La Rioja en femenino: caminando hacia la educación en igualdad desde los centros escolares

¿Se está educando en igualdad en los centros escolares? ¿A qué edad empiezan a hacerse patentes los roles de género y los estereotipos machistas? ¿Se puede dar la vuelta a la sociedad desde las aulas? Rioja2 charla hoy con diferentes mujeres involucradas en el proceso educativo para contestar a estas y otras preguntas.

Todas tienen clara una máxima: la educación es la clave hacia una sociedad más igualitaria en todos los sentidos. Paula Santo Domingo es la directora del CEIP Villa Patro, un centro ejemplar en materia de coeducación. El colegio comenzó hace cuatro años con el proyecto “Yo me sumo a la igualdad” de la consejería de Educación del Gobierno de La Rioja que planteaba formación al profesorado en materia de coeducación, feminismo e igualdad. “Se trata de trabajar la coeducación con el alumnado desde el conocimiento, no desde la opinión de cada uno o cada una”, explica, “por eso quisimos ir más allá, estuvimos un año de formación y luego lo dejamos como un pilar básico en el proyecto educativo del centro con diferentes dinámicas que van desde Infantil hasta Primaria”.

A Noelia Morga le toca abordar esta realidad con alumnos algo más mayores. Es profesora del Institudo de Educación Secundaria Escultor Daniel de Logroño y tiene claro que con los adolescentes lo que mejor funciona es la empatía. “No se trata de señalarles, ponerles etiquetas o decirles lo que está bien o mal sino de ponerles frente a un espejo”, señala, “porque es así como ellos mismos se sorprenden a veces de sus actitudes.

Espacios en igualdad en clase y en el patio

A pesar el trabajo en esta línea cada vez más presente en los centros educativos, las actitudes machistas y los roles de género siguen estando muy presentes en las aulas e incluso en los patios de recreo. “Todo está pensado en torno al deporte con pelotas”, reflexiona Marisol Galilea, madre y representante de las AMPAS, “y los niños y niñas a los que no les gusta el fútbol se quedan fuera”. Por suerte, también esta realidad que marca en torno al sexo ha comenzado a cambiar. El CEIP Villa Patro de Lardero es ejemplo de ello. Por un lado, el patio cuenta con zonas diferenciadas para atender a las necesidades y gustos de todas las alumnas y alumnos. Por otro, la dirección del centro, con el respaldo de toda la comunidad educativa, ha puesto en marcha el proyecto 'Patios dinámicos' que ofrece propuestas para las horas de patio: teatro, coro, decoración de colegio, Got Talent, juegos tradicionales... Una actividad para cada día de la semana. “Así pueden elegir para que no haya solo una conquista del patio por parte del fútbol y el resto quede en grupitos alrededor”.

Estereotipos y presión del grupo

Todas coinciden al señalar que los estereotipos de género aparecen en edades muy tempranas. “Al principio vemos como hay muchos niños en cumpleaños de niñas y niñas en cumpleaños de niños pero ese porcentaje va bajando a medida que cumplen años”, explica Marisol Galilea, “y acaban siendo todo niñas en los cumpleaños de niñas y todo niños en los de un niño”. Algo que se refleja muy bien con una de las anécdotas con las que Bárbara Sáenz, sexóloga en los centros educativos riojanos, muestra la presión social. “Hicimos un experimento con niños muy pequeños preguntándoles a quiénes les gustaba maquillarse y ponerse pincitas en el pelo y a quienes no. Se hicieron dos grupos. El primero, los del sí, lleno de niñas y unos pocos niños; el otro grupo al revés. Cuando los niños a los que no les gustaba empezaron a reirse de los otros, estos cedieron a la presión y se cambiaron de grupo”, explica. Y va más allá: “es curioso cómo se dan más faltas de respeto cuando a un niño le gusta algo considerado de niña que cuando a una niña le gusta algo considerado de niño, es decir, lo femenino siempre está peor visto”.

Infancia y juventud: reflejo de la sociedad actual y base de la futura

Todas las personas que conviven en el día a día de las aulas tienen claro que el machismo está presente. Lo está en los juegos, en la forma de hablar, en las canciones que se tararean por los pasillos, en las relaciones que se establecen y hasta en los libros de texto (la presencia de las mujeres en los libros de la ESO se limita al 7,5%).

El cambio en la educación, como el de la sociedad, debe hacerse poco a poco, con formación y base, más allá de críticas e intereses. La igualdad en los espacios, en los referentes, en los contenidos y en el trato, serán la mejor garantia para una igualdad real en la sociedad del futuro.