El BM Logroño da un paso más en los minutos finales

Seis triunfos seguidos. Se está poniendo de moda en Logroño. Da igual si es fútbol o balonmano, pero lo que es cierto es que el nombre de la capital de La Rioja está dando de qué hablar. En el caso del BM Logroño su mentalidad y capacidad para dar un punto más al encuentro en los minutos decisivos, se llegó con 20-20 a los últimos 10, resultaron decisivos para entender la victoria por 24-28 ante un Puerto Sagunto que fue durante muchos minutos por encima en el marcador. En este sentido, los franjivinos lograron desatascarse en el mejor momento en una demostración, como viene siendo habitual, de que el colectivo está por encima de lo individual.

A remolque. Así fue el BM Logroño durante la primera media hora. No estuvo cómodo en el 40x20. La portería no estuvo al nivel de otras ocasiones (bueno Jorge Pérez sí, tres paradas en tres lanzamientos, incluidos dos penaltis) y eso que la defensa sí que rayó como viene ejerciendo en los últimos encuentros: regular, intensa y capaz de amargar a los oponentes. Ahí están los 11 goles encajados en 30 minutos. El problema estuvo en el ataque. Faltaron cosas. Bonilauri fue, prácticamente, el único argumento válido para superar a Puerto Sagunto. Cinco goles del pivote, la mitad de su equipo en el primer acto. Casado (máximo goleador de la tarde con 7 dianas) y Edu Cadarso -lo arreglarían en la segunda parte- no estuvieron finos (fallaron varios lanzamientos) y eso lastró al conjunto que salvo el 3-4 antes de llegar a los diez minutos, donde fue por delante, siempre iba por detrás en el marcador.

Por si fuera poco, con el 7-7 en un duelo más defensivo que fluido, los locales agarraron un jugoso parcial de 4-0 durante 8 minutos en los que los franjivinos no vieron puerta. Con esa rémora, los de Miguel Ángel Velasco tuvieron que apretar los dientes para no recibir ningún gol más antes del intermedio e ir, paso a paso, reduciendo la diferencia para volver a meterse en el choque. El esfuerzo mereció la pena para el 11-10 después de una primera parte en la que el BM Logroño no estaba a gusto.

En la reanudación se vio a un conjunto logroñés más decidido. Quizá por eso, tras el 12-11 y después de dos ataques improductivos que llevaron el marcador al 14-11, el BM Logroño aprovechó la exclusión de Facundo para empatar en un visto y no visto gracias a los tantos de Casado, Serradilla y Sánchez-Migallón, 14-14, minuto 34. La igualdad era evidente y que había arreones, también. El 16-14 era una realidad, pero como el parcial de 0-4 que logró el equipo visitante para colocarse con un 16-18 en el minuto 44. Justo instantes antes de que Sánchez-Migallón viera la tercera exclusión de la tarde.

Pese a que Jorge Pérez seguía entonado en los penaltis, una tercera parada, Puerto Sagunto encontró las grietas de los franjivinos, algo menos intensos de lo que podía requerir la situación. De esta manera, se entraba a los últimos 11 minutos con todo por decidir, 20-20. Ahí fue donde el BM Logroño dio muestras de carácter. Sin su mejor defensor en la pista, pero con argumentos más que sólidos en lo grupal, y cuando había que dar un paso adelante, hubo varios jugadores que entendieron lo que necesitaba el colectivo. Por fin se encontró la fluidez y el acierto, ya que los goles se sucedieron. Balenciaga, Ceretta, Casado, Moreira… todos colaboraban para confundir a un contrincante que creía en el triunfo, pero que fue decayendo en su intento ante la realidad que se imponía. Parcial de 2-5 para encauzar la victoria de los riojanos, 22-25.

Restaban algo más de 5 minutos, así que aún había trabajo por delante. Edu Cadarso, con tres goles seguidos, se unía a la fiesta del bloque franjvino y sentenciaba la contienda con el 22-28 para tranquilidad de Velasco, que ya sí se veía con dos puntos más en su casillero y encadenaba su sexto triunfo consecutivo. Hasta la conclusión, Puerto Sagunto maquilló la derrota hasta alcanzar un 24-28 que da entender que los logroñeses se pasearon por el Mediterráneo. Todo lo contrario, hasta los últimos diez minutos no había un ganador sobre la pista. La mentalidad, la constancia y la regularidad del BM Logroño certificaron la victoria.

Foto: Pepa Conesa