María Teresa León, una vida marcada por la literatura y el exilio

María Teresa León

Rioja2

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“¿Por qué estaremos haciendo siempre algo las mujeres? En las manos no se nos ven los años sino los trabajos”

“Stalin sabía quiénes éramos. Le habían dicho que Rafael (Alberti) era un poeta español querido por su pueblo, algo así como un Maiakovski. Yo, una mujer”

Escritora, intelectual, actriz, dramaturga y directora. Definir a María Teresa León requiere de muchas palabras. Ya de niña, en los primeros años del siglo XX, comenzó a despuntar su interés por las letras. Su tía María Goyri, primera mujer con un doctorado en Filosofía y Letras en España, tuvo una gran influencia sobre ella, envolviéndola desde sus primeros años en un ambiente ilustrado que marcaría toda su vida. “A la niña María Teresa León, deseándole que siga el camino de las letras”, le escribió Emilia Pardo Bazán en la dedicatoria de un libro por su comunión.

A pesar de ello, María Teresa León se encontró con grandes barreras para poder seguir estudiando después de los 14 años porque era mujer, y las mujeres en aquella época no estudiaban. Llegó incluso a ser expulsada del colegio de monjas en el que estudiaba en Madrid por sus lecturas “prohibidas” y por empeñarse en hacer el bachillerato.

Con apenas 16 años se casó con Gonzalo de Sebastián y pronto tuvo dos hijos. En aquella época ya comenzó a escribir en el Diario de Burgos bajo el seudónimo Isabel Inghirami, la heroína de D´annunzio, y firmó sus primeras obras. El matrimonio se rompió nueve años después, cuando conoció a Rafael Alberti.

Con él comenzaron sus continuos viajes por toda Europa gracias a una beca que consiguió para estudiar el movimiento teatral europeo. León conoció a Lorca, Unamuno, Neruda o Buñuel y también a políticos como Dolores Ibárruri o Stalin. A pesar de sus brillantes obras y su reconocido activismo, León siempre vivió a la sombra de Alberti: “Ahora soy yo la cola del cometa. Él va delante. Rafael no ha perdido nunca su luz”, decía.

La escritora volvió a Madrid en plena Guerra Civil pero, con la derrota Republicana, tuvo que exiliarse. Teresa y Rafael se instalaron finalmente en Argentina, donde residieron durante 23 años y donde nació su hija Aitana. La vida les llevó después a Roma, donde nace una de sus grandes obras, ‘Memoria de la melancolía’.

Esa continua nostalgia por haber sido expulsada de su país, unida a los coletazos finales del Franquismo, llevaron a María Teresa León de vuelta a España en 1977. Pero en ese viaje, además de Alberti, le acompañó alguien más: el Alzheimer. La enfermedad marcó los últimos años de la escritora, hasta que falleció en 1988. Un verso de Alberti corona su tumba, en el cementerio de Majadohonda: “Esta mañana, amor, tenemos veinte años”.

*Espacio ofrecido por el Ayuntamiento de Logroño. Concejalía de Igualdad.

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