De todo, como en botica

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Rioja2

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Hubo de todo, como en botica. Así se presentó la segunda jornada para los equipos riojanos en Segunda B. Arrancó el domingo con el empate del Haro (1-1) en tierras aragonesas ante un Ejea que perfectamente podía haber perdido si el tanto de Mikel Bueno en el minuto 89 no hubiera sido anulado por fuera de juego (sí que había dos compañeros en posición antirreglamentaria que no intervienen en la jugada). Ya por la tarde, la lluvia fue la protagonista, tanto en La Planilla, donde el Calahorra cedió 0-1 ante el Ebro en un choque igualado, como en el Mundial’82, campo en el que el conjunto anfitrión, la SDL (primera vez que pisaba ese terreno desde el curso pasado) doblegó con firmeza a la Multilvera por 2-0.

En este sentido, los de Albert Aguilá se presentaron ante su afición con tres novedades en el once (Jero, en portería, Caneda y Calderón), ya que los otros 8 futbolistas ya estaban la temporada anterior. Por lo tanto, esa continuidad se puede intuir que puede ser clave para que el equipo se muestre convencido en lo que hace. Eso que ante los navarros no fue tan sencillo como podría pensar ese 2-0. De hecho, los de Multiva dominaron durante muchos minutos el balón, aunque no disfrutaron de la capacidad goleadora que sí tuvo el bloque blanquirrojo.

De hecho, la conexión entre dos de los debutantes sirvió para, pasado el cuarto de hora, colocar por delante a los suyos. Calderón la puso de lujo en una falta lejana y Caneda remató ante la salida en falso del portero visitante. Un tanto que le sentó muy bien a los locales, ya que Imanol dispuso de una gran oportunidad para haberse ido al descanso con una relativa ventaja. Entre medias, la Mutilvera lo intentó pero se topó con un Jero muy seguro. En la segunda parte, los navarros volvieron a retomar el mando de las operaciones, aunque sin la profundidad ni el remate necesarios, por si acaso ahí estaba la solidez defensiva comandada por Ledo y Caneda, además de Jero bajo palos. Lo contrario que una SDL en la que Lacruz se topó con el poste y donde Calderón -uno de los protagonistas del duelo- sentenció la contienda.

Por su parte, la derrota riojana del fin de semana se produjo en la Rioja Baja. El Calahorra, tras su triunfo ante el Haro, vio como una acción puntual condenó el trabajo realizado por los rojillos que es verdad que dominaron el partido, prácticamente de principio a fin, pero carecieron de acierto (tampoco es que fuera un vendaval de ocasiones). En la primera parte, los riojabajeños fueron mejores ante un rival agazapado al que le costaba generar acciones de peligro. Roberto era casi un espectador, lo cual era una buena señal. El problema es que los de Diego Martínez (que repitió once) no atinaban en el último pase ni en el remate final y cuando lo hicieron le anularon un gol.

A los puntos, merecía más el Calahorra, aunque le faltaba pegada. Tras el paso por los vestuarios no hubo variación de la dinámica. Los locales dominaban y Rayco estuvo a punto de certificar lo que se estaba viendo sobre el césped, pero el larguero rechazó la pelota. Y como el fútbol, muchas veces es traicionero, en la siguiente jugada el Ebro, por mediación de Carri marcaba en casi la única ocasión de los aragoneses. Efectividad plena. Quedaba un cuarto de hora, donde los rojillos buscaron en el empate, pero no lo encontraron.

Por último, aunque fuera el primero en jugar, el Haro debe tener la sensación de haberse dejado dos puntos en su visita a Ejea. Fue mejor durante más minutos que su oponente, tuvo más oportunidades de gol y encima vio como se le anulaba uno, que debía haber subido al marcador, en el minuto 89. Un fuera de juego de Mikel Bueno, que fue el que remató, que no fue impidió a los de Aitor Calle sumar sus tres primeros puntos y tuvieron que conformarse con un premio escaso. Sobre todo porque ese remate del ‘9’ blanquinegro fue legal, otra cosa es que dos compañeros sí estuvieran en posición antirreglamentaria, aunque sin influir en la jugada.

El problema es que al cuadro jarrero se le quedará cara de tonto por esa postrera jugada. En el arranque, Joseba, asistido por Garrido (dos novedades en el once respecto al derbi contra el Calahorra) hacía el 0-1. Los riojalteños no se conformaban y continuaban acechando a Miguel, que se tuvo que lucir para evitar el segundo de los visitantes. Con el paso de los minutos, el dominio y llegadas del Haro iban a menos ante el empuje de los locales, que se vieron beneficiados por una falta de Marrufo, sobre la media hora, que sorprendió a todos y que tras impactar en el larguero golpeó a Fermín para hacer el empate.

Un tanto que afectó al rumbo del duelo hasta el descanso, ya que los aragoneses se habían sacudido del dominio. En la segunda parte, el mando fue de un Haro que tuvo que realizar dos sustituciones por cuestiones físicas (incluso acabó con uno menos una vez que se habían realizado todos los cambios). Pero ahora faltaban las ocasiones, más escasas en ambas áreas. El Ejea también tuvo sus momentos y Fermín demostraba su valía bajo palos. El punto para cada equipo parecía un hecho. Más aún cuando se anuló por fuera de juego el remate de Mikel Bueno en el minuto 89. Un tanto que pudo dar los tres puntos a los pupilos de Aitor Calle.

Foto: SD Logroñés

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