La falta de ambición mete en un lío a la UD Logroñés

La falta de ambición mete en un lío a la UD Logroñés

Rioja2

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Cuando alguien busca el empate, acaba perdiendo. Es una máxima que suele producirse sobre el terreno de juego. En esta ocasión, la UD Logroñés no pudo evitarla ante su falta de ambición en un partido en el que evidentemente hacían falta más cosas que testiculina (cuestión de la cual nunca se ha caracterizado el bloque riojano históricamente). Por de pronto, querer ganar; aspecto que uno de los protagonistas sólo contempló, y pasaba por firmar las tablas, en el tiempo añadido. Sobre todo porque el futuro más inmediato, el duelo ante el Castellón del próximo domingo, se vería con más optimismo. Ya, no. Después de ceder 0-1 ante un rival directo como el Cartagena, que además te gana el golaveraje, la visita a Castalia exige otra predisposición. Lo curioso es que el cuadro riojano había recuperado el rumbo después de cinco encuentros en los que además de no perder había exhibido un carácter competitivo que ofrecía garantías de supervivencia en la categoría.

Porque es incomprensible como en un duelo tan importante como el de este sábado, un equipo, el local, ni probó al portero rival hasta el minuto 87 con un remate blando de cabeza de Andy. Vuelta a las andadas de una UD Logroñés que sólo debía haber tratado de mantener la actitud e intensidad mostradas en los últimos cinco encuentros. Pero no, la suficiencia de considerar que el punto, de partida, era aceptable provocó que uno de los peores equipos de la categoría a domicilio se llevara los tres puntos merced a una mano de Bobadilla que terminó en penalti transformado por Elady.

Sería injusto determinar que los de Luis Carrión se encontraron con esa acción porque en el arranque de la segunda mitad, también en la última jugada del primer acto, pudieron adelantarse en el marcador. Todo porque buscaron con más énfasis la meta rival, supieron adaptarse e interpretar mejor a lo que había que hacer en cada momento. De poco o nada sirvió el empuje final, insuficiente en ideas y ocasiones pese al corazón puesto.

Sergio Rodríguez, con todos disponibles, recuperó la alineación del último triunfo ante el Numancia, de manera que Iago López y Bobadilla volvían a la titularidad, pasando así Iñaki al extremo izquierdo. Una apuesta clara de continuidad ante los futbolistas que habían obrado el cambio de imagen de un equipo predestinado al descenso y que antes del duelo ante el Cartagena caminaba con firmeza en la Liga SmartBank para repetir el curso próximo. Claro que enfrente también estaba un equipo con buena dinámica, cinco jornadas (las mismas que los blanquirrojos) sin perder, pese a ocupar puestos de descenso. Cuatro puntos separaban (ahora solo uno) a ambos conjuntos, por lo que la necesidad de sumar, más acuciante para los pupilos de Luis Carrión, era evidente.

Cuestión que se dejó sentir en los primeros compases, donde ninguno de los dos contrincantes quería ceder lo más mínimo. De ahí que lucieran más las interrupciones e imprecisiones, además de la sucesión de faltas ante los constantes contactos y duelos individuales. Eso no quitó para que la excepción llegara después de que Datkovic filtrara un pase para Nacho Gil, el cual condujo para acabar finalizando con un tiro cruzado. A raíz de esa jugada, el duelo se pausó más, lo cual propició que los riojanos fueran ganando metros con varias falas y saques de banda para dar la sensación de que los locales empujaban un poco más gracias a dos acciones de Nano Mesa, un tiro lejano elevado, y un remate tras una falta lateral también desviado.

Quizá por ello el cuadro cartagenero intentó domar (poco le duró) el balón con varios pases horizontales hasta encontrar a un compañero en otra línea. Salió entonces a relucir el orden y gran trabajo defensivo de los logroñeses para no descomponerse y no dejarse amilanar por mayor posesión de su oponente, dado que la UD Logroñés buscaba más el envío largo, lo que no le permitía combinar con criterio ni regularidad. Ante este panorama, las áreas parecían un campo de minas, ya que nadie se acercaba a ellas con la idea de generar cosas.

El descanso era casi un hecho y más allá de un escarceo de los anfitriones, centro de Paulino desde la derecha y remate de cabeza de Nano Mesa sin consecuencias, y de otro de los visitantes, un centro de Datkovic que se comió Álex Pérez y que permitió un remate ‘inesperado’ (por el pésimo cabezazo) de Rubén Castro, en una oportunidad muy clara, el partido alcanzaba su ecuador con cierto equilibrio, pese a que era el Cartagena el que más proponía, siempre dentro de un choque en el que se acusaba la tensión y el miedo a cometer errores fatales.

El segundo tiempo comenzó con un Cartagena más mandón e incisivo, como se comprobó a los 30 segundos con el centro de Antoñito por bajo y el posterior remate a la media vuelta de Rubén Castro que exigió el blocaje de Santamaría. Hubo continuidad con un posterior saque de esquina al que Elady no llegó al centro pasado de Forniés. Cuatro minutos y dos avisos claros de los hombres de Luis Carrión que mandaban un mensaje claro: ¡vamos a por el partido! En este sentido, la UD Logroñés mantenía la calma, dejaba el cuero al rival y se atrincheraba en su área. Mal asunto quedando tanto tiempo. Se estaba sufriendo y más por exceso de conservadurismo, lo que estaba llevando a cierta inseguridad con la pelota, y por aceptar el empate sin igualar la intensidad que había enfrente.

La consecuencia fue un penalti favorable a los visitantes por mano de Bobadilla. Elady no perdonaba y premiaba el ímpetu de los albinegros (de dorado en Las Gaunas). La reacción de Sergio Rodríguez fue poner en escena a Pacheco, por Medina, y a Petcoff, que sustituyó al amonestado Sierra (que no podrá jugar en Castellón por acumulación). Ahora era obligado un cambio de muchas cosas porque con lo que se estaba realizando sobre el campo no era suficiente. Principalmente, se requería otra intención, otra ambición… lo que daba a pensar el motivo por el cual se había tirado por la borda una hora en un partido tan decisivo (por fortuna aún restan seis jornadas para reconducir, una vez más, la situación).

El caso es que el tiempo iba más rápido para los blanquirrojos, así que Leo Ruiz entraba por Olaetxea, dotando al equipo de un mayor cariz ofensivo. El problema era que el colombiano en vez de rematar se limitaba a cargarse de amarillas. Por si fuera poco, Iñaki con un tiro lejano animaba a los suyos, pero Olaetxea (habiendo sido sustituido) y Sergio Rodríguez eran expulsados en la recta final. En el campo, el Cartagena dominaba la situación sin agobios ante una estéril UD Logroñés incapaz de darle la vuelta a la tortilla.

Paulino, con un tiro potente, era el que ponía mayor intención porque a continuación centraba para que Andy rematara, muy blandito, a las manos de Marc Martínez, en su primera intervención. Siddiki y Roni (más Álex Pérez de ariete, que fue el que más se aproximó al empate con un remate con el hombro) eran las opciones para buscar la igualada en el tiempo de añadido. Movimientos desesperados sin orden ni concierto que no incidieron en el marcador y que dejaron en evidencia a una UD Logroñés que debe recuperarse del golpe anímico tras haber dilapidado una gran oportunidad para acercarse a la permanencia.

Ficha técnica

UD Logroñés: Santamaría; Medina (Pacheco, min. 64), Álex Pérez, Bobadilla, Iago López; Paulino, Andy (Siddiki, min. 89), Sierra (Petcoff, min. 64), Iñaki; Olaetxea (Leo Ruiz, min. 73) y Nano Mesa (Roni, min. 89).

Cartagena: Marc Martínez; Antoñito, Raúl Navas, Datkovic, Forniés; Cayarga, De Blasis (Andújar, min. 92), José Ángel, Nacho Gil (Teddy, min. 80); Elady (Azeez, min. 71) y Rubén Castro (Santiesteban, min. 92).

Gol: 0-1, min. 63: Elady, de penalti.

Árbitro: Daniel Jesús Trujillo Suárez (Comité Canario). Expulsó con roja directa a Olaetxea (min. 82), estando en el banquillo, y a Sergio Rodríguez (min. 82). Amonestó a Bobadilla (min. 13), Sierra (min. 37) y Leo Ruiz (min. 76), por la UD Logroñés, y a Nacho Gil (min. 13) y José Ángel (min. 67), por el Cartagena.

Foto: FC Cartagena

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