La UDL ya sabe lo que es ganar en Tudela

16 de febrero de 2020 08:12h

Los números no engañan: 14 jornadas sin perder, tres victorias consecutivas y 4 seguidas como visitante; 8 puntos respecto al segundo clasificado, Bilbao Athletic, y 13 sobre la quinta posición (Real Sociedad B). ¡Es la temporada! El ilusionante sueño del ascenso cobra cada vez más vida. Restan todavía 13 duelos para cerrar la liga regular y buscar, a poder ser en dos partidos, el fútbol profesional. Es la meta. Por el camino, hay muchas etapas: unas en las que se luce, otras de ponerse el mono de trabajo, algunas en las que mostrar calidad y las menos en las que sólo se recordará el triunfo. Como en el Ciudad de Tudela, donde, por fin, los blanquirrojos saben lo que es ganar.

Hubo que esperar hasta el minuto 80 cuando Caneda dibujó una diagonal para que Andy, rompiendo en diagonal, se la acomodara para después, con la derecha, ponerla en la escuadra. Una acción diferente. Tanto el pase como la ejecución. Suficiente para resquebrajar a un Tudelano que va último, pero que mostró una actitud impecable, que incomodó todo lo que pudo a su oponente y que debe estar orgulloso por poner en aprietos al sólido líder del grupo II. Nacho Martín intentó exprimir sus opciones y casi consigue arañar un punto a los logroñeses.

La UDL supo interpretar lo que iba a vivir en Tudela. Esta campaña, en el manual de Sergio Rodríguez hay más cartas que las de la brillantez y el buen trato del balón. El Tudelano, como es lógico, le planteó un partido físico, de juego directo, de cerrar los espacios por dentro y de incomodar cuando la pelota llegara por dentro. Que el envite era de cuidado, por mucho que enfrente estuviera el colista, lo evidenció que el técnico blanquirrojo pusiera en liza a su trivote ‘favorito’ con Errasti dando equilibrio y permitiendo más llegadas de Andy.

Zelu debutaba como titular y lo hacía por el costado diestro, desplazando a Rubén Martínez a su banda natural. No fue un día para gozar en amplitud. Resultó una tarde para trabajar, para ser pacientes, para mostrarse sobrios en la elaboración, sin riesgos, y contundentes en las acciones a balón parado. Por calidad, ya llegarían las oportunidades -pocas, demasiado pocas- y se tiraría de efectividad, como así acabó siendo.

El dominio fue de los riojanos. Lógico. No le hizo ascos el Tudelano a eso. Sabía cuál era su papel. Su objetivo pasaba por no encajar y no permitir oportunidades. Lo logró hasta el minuto 80. Entre medias, buenas intenciones pero con balas de fogueo. Iñaki en los córners metía miedo, pero no había remate. Zelu lo intentaría al filo del descanso con un centro al que nadie metió la puntera. Ñoño le daría algo más de mordiente con su salida pasada la hora de encuentro, pero sin concretar sus jugadas, a excepción de un tiro cruzado. Y Rubén Martínez probó a Pagola con un tiro tras varios rechaces. Poco más.

Enfrente el Tudelano se lo iba creyendo. Sabía que podía hacer daño a la contra y a balón parado. Por ahí buscó la manera de meter mano al líder. Pero la defensa riojana se convirtió en un muro para bloquear varios tiros peligrosos. También Miño se mantuvo firme bajo palos para evitar males mayores. Más que ocasiones de los locales, eran intentos por acogotar y ver la valía de los visitantes en un campo maldito hasta este domingo. Obieta, Calderón y Soto tenían libertad de movimientos en ataque y eran los referentes en el juego directo. Eran las únicas amenazas, bien neutralizadas por una zaga férrea, rocosa y que salió airosa.

Sobre todo cuando Andy daba ventaja a los suyos. 80 minutos de trabajo para llevarse tres puntos. Hasta la conclusión, el Tudelano ya se había hecho pequeño. Ni lo intentó. Tampoco pudo. A la contra pudo incluso ampliar la renta si se hubiera elegido bien en el último pase. Hubiera sido demasiado premio contra un rival convencido de su esfuerzo hasta que Caneda se sacó de la manga un pase más de fútbol americano que de balompié. El caso es que se venció al colista, lo que demuestra que esta UDL va en serio. Está dispuesta a campeonar porque tiene recursos para ello y porque cuenta con un millar de files -más los que se quedaron en casa- que no dudan en acompañar a sus héroes.