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La dificultad de avanzar materia sin Internet en casa: el reto del colegio San Francisco

La dificultad de avanzar materia sin Internet en casa: el reto del colegio San Francisco

Rioja2

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Si estos días no es fácil para ningún profesor tener localizados a todos sus alumnos y poder avanzar materia con todas las garantías, para los del CEIP San Francisco de Logroño está siendo un verdadero reto. Con una población sin posiblidad de tener internet o aparatos electrónicos en su gran mayoría, (el alumnado son inmigrantes o de etnia gitana), aquí el problema no es avanzar o hacer los trabajos, sino que la prioridad ha sido estar en contacto con todos los alumnos y lograr que pudieran conectarse a Internet.

Y es que muchos de ellos no tenían conexión, ni ordenador, ni tablet, o sí tenían pero no para toda la familia, teniendo en cuenta que en este centro hay familias con tres, cuatro y hasta cinco hijos.

Ese primer paso ya está solucionado. Como detalla el Jefe de Estudios, Juan Carlos Alcaide, “el viernes logramos acortar toda la brecha digital”. En colaboración con la Consejería de Educación, se sacaron del colegio todas las tablets que tenían, incluso las de algún profesor, y se metieron en 70 'cofres del saber' para que tres voluntarios de Correos altruistamente y fuera de su horario de trabajo repartieran dichos cofres a las 70 familias del colegio. Incluían también cuadernos, lapiceros, pinturas y gomas de borrar.

Hasta ese momento, habían tenido que “inventar soluciones ante esta situación tan imprevista”. Su sistema de comunicación nunca ha sido el habitual en otros centros, la plataforma Racima, ya que la mayoría de las familias no tienen ordenador ni correo electrónico, con lo que los profesores optaron por el WhatsApp para comunicarse con los padres.

No fue una tarea fácil, algunos niños son “absentistas” normalmente, pero al final han logrado hablar con todas las familias. Conseguir que todos trabajar y hagan los deberes...“es más difícil”.

Los profesores se están encontrando con alumnos que se relajan con los horarios y no madrugan o que piensan que no ir a la escuela es “estar de vacaciones”. Se están tratando de establecer unas pauta para que trabajen por las mañanas y los maestros no tengan que estar disponibles prácticamente las 24 horas del día, pero en este colegio, además, cuentan con obstáculos extra.

“Hay padres que no hablan castellano o que no no saben cómo entrar en la web. En esos casos intentamos tener un traductor o buscar la ayuda de hermanos mayores que controlan más el idioma”, explica Alcaide.

A esto se suma que hay alumnos que han sufrido las pérdidas de familiares por coronavirus. Ha sido una situación muy dura para la familia y para todo el colegio, pero poco a poco se está realizando un esfuerzo para que esos alumnos vuelvan a la normalidad, en la medida de lo posible.

Con todos estos hándicaps, el profesorado está haciendo una encomiable labor para lograr continuar el curso escolar. “Es más fácil en Infantil, donde se llevaron todos los libros y además les hemos facilitado material como cajas de pinturas para que puedan trabajar en casa y tratamos de mandarles actividades divertidas. En los cursos más altos es más complicado, pero también también estamos avanzando. Hemos valorado los mínimos que queremos conseguir”.

Ahora tienen por delante un importante trabajo de alfabetización digital con las familias para poder sacar partido a la educación a distancia. De hecho, esta situación tan anómala incluso tiene sus ventajas. “Hay familias con las que hablamos más que cuando estaban en la escuela, porque algunas no venían a las citas, y esto no está ayudando a ver más el aspecto humano y no tanto el académico”.

Una de las ideas de equipo directivo para el proceso de escolarización, ahora paralizado, es abrir el colegio para lograr que sea un reflejo del barrio. “Queremos que el centro tenga un alumnado representativo del barrio en el que está (Casco Antiguo y Madre de Dios) y sería genial que se apuntaran familias diversas del barrio para conseguir una convivencia plena e inclusiva”.

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