Agricultura avanza a las organizaciones agrarias las nuevas ayudas al sector del vino

La consejera de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población, Eva Hita, convocó este martes a las organizaciones agrarias ARAG-ASAJA, UPA, COAG-UAGR y a la Federación de Cooperativas Agrarias de La Rioja, FECOAR, para avanzar en el trabajo de definiciones del Plan Estratégico de la nueva PAC y analizar las medidas extraordinarias de flexibilización del Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola (PASVE) que contribuyan a aliviar la situación del campo riojano ante el impacto del COVID-19, en la producción y comercialización del sector vitivinícola, principalmente por el cierre del canal hostelería.

Los 2,8 millones de diferencia del techo presupuestario y el presupuesto ejecutado del programa de la Organización Común de Mercados Agrícolas (OCM) en 2020 referente a promoción del vino en terceros países (no Unión Europea), reestructuración y reconversión de viñedos e inversiones se destinarán a financiar las medidas de flexibilización del PASVE relativas al ajuste parcial productivo mediante la cosecha en verde, destilación y almacenamiento privado que se debaten actualmente entre administraciones y sector para contribuir a equilibrar oferta y demanda.

En la reunión, la consejera Eva Hita, subrayó al sector que trasladará “al máximo las necesidades de La Rioja” en la conferencia que mantendrán este jueves los consejeros autonómicos con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, para analizar las medidas en apoyo a los diferentes sectores ante las consecuencias económicas del COVID-19.

La directora general de Desarrollo Rural y Reto Demográfico, Nuria Bazo, solicitó a las organizaciones profesionales agrarias, a instancias del Ministerio, una previsión de las necesidades en referencia a las tres medidas de flexibilización del PASVE de cosecha en verde, destilación y almacenamiento privado.

Hita informó al sector de que se defenderán también las diferentes opciones de un presupuesto adicional específico de apoyo al sector del vino.

Las organizaciones profesionales agrarias trasladaron también a la consejera y su equipo su preocupación por el posible incumplimiento o no pago en plazo de la campaña 2019.

En paralelo a la acción que se deriva de las medidas para apoyar al sector agrario ante el COVID-19, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación está retomando también el debate de la orientación política de la PAC que intensificará en junio.

La directora general de Agricultura y Ganadería, María Jesús Miñana, abordó en la reunión con los representantes de las organizaciones profesionales agrarias las cuestiones actualmente en debate, como la definición de agricultor genuino, para asimilarse o adaptarse a la de agricultor profesional que permita reducir el número de perceptores de ayudas de la PAC en el conjunto de España y cumplir sus objetivos sociales, ambientales y económicos.

Asimismo, se analizó con el sector las condiciones para el establecimiento de un régimen de pequeños perceptores para agricultores no profesionales en base a un pago simplificado y de tal modo que reconozca la contribución que tiene esta actividad en la renta familiar, así como garantía de mantenimiento de una parte importante de población en zonas en riesgo de despoblación. Administración y sector también trabajan actualmente en consensuar la postura ante los derechos históricos y la definición de regiones.

En el debate de la nueva PAC adquiere peso importante, según el Gobierno regional, la arquitectura ambiental que se define a través de la condicionalidad reforzada -los requisitos mínimos que deben cumplir los agricultores y ganaderos en relación a criterios relacionados con suelo, biodiversidad, cambio climático, agua y paisajes...- y, los ecoesquemas que pueden ser la oportunidad de apoyar la adopción por parte de las explotaciones de prácticas como la optimización de la fertilización o la reducción del uso de fitosanitarios.

A partir de una primera propuesta del Ministerio de Agricultura, las comunidades autónomas podrán completar las necesidades ambientales con ayudas agroambientales adaptadas a las características de cada territorio.

“La nueva PAC tiene un componente verde mayor que la anterior reforma y esta ambición ambiental ha venido para quedarse. La adopción en un primer momento de los ecoesquemas va a ser voluntaria, pero su cumplimiento se va a llevar una parte de los fondos. Tenemos que ponernos en modo verde, sostenible y ambiental. La sociedad pide compromiso medioambiental”, detalló Miñana.