Agoncillo apuesta por la solidaridad durante el estado de alarma

Agoncillo apuesta por la solidaridad durante el estado de alarma

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El Ayuntamiento de Agoncillo ha apostado por mantener la mente de sus vecinos activa y de fomentar la solidaridad. Con estos objetivos, han lanzado numerosas iniciativas desde que comenzó el estado de alarma.

Dos días después de que se decretara y sabiendo que el privilegio de disponer de una mascarilla, el ayuntamiento compró los materiales para confeccionar mil cien mascarillas, una por habitante.

Faltaba mano de obra pero conseguirla fue sencillo: “pedimos voluntarios a través de las redes sociales para que, desde sus casas, nos ayudaran a coserlas. En menos de un par de horas ya se habían puesto en contacto conmigo más de treinta personas dispuestas a ayudar”.

En tan solo 4 días habían terminado la primera entrega, “pero no podíamos parar. La propuesta ha llegado a oídos de diferentes empresas y las muestras de colaboración son diarias. Recibimos donaciones de particulares y de empresas. Desde ajuares sin estrenar, plástico alimenticio de la empresa Amcor Flexibles a través de transportes Rumar, cinta y gomas de vecinos del municipio, telas de Arok Decoración y la inestimable ayuda de Carlos Cordón de Troquelados Cordón, en Arnedo, que se encarga de cortarnos las telas a medida de las mascarillas. Con todo esto es imposible detenernos”, afirma la alcaldesa, quien añade que “No podemos estar más agradecidos y muestra de ello es que Agoncillo quiere seguir ayudando. Ahora las repartimos en supermercados de Logroño, residencias de ancianos, empresas del Polígono El Sequero, en cualquier lugar que las necesiten. Queremos seguir aportando nuestro granito de arena”.

Un colectivo que necesita especial atención en esta crisis sanitaria es el de las personas mayores, las más vulnerables ante la propagación del coronavirus. Para extremar la prevención, cinco voluntarios coordinados por el consistorio, se encargan de hacer la compra por ellos y de facilitarles todo aquello que necesiten para evitar que salgan de sus casas.

Y para el resto de edades, niños y adultos, son múltiples las actividades que surgen cada semana. Vermuts caseros para estar conectados, dibujos que hacen los pequeños y que se comparten en redes sociales, ramos tradicionales para el pasado Domingo de Ramos... y un sinfín de ideas que continuarán hasta que, de alguna forma volvamos a nuestras rutinas.

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