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La UDL se muestra vulnerable en Lezama

La UDL se muestra vulnerable en Lezama

Rioja2

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Todo lo bueno se acaba. Es lo que le sucedió a la UDL en Lezama. Ocho encuentros sin perder, siete triunfos seguidos… En esta ocasión, el mejor ataque se impuso a la mejor defensa. Lezama exige y el bloque logroñés no estuvo a la altura. Timorato con el paso de los minutos, sin chispa para inquietar a un seguro Ezkieta, tardío en la reacción cuando el duelo estaba finiquitado. Aspectos que deben servir para madurar de cara a lo que pueda ocurrir en mayo o junio. Ahí no se puede dudar. Sería injusto culpar de la derrota a Miño -brillante en Urritxe y clave para haber sumado 3 puntos contra el Amorebieta, por ejemplo-, pero el portero pudo hacer más por los suyos, puesto que resultó decisivo en los dos primeros goles de los rojiblancos.

También es cierto que el 3-1 final ante un superior Bilbao Athletic dejó entrever que la UDL, a lo mejor por el madrugón, muestra carencias. Ante un rival que no perdona, no dio evidencias de equipo grande, fiable, sólido, contundente, con empaque, con destellos en ataque, con individuales, con peligro. Esa sensación es quizá lo peor de no haber puntuado. Sería oportunista decir que se echó de menos a Errasti -es evidente-, pero un conjunto que ansía campeonar no debería estar pensando en los ausentes y sí en los presentes. Toca pasar página y centrarse en lo que viene, Valladolid B y Burgos seguidos en Las Gaunas. Recuperar el espíritu de partido a partido y no mirar más allá de lo que puede suceder si se gana, empata o pierde. De lo contrario, el accidente de Lezama volvería a producirse con más asiduidad.

El envite se las traía. La UDL del récord de victorias seguidas y peleando por el liderato en solitario contra el rival de este domingo, comenzó con fuerza. Asomando sus garras y evidenciando que está de dulce. Quizá no contó con Ezkieta, un portero con hechuras y que mantuvo al Bilbao Athletic en el arranque. La ambición por presionar de los blanquirrojos -de azul en tierras vizcaínas- dio sus frutas metiendo al oponente en su campo. De ahí Rayco cruzaba ante la salida del meta rojiblanco para cantar el gol, pero aparecía Sillero para, en la línea, propiciar un rechace que cazó Rubén Martínez, el cual buscó la manera de chutar a portería. La encontró, pero Ezkieta ya había recuperado su posición para enviar a córner. Tres minutos e inicio prometedor de una UDL que estuvo acompañada en las gradas por su afición en Lezama.

Sin embargo, el Bilbao Athletic que está construyendo Joseba Etxeberria no se amilana. Insiste en su idea de sacar con limpieza el cuero por mucho que su adversario trate de asfixiar e impedir el juego por dentro. El bloque logroñés estaba centrado, ordenado y conscientes de tapar el juego interior donde Sancet y Vencedor le da un plus a su equipo cuando tienen unos segundos para pensar. Rubén Martínez se fajaba por su costado, pero ayudaba a Andy y Olaetxea. Rayco se sacrificaba. Daba igual que los locales tuvieran la pelota porque no encontraba la manera de complicar la solidez de los riojanos.

Pero con el paso de los minutos, el Bilbao Athletic monopolizó demasiado la pelota. Morcillo arrancaba por su perfil zurdo, Sancet encontraba espacio, Zarraga avisaba desde lejos con un tiro arriba… La UDL necesitaba recuperar el aire con el balón, pero apenas combinaba, le costaba encadenar pases. En ese intento por asomarse, el conjunto de Sergio Rodríguez no estuvo firme en un saque de esquina. Miño puso el puño para despejar regalando un rechace franco para que Urain la pusiera en el fondo de la red. Había que ir a remolque y ya se sabe que a este equipo le cuesta.

El duelo bajó los decibelios. El ritmo decreció, había más interrupciones, más pausa. Por ahí debía saber leer el partido una UDL desconectada de medio campo hacia delante. No pasaba nada. El Bilbao Athletic estaba cómodo porque era consciente que en alguna transición, con espacios, iba a hacer daño. Los logroñeses querían, pero no llegaban. Al menos se vio un atisbo, al filo del descanso, con una acción individual de Iñaki, resguardado en su flanco con Paredes. El calagurritano tiró con intención y Ezkieta estiraba su mano para desbaratar el empate.

En el segundo acto, no varió la dinámica. Si acaso, el conjunto logroñés lanzaba más de lo que viene siendo habitual, cuestión que no incomodó a los anfitriones. Rayco se enzarzaba con Vencedor y Roni reemplazaba al canario. Mientras el asturiano se ubicaba en el campo, aparecía Morcillo para noquear a una UDL en la que Miño quedaba retratado con un tiro por su palo que fue incapaz de despejar. Sergio Rodríguez ponía en escena a Ñoño en aras de buscar algo diferente en un partido en el que los rojiblancos estaban siendo superiores.

La rúbrica a este hecho la concretó Sancet -previamente ya había desperdiciado un remate claro tras asistencia de Morcillo- presentándose en el área, regateando y batiendo al meta catalán. La UDL estaba fuera de sitio, sobre todo por su endeblez defensiva. La respuesta del técnico logroñés fue cubrir su parcela medular con Sierra por un desasistido Ander Vitoria. Una modificación que dio sus frutos casi al instante cuando Ñoño dejó para que Andy recortara distancias desde la frontal. El tanto dio algo de esperanzas, al menos se acusó sobre el césped, ya que los riojanos apelaron al corazón para tratar de mejorar su imagen.

Ñoño se animaba por su costado, aunque sin profundidad. Rubén Martínez lo intentaba desde lejos. Con empuje y raza, la UDL impedía que el dominio de los locales fuera a más. Lástima que hubo que esperar hasta el 3-0 porque ya era demasiado tarde para reconducir una derrota -y eso que Olaetxea pudo ajustar más el resultado en el tiempo de añadido- que llega en el momento en el que había que dar un golpe de la mesa para confirmar que se quiere ser líder en un grupo donde los filiales van a ser protagonistas. Este sábado próximo viene a Las Gaunas el Valladolid B, otro invicto en casa, como el Bilbao Athletic, en su fuedo, pero más vulnerable a domicilio.

Ficha técnica

Bilbao Athletic: Ezkieta; Areso, Sillero, Luengo, Imanol (Rojo, min. 83); Zarraga, Vencedor; Artola, Sancet (Víctor, min. 87), Morcillo; y Urain (Baqué, min. 31).

UD Logroñés: Miño; Iago López, Caneda, Zabaco, Paredes (Ñoño, min. 63); Rubén Martínez, Andy, Olaetxea, Iñaki; Rayco (Roni. Min. 54) y Ander Vitoria (Sierra, min. 69).

Goles: 1-0, min. 21: Urain. 2-0, min. 56: Morcillo. 3-0, min. 67: Sancet. 3-1, min. 70: Andy.

Árbitro: Manuel Pozueta Rodríguez (Comité Cántabro). Amonestó a los locales Artola (min. 33), Luengo (min. 36), Imanol (min. 46), Vencedor (min. 53) y Zarraga (min. 90) y a los visitantes Rubén Martínez (min. 40), Rayco (min. 53), Olaetxea (min. 66) y Roni (min. 77).

Foto: Athletic Club

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