La UD Logroñés se reivindica lo que puede y le dejan

La UD Logroñés se reivindica lo que puede y le dejan

Rioja2

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La UD Logroñés se reivindicó en El Toralín hasta que pudo y le dejaron. Caro, con dos paradones a Bobadilla y Rubén Martínez en el tiempo añadido, conservó un 2-2 que probablemente no debía haber llegado, pero otro penalti de esos que a veces se pitan y otras no, una mano de Gorka, generó ese empate cuando la Ponferradina veía más cerca de la derrota después de que Iñaki pusiera a los suyos por delante 0-2. Sin embargo, el tanto de Kaxe a renglón seguido, con todavía un cuarto de hora por delante, unido a la lesión de Sierra (que había entrado al rectángulo apenas diez minutos antes) y la modificación del dibujo -se pasó a defensa de cinco- acogotaron a un bloque logroñés que, es cierto, se benefició de que el árbitro se guiara por su sensación en directo para no pitar, una vez revisionada la imagen tras el aviso del VAR, otro once metros que hubiera dado la voltereta al partido y que, eso sí, habría sido un auténtico mazazo para los blanquirrojos, que merecieron mejor suerte en esta jornada intersemanal.

Sergio Rodríguez se saltó el guión y no modificó su once tras el duelo ante el Zaragoza. Misma alineación -hecho novedoso en la trayectoria del técnico logroñés muy habituado a realizar alteraciones, por pequeñas que sean- para medirse a un rival que inesperadamente está peleando por el ‘play off’ y que realiza un fútbol diferente al de los maños. Sin embargo, la actitud exhibida -el mínimo que se debe exigir a este equipo y que inexplicablemente no se ha dado en todos los compromisos- por los blanquirrojos el sábado pasado animó al entrenador a darles confianza.

De partida, hubo similar intensidad a la de hace unos días en un choque en el que imperó el ritmo trepidante, no quizá la brillantez, pero si las ganas por demostrar que la UD Logroñés es un rival capacitado para competir. A través del orden defensivo, la concentración y la activación de los jugadores, el bloque riojano neutralizó a una Ponferradina a la que le costaba filtrar pases, la que apenas podía centrar desde los costados, la que no llegaba hasta la portería contraria, la que era incapaz de probar a Miño.

Hasta ahí algo que se podía esperar. Probablemente, con lo que no se contaba fue con un cuadro blanquirrojo más vertical en su concepto. Dejando la elaboración por dentro y siendo más directo con la idea de no arrinconarse en su terreno y ganar metros. Idea positiva por cuanto el equipo de Jon Pérez Bolo se mostró ansioso y precipitado. Todo ello benefició a los logroñeses para que no ocurriera nada destacable y lo que pasaba favorecía a los intereses visitantes.

Hasta que en un minuto vino la revolución. Primero Nano Mesa, tras un rebote en Amo, chutó con fuera para que Caro repeliera el cuero y dejara un rechace que terminó con el brazo de Castellano amortiguando el balón (no se lo podía quitar). La jugada continuó y en la contra Yuri se inventó una rabona que dejaba a Kaxe solo ante Miño. Entonces, el árbitro paró la acción, con el consiguiente enfado de los locales, y esperó órdenes del VAR para ver si la mano del central de los bercianos era algo más. Balón a tierra y que siga el juego. Balón largo para Olaetxea, gana la pelea y cede atrás para la incursión de Iñaki dentro del área, controla, regatea y a la red.

Mientras los blanquiazules se hacían de cruces, la UD Logroñés festejaba el tanto del capitán. Un gol que debía ayudar a los riojanos. Lo hizo porque aunque la Ponferradina buscara el área, lo hacía a trompicones y con poca convicción. Por su parte, los riojanos intentaba sacar provecho del golpeo de Iñaki en varias faltas laterales donde Andy era el hombre buscado. El descanso venía bien para oxigenar las piernas de un conjunto logroñés que salió ‘enchufado’ en la reanudación y que pudo ampliar la renta antes de lo que lo hizo. Las segundas jugadas caían todas para el lado de los pupilos de Sergio Rodríguez, además la presión obligaba a los locales a quitarse la pelota de encima.

La consecuencia fueron dos tiros de Andy que no encontraron la portería. El segundo, con la derecha, vino después de un saque de banda y un primer intento de volea con la zurda que tras golpear en un defensor le vino, pero el golpeo cruzado con el interior se fue con Caro tirado al otro costado. Bolo buscó cambiar la dinámica sustituyendo a un hombre en la medular, pero la UD Logroñés continuaba percutiendo por el perfil zurdo. Se podía decir que los propietarios de El Toralín estaban tocados ante un oponente que no se conformaba con el marcador favorable por la mínima.

Con el paso de los minutos, los anfitriones fueron dominando territorialmente, pero sin agobiar a un seguro Miño. Sierra, después de cumplir su partido de sanción, aparecía para dar sosiego y liberar a Andy. Eso y permitir una jugada con múltiples combinaciones hasta que Petcoff pisó área, cedió atrás e Iñaki, atacando la pelota, firmara un 0-2 para frotarse los ojos. Sin embargo, la Ponferradina reaccionaba al instante con doble sustitución y, lo que fue peor, con el tanto de Kaxe (ante cierta permisividad en la conducción de Aguza). Entonces, los bercianos creyeron y arrinconaron a su rival que, además, se fue metiendo atrás. Más aún con la lesión de Sierra y la defensa de cinco. Gorka, recién incorporado después de un mes fuera de los terrenos de juego, tuvo la mala fortuna de estar ahí para que el colegiado viera un penalti discutible que Yuri transformaba.

El golpe de efecto era mayúsculo, pero pudo ser peor porque en el minuto 90, Álex Pérez sacaba un pie a relucir e impactaba sobre Yuri. En directo, el árbitro no vio nada. El VAR le indicó que mirara el televisor. Allí se fue para refrendar su impresión inicial (probablemente más penalti que el que supuso el 2-2) y dar aire a la UD Logroñés que, valiente, dispuso de dos opciones para quebrar esa única victoria en los ya últimos 19 encuentros. Bobadilla, de cabeza, tras un córner lanzado por Iñaki se encontró con Caro. Mientras que Rubén Martínez sorprendía con una volea que el meta de los bercianos desviaba en última instancia. Lo dicho, la UD Logroñés se reivindica lo que puede y le dejan. El sábado, más.

Ficha técnica

Ponferradina: Caro; Iván, Amo, Castellano, Moi Delgado; Valcarce (Curro, min. 73), Larrea (Juergen, min. 52), Morán (Aguza, min. 73); Doncel; Kaxe y Yuri.

UD Logroñés: Miño; Medina, Álex Pérez, Bobadilla, Iago López; Paulino (Rubén Martínez, min. 94), Andy, Petcoff, Iñaki; Olaetxea (Sierra, min. 70 (Gorka, min. 82)) y Nano Mesa (Roni, min. 82).

Goles: 0-1, min. 28: Iñaki. 0-2, min. 71: Iñaki. 1-2, min. 76: Kaxe. 2-2, min. 86: Yuri, de penalti.

Árbitro: Álvaro Moreno Aragón (Comité Madrileño). Amonestó a Nano Mesa (min. 37) y a Iñaki (min. 85).

Foto: UD Logroñés

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