Nathalie Poza: “Detrás de cada puta hay una mujer y eso se nos olvida muchas veces”

Nathalie Poza: "Detrás de cada puta hay una mujer y eso se nos olvida muchas veces"

Rioja2

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El 41 Festival de Teatro de Logroño levanta el telón este sábado 3 de octubre, a las 20:30 horas, con el espectáculo ‘Prostitución’, dirigido por Andrés Lima (Premio Nacional de Teatro 2019).

Sobre el escenario, un excelente elenco de actrices compuesto por Carmen Machi, Nathalie Poza y Carolina Yuste.

Este proyecto se basa en una investigación sobre la prostitución llevada a cabo en Madrid y Barcelona que se materializa en un imponente espectáculo teatral-musical-documental que nace en la calle y se mueve hasta el escenario para dar voz a sus protagonistas, las prostitutas, con el propósito de comprender su realidad, subirse a sus tacones.

“Ha sido muy transformador, muy revelador. Y lo sigue siendo. Ayer estábamos ensayando para esta reactivación de la gira en Logroño, llevamos casi siete meses sin hacer la función y todavía estábamos discutiendo entre nosotros. Todavía nos desestructura y nos hace pensar mucho porque, además, es un tema que no se soluciona, que se complica... La Covid-19 nos afecta a nosotras, también a ellas... Lo retomas y te duele más que antes”, explica Nathalie Poza.

Y detalla que para poner en pie esta obra “hemos estado pegadas a la piel de estas mujeres”. De hecho, la primera escena que tiene la propia Poza con Carmen Machi “es una entrevista literal que la propia Carmen tuvo con una mujer real, una prostituta de Madrid”.

“Todo lo que hemos sacado es su verdad, hemos intentado darles voz, pero insisto: las llevamos pegadas a la piel. A mí, concretamente me ha hecho descubrir que uno tiene muchas veces ideas preconcebidas, hasta que conoces de primera mano a una mujer que tiene derecho a decidir, que ha sufrido, que tiene unas circunstancias que la han llevado aquí... Con una dignidad pasmosa, son mujeres con mucha fuerza y muy lejos del estereotipo que tenemos en la cabeza”, cuenta.

Nathalie Poza quiere que quede claro que “detrás de cada puta hay una mujer y eso se nos olvida muchas veces”. “Parece que ser puta no es lo mismo que ser mujer, y no es así. Lo que queríamos sobre todo era conocer a la mujer, más allá de la puta, era nuestra mayor obsesión, ponernos en su lugar, entenderlas y que el público tenga la oportunidad de escuchar todas las voces y salir con más contradicciones y mucho más que explorar, que reflexionar y que empatizar”.

En un contexto que a veces parece reducirse a la lucha dialéctica entre abolición y regulación, parece olvidarse muchas veces a las personas. “Todo lo que se convierte en político hace que, desgraciadamente, desaparezca lo humano. Y esa es nuestra labor también. Es muy difícil posicionarse, a nosotras nos pasa y a quien viene a vernos también. El tema es complejo, pero detrás de ello hay algo que nos resuena a todos que es una desigualdad social brutal, que después se convierte en otras cosas”, opina Poza.

Y cree que lo más importante de la función es “no polarizar”. “Evidentemente hay voces muy extremas, pero luego vienen las opuestas. En esta función hay mucho conflicto, pero sin conflicto no hay vida, y sin vida no hay teatro”.

La obra está basada en textos y testimonios de Virginie Despentes, Amelia Tiganus, Juan Cavestany, Ana María, Isabela, Lucía, Alexia, Alicia y la Sra. Rius.

Y estas mujeres reales han podido ver sobre el escenario esos propios testimonios. “Afortunadamente los días que venían yo no me enteré, porque si no me da algo”, comenta Poza. Y cuenta, por ejemplo, el caso de la abolicionista Amelia Tiganus, “a quien yo admiro profundamente y ya se ha convertido en una amiga y estaba muy orgullosa de lo que hacíamos, y eso que no se hace una apología del abolicionismo, pero entendía que es una obra de arte y que su voz estaba ahí”.

O el caso de Isabela, transexual nicaragüense a quien interpreta Carmen Machi. “Tiene un pasado durísimo pero al mismo tiempo es una mujer de una dignidad, una alegría, un humor y una vitalidad pasmosas, y disfrutó mucho, se sentía feliz de ver que la gente la conocía”, explica.

Y añade el caso de “un chaval que en un encuentro con el público, cuando terminó, dijo que su madre era prostituta, que llevaba toda la vida sin hablarse con ella y que iba a llamarla esa misma noche porque necesitaba expresarle que no la había entendido y encontrarse con ella. Fue muy emocionante, a mí nunca me había pasado algo tan potente en un teatro en ese sentido”.

“Es muy intenso, pero a la vez gratificante. Y es verdad que tienes mucha responsabilidad, porque esas mujeres existen, pero por otro lado tenemos la fortuna de contar con esos testimonios, sabemos que nos podemos aferrar a algo que es real, y eso es muy gustoso de trabajar también”, afirma la actriz.

La vuelta a los teatros en plena pandemia

Logroño será el primer escenario en que se represente 'Prostitución' tras el parón provocado por la pandemia de coronavirus. ¿Cómo está condicionando la pandemia la vuelta a los teatros y cómo está resultando el regreso? “Lentamente, creo que la cultura se ha quedado un poco a la cola y está todo tan enmarañado... Hay gente que lo está pasando muy mal, pero también hay gente que está trabajando a destajo, que ya lo estaban haciendo, proponiendo soluciones e intentando que esto no se hunda”, subraya Nathalie Poza.

Reconoce que “hay que apretarse los cinturones, hay que poner mucho esfuerzo”, pero apela a “no decaer”. “Tenemos un productor maravilloso que ha ido haciendo un esfuerzo titánico para que la gira se pueda reactivar. Contamos también con buenos programadores y, sobre todo, la confianza depende mucho del público, es absolutamente fundamental reactivar nuestra cultura porque si no nos vamos a marchitar”, añade.

La actriz insiste en que “no hay lugar más seguro que un teatro, yo lo he estado viviendo durante todos estos meses, he ido al cine, a festivales... Reaparece esta cosa del encuentro presencial y hay que confiar, seguir moviendo la maquinaria para que esto se reactive”. “Y noto también más necesidad, en el Festival de Cine de Málaga era muy bestia cómo la gente necesitaba verse en el cine, fabular, poder soñar con otras historias y encontrarse, aunque sea con distancia de seguridad”, apunta.

El coronavirus también va a estar presente en la obra “porque es inevitable”. “Esta función es muy de piel, había mucho encuentro con el público y ahora se hará, pero de otra manera. En Logroño va a ser la primera vez que probemos qué pasa con las nuevas medidas, pero creo que eso también es muy excitante y nos hace ver que podemos vivir con esto, aunque sea muy trágico. Estamos deseosas de encontrarnos con el público aunque sea a esta distancia”, concluye.

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