produjo muchas cosas positivas para los suyos. La primera de ellas, en un remate antes de alcanzar la media hora que golpeaba en el brazo extendido de Gándara. Penalti que transformaba Jorge Fernández y que daba ventaja a los locales al descanso en un duelo, aparentemente, bajo control de los riojabajeños.

Pero algo cambió en una segunda mitad donde lo que no hubo fue control. Cristian volvía a amenazar en un saque de esquina, pero era Juan Delgado el que batía a Zabal por bajo con un tiro seco. Reaccionaba el Calahorra con dos ocasiones consecutivas, un remate de cabeza de Alberto tras un córner que se iba al poste y una parada de Rabanillo con una volea de Carralero que se cantaba gol. Y del posible 2-1 se pasó al 1-2 después de un centro lateral pasado que golpeaba en Márquez, que se encontró la pelota, y Bryan, listo, aprovechaba para superar a Zabal de tiro cruzado.

El Barakaldo insistía y cercaba a un Calahorra que sufría, pero en una contra, los rojillos se reengancharon al encuentro. José Ramón ganaba por velocidad a su par y se presentaba en el área para ceder a Nacho Díaz que sólo tenía que acomodar la pelota en la red para firmar las tablas de nuevo. 8 minutos locos en los que se habían visto tres goles. Pero la locura no iba a parar ahí. Así que el delantero cedido por el Villarreal se anticipó a Samu para meter la cabeza y devolver la victoria parcial a los suyos tras un nuevo saque de esquina.

Los de Hernán Pérez no bajaron los brazos. Con Sergio García en el campo el juego de los gualdinegros pasaba por el exfutbolista de la UDL. El Barakaldo pisaba campo ajeno con frecuencia y con posibilidades. Además, se unían ciertas imprecisiones rojillas en los despejes que generaban dudas en el aficionado local y que animaban a los visitantes a buscar la meta de Zabal. Goñi y Parla entraban en escena para controlar la situación y tratar de tener algo más la pelota. Jorge Fernández buscaba la sentencia con una falta lateral que repelía Rabanillo con los puños, pero lo que llegó fue el empate tras un centro lateral desde la derecha de Fede que Cristian, en su intento de despeje, introdujo en su propia portería. Un tanto que estuvo a punto de descomponer a los calagurritanos. Sin apenas tiempo de por medio, aún gozaría el cuadro fabril de dos opciones para incluso haberse llevado los puntos, por fortuna Zabal estuvo atento.