Rangel da confianza al BM Logroño

Este BM Logroño sigue escalando posiciones en la tabla. Va como un tiro. El triunfo cosechado en León le sirvió para constatar que tiene capacidad para codearse con los mejores. Atrás quedan las derrotas ante Barcelona, Valladolid y Bidasoa porque el resto han sido victorias. La última, no sin dificultad, en Benidorm por 24-30. A vuela pluma pudo resultar sencillo, pero en esta Asobal nadie regala, hay que esforzarse para sumar de dos en dos. Que se lo digan al cuadro franjivino, al que le costó encontrar la continuidad ofensiva.

Por el contrario, Rangel dio esa confianza que necesita un equipo para apoyarse en su acierto (acabó con un 44%, pero rondó el 60% al término de la primera mitad) y a partir de ahí hallar el ritmo para sentenciar los partidos. Porque pese al 10-12 al ecuador, el conjunto logroñés rompió la contienda gracias a un parcial de 0-5 y a que mantuvo la portería intacta durante 8 minutos. Así, con el 15-22, pese a que restaba aún más de un cuarto de hora para la conclusión, los pupilos de Miguel Ángel Velasco ya habían hecho los deberes. En la faceta atacante, Edu Cadarso, 6 goles (3 desde los 7 metros), y Moreira, fue clave durante la segunda parte, también con 6 tantos, resultaron letales, pero Oswaldo, Serradilla y Casado, todos ellos con 3, ayudaron en determinados momentos.

El Benidorm salió muy metido en el encuentro, al menos en su faceta defensiva, ya que el cuadro franjivino, por lo general en la primera mitad, estuvo más atascado y menos certero de lo que viene siendo habitual en las últimas semanas. Quizá por eso, el cuadro local se colocó 2-0 con rapidez. Serradilla, pasados los cinco minutos, hacía el primero de los suyos después de varios ataques improductivos. También coincidió que Sánchez-Migallón fue excluido en el primer minuto, por lo que la inferioridad pasó factura. En este sentido, los riojanos aprovecharon una superioridad, dos minutos para Lignieres, para voltear y gracias a Dorado poner el 2-3.

La ventaja, mínima, duró hasta el 2-4, minuto 12. Se notaba que costaba marcar. Por un lado, estaba Rangel -espectacular al descanso con un 57% de acierto- y por el otro, el BM Logroño no terminaba de carburar. La consecuencia fue un parcial de 3-0 que generó el 6-4 y un posterior 8-6 pasados los 19 minutos que obligaron a Miguel Ángel Velasco a pedir tiempo muerto. Tiempo bien empleado a tenor de lo que sucedió hasta el ecuador del encuentro. Edu Cadarso, desde los 7 metros, igualaba a 8, mientras que Ceretta, ya de vuelta, recuperaba el mando para los franjivinos, 9-10.

Hasta el intermedio, De Pina y Edu Cadarso daban aire a los logroñeses, 10-12, que se protegían en Rangel, soberbio. La segunda mitad arrancaba con un arreón de los visitantes que en un par de minutos endosaban un parcial de 1-3 (tantos de Serradilla y un par de Moreira) para ir clarificando el marcador, 11-15. Cierto que Benidorm apretó hasta el 15-17, pero entonces el BM Logroño dio un golpe encima de la mesa. Parcial sensacional de 0-5 donde estuvo 8 minutos sin recibir ningún gol. La defensa, la portería y el ataque fluían para un 15-22, tras un 7 metros de Edu Cadarso, que confirmaban el triunfo, salvo sorpresa, con algo menos de un cuarto de hora de partido.

Velasco, que había ido repartiendo minutos y dosificando algunas de sus piezas, pudo vivir un final de encuentro tranquilo, aunque seguro que no está contento con esos 15 minutos en los que hubo más desajustes defensivos, en los que se impuso el intercambio de goles (8-8) y la solidez defensiva mostrada antes ya no fue tal. Sin embargo, el resultado positivo y la ventaja (incluso se disparó a los siete tantos, 18-25 y 21-28) que se llevaba pueden permitir unas licencias a un BM Logroño que después de vencer 24-30 se ha aupado a la tercera posición para confirmar la evolución ascendente que viene realizando este curso.

Foto: BM Benidorm