El BM Logroño quiere coger confianza

Necesitaba la victoria el BM Logroño después de un mal encuentro (incluida la derrota en Valladolid). La buscó desde el principio, sobre todo, con la intención de no repetir errores y lo consiguió. No resultó sencillo superar a un Villa de Aranda que nunca dio su brazo a torcer, que quiso mantenerse en el duelo y que apretó las clavijas durante varios minutos a los franjivinos.

El cuadro de Velasco cogió la delantera mediado el primer tiempo (al descanso se llegó con 9-11) y ya no soltó las riendas de un choque donde se impusieron las defensas por encima de unos ataques en los que faltó fluidez. Durante el segundo periodo, el BM Logroño amplió la ventaja hasta los seis tantos (13-19 y 14-20) para saber administrarla hasta la conclusión, con el 21-25 final.

Es evidente que este equipo debe mejorar algunos aspectos; el principal puede que sea darle más continuidad a su balance ofensivo. Cierto que en Aranda no pudo explotar demasiado el contragolpe (Sánchez-Migallón actuó solo en defensa), por lo que en posicional costaba más encontrar la manera de variar los recursos en ataque. Eso no quita para que hubiera reparto de goles (Casado fue el máximo anotador de los riojanos con 4 y Hackbarth el que más lanzó, en 8 ocasiones). El técnico segoviano alternó bastantes cosas y movió sus piezas hasta el punto de incluso coincidieron en pista los tres centrales (Casado, Edu Cadarso y Balenciaga). Asimismo, Moreira, uno de los referentes en los últimos dos partidos disputados, no tuvo tanta bola como en otras ocasiones, una demostración de que este equipo buscar siempre variantes.

En cuanto al duelo, el intercambio de goles se impuso durante los primeros minutos, 3-3. El BM Logroño parecía con fluidez, pero las defensas se empezaron a poner más firmes y el marcador sumaba con cuentagotas. Así, pese a que los riojanos iban por delante se llegaba al cuarto de hora con empate a seis. La sucesión de acciones positivas de los franjivinos en ambos lados de la pista propiciaron el 6-8, mantenido con firmeza, pese a las dificultades para anotar en determinados momentos, el dominio hasta el ecuador, 9-11.

Tras el receso, el BM Logroño imprimió una marcha más. Mantuvo la intensidad defensiva y apretó el acelerador en ataque para marcar el territorio, 10-13 y 11-14. El Villa de Aranda de Alberto Suárez -extécnico del club logroñés en sus inicios- peleaba, pero le costaba recortar las diferencias que hasta se fueron a los 6 tantos (13-19, minuto 45; y 14-20, minuto 48). Los locales debían echar el resto, mientras que los visitantes tenían que jugar con la cabeza, mantener la inercia y no dar vida a su oponente. A falta de 6 minutos, el electrónico reflejaba el 18-22. Sin miedos, sin dudas el BM Logroño hizo los deberes para no pasar apuros en la recta final y llevarse dos puntos a su casillero gracias al 21-25.

Foto: BM Logroño