Un líder al que le faltan galones de líder

El líder del grupo no ha ejercido como tal en Merkatondoa y aunque mantiene su privilegiada posición debe corregir errores para que a la hora de la verdad no pasen factura, caso de una ronda de ‘play off’. Porque el 2-2 que logró el Izarra ante la UDL es imperdonable para el cuadro blanquirrojo que desperdició un 0-2 y un penalti, con 1-2 en el marcador. Se sabía que el conjunto estellés lo basa todo en la intensidad, en las acciones a balón parado y en contar con algo de fortuna. A ello sumó un Álex Ruiz espectacular bajo palos y a un exjugador del Náxara, como Pablo Ruiz, como protagonista con la igualada en la recta final del encuentro.

Un partido en el que Sergio Rodríguez modificó su habitual dibujo para poner en escena tres centrales (Gorka, Caneda y Zabaco), dos carrileros (Iago López e Iñaki), el trivote (Andy, Errasti y Olaetxea) y dos delanteros (Ander Vitoria y Roni). Modificación muy positiva cuando pasados los veinte minutos el resultado ya era de 0-2 merced al golazo de chilena de Zabaco, tras un toque de espuela de Caneda en una falta lateral lanzada por Iñaki, y un robo, arrancada y gran finalización de Roni.

La presión y la pegada de los riojanos pasaban factura a un Izarra que no encontraba la manera de incomodar a un líder impecable. Pero con el paso de los minutos, los blanquiazules fueron mejorando sus prestaciones. Miño tenía que intervenir para mantener la renta, aunque a la contra el bloque logroñés podía ampliar la diferencia. Pero no lo conseguía porque Álex Ruiz comenzaba con su festival de intervenciones. El caso es que tras el paso por vestuarios, los navarros dejaron de especular y plantearon un duelo directo ya con Laborda en la renovada moqueta artificial a la hora de encuentro.

El conjunto local encontró su recompensa en un centro lateral con el remate de cabeza de Allala para hacer creer al Izarra. Sergio Rodríguez movía ficha y daba entrada a Rayco, inédito en los últimos compromisos, que nada más aparecer gozaba de una gran oportunidad para confirmar que quiere recuperar su mejor versión. Un penalti por derribo a Roni. Con Andy en el campo, el canario tiene preferencia. Da igual que el centrocampista sea el especialista, el insular tiene los galones para asumir la responsabilidad sin ser un maestro desde los once metros –no es el primero que desperdicia con la elástica blanquirroja-. Álex Ruiz le ganó la partida, algo sencillo este curso para un Rayco irreconocible en el terreno de juego.

Una parada de doble efecto: de esperanza para los navarros, de sufrimiento para los riojanos, los cuales comprobaron que ganar en Merkatondoa no es sencillo, por si no se sabía, cuando Pablo Ruiz hizo la igualada ante la mirada atónita de los aficionados riojanos presentes en la grada. Al menos hubo reacción, desesperada, pero hubo. Claro que Álex Ruiz estaba enfrente y no iba a permitir que el marcador se moviera. Dos manos de lujo para reivindicar a su equipo y para poner en entredicho a un líder que tiró por la borda un 0-2, una cuestión imperdonable en otro escenario y contexto. Habrá que aprender.