Demasiados regalos

El descenso es una posibilidad real y si se acumulan tantos regalos, más. El sábado se juega la fina de la Copa de la Reina, pero este miércoles el EDF Logroño tenía la opción de acumular puntos para ir creciendo en la tabla -son ya tres los partidos consecutivos sin sumar- e ir escapando de la zona peligrosa. Sin embargo, la derrota en el último suspiro por 3-2 frente a Valencia unidos a las victorias de Sporting Huelva (aún con dos partidos menos que las riojanas) y Santa Teresa (en casa del Atlético de Madrid) dejan a las pupilas de Javier Moncayo tocadas en lo anímico (por ver tan cerca el empate y tocarlo con un remate en el minuto 93 de Inés que se fue al poste) y en lo clasificatorio; antepenúltimas con 13 puntos.

En este sentido, el técnico granate rotó a sus jugadoras para dosificar esfuerzos a la vez que juntaba un once competitivo y con alternativas en las sustituciones. De primeras, hubo nervios en las dos áreas, ya que un rebote que golpeó en Kerlly provocó que Pamela tuviera que lucirse para evitar el tanto local. La respuesta, inmediata, vino con dos remates de Lundin tras un saque de esquina y con un tiro lejano. Acciones que provocaron que el dominio fuera alterno aunque se intuía más paciencia con la pelota en el Valencia, mientras que las logroñesas trataban de ser algo más directas en sus intenciones.

En el equilibrio, las ches estaban más entonadas o, mejor dicho, aprovechaban los errores de las visitantes, ya que Inés despejaba un balón al que llegaba Pamela. El problema fue que dejó la pelota a Bonsegundo, que desde fuera del área, marcaba a placer. Un tanto que descolocó a las granates. Tanto que el Valencia pudo sentenciar con un tiro a la cruceta de Torrodá. Para escapar del derrotismo y ganar algo de confianza, Grace, con un par de lanzamientos lejanos, animó a las suyas hasta el descanso.

Moncayo, en el vestuario, realizó tres cambios de golpe: Chini, Carol y Lundin dejaban su lugar a Nyman, Elloh y la recuperada Jade -no jugaba desde las semifinales de Supercopa-. Las riojanas, por las sustituciones, por el marcador adverso, salieron más activados, más intensas y decididas a revertir su situación. Prueba de ello fue el empate de Ida a la salida de un córner lanzado por Leti. Unas tablas que ayudaron a equilibrar la contienda. Además, Judith salía por Ida para imprimir velocidad por su costado.

Pese a ello, Marta Carro pudo adelantar a las valencianas con un tiro al poste. Se entraba a la recta final, último cuarto de hora, con todo por decidir. Ana Velázquez entraba por Grace y, al instante, el Valencia, en una buena triangulación, excesivamente sencilla y con cierta permisividad de la zaga riojana (las jugadoras no atacaron el balón en ningún momento y no cubrieron la zona que debían), incluido una falta de colocación de Caracas, provocó que Jansen, en el segundo palo, ganando la acción a la colombiana.

El EDF Logroño estaba, otra vez, a remolque, pero ahora tenía poco tiempo para reaccionar. Pamela sacaba rápido, Judith cazaba la pelota y se presentaba ante Noelia Gil, pero el tiro potente aunque centrado de la najerina, lo envió a córner la meta local. Mientras se lamentaba de la oportunidad perdida, llegaba el equilibrio en el resultado, 2-2, con el tanto de Elloh, que aprovechaba un rechace y se anticipaba a la portera, que pidió falta.

Apenas cinco minutos y el tiempo añadido. El punto se daba por bueno, por lo que el EDF Logroño se replegó, dejó hacer a su oponente y buscó la alternativa a la contra con los espacios que dejaba el conjunto che. Las de José Bargues parecían aceptar el empate, pero en un saque de banda ni Tavlo ni Cazalla lograron despejar con la contundencia necesaria y el cuero cayó a Candela que cruzaba para superar a Pamela. Mazazo para las visitantes que no bajaron los brazos y dispusieron de oportunidades para traer a tierras riojanas algo positivo.

Primero en una falta Inés casi se encuentra con la escuadra, mientras que acto seguido Jade centraba de lujo desde la izquierda y la mexicana, ya en los últimos minutos actuando como una delantera más, remataba con pericia para toparse con el poste y en el rechace se lanzó con todo en aras del gol que no llegó. Toca cambiar el chip para disfrutar de la final de la Copa de la Reina ante un Barcelona que todo lo quiere y lo gana.

Foto: EDF Logroño